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Gracias Alberto. Eso es lo que no quería escuchar, pero es bueno saberlo.
Teniendo en cuenta que eran dos policías (testigos) y yo estaba solo, por cuestiones matemáticas, la sana crítica no va a ser tan sana ni crítica.
La detención fue sin motivo, es más, fue provocada.
Pero me dijeron que si hacía alguna denuncia me ponían un fierro encima, y ahí sí que no salía más.
Me parecía que darle valor probatorio al mismo tipo que te detiene y/o que provoca tu detención es incompatible.
[tratando de ser optimista]
Como estudiante de Derecho, lo que pasó me dejó una perspectiva que la facultad (y en general los libros) nunca me hubiese dado.
Espero explotar tal nefasta experiencia.
Como primera conclusión, lo único que puedo decir es que desde que existe un policía que abiertamente dice "no me denuncies o te pongo un fierro", es difícil hablar de garantías.
Quizá no es ninguna novedad, pero haberlo palpado y sufrido en carne propia a tan corta edad, pienso que puedo ser provechoso.
Muchas personas, como el pobre invitado anónimo, no creen que este tipo de prácticas pueden existir. Recuerdo que cuandoera estudiante, cursé "Garantías constitucionales..." con la excelente profesora Susana Cayuso, y a cada rato, porque la vivía molestando con mis preguntas sobre las "impurezas" de nuestras prácticas jurídicas y policiales, me decía:
"Bovino: ¡No sea tan exagerado!".
Sin embargo, muchísimos casos dan prueba de ello. Pero el poder de facto que mantienen muchos policías —no todos, por supuesto—, más la complacencia de muchos jueces y fiscales —tampoco todos, afortunadamente—, permiten que hechos como éste no se traten de hechos aislados.
De todas maneras, debo reconocer que a pesar de todas las dificultades, hoy en día es posible lograr una condena frente a actos de grave arbitrariedad o violencia policial.
Ello no significa que no haya tribunales —v. gr., la Sala I de la CNCP en su anterior integración, con la parejita de Bisordi-Catucci— dispuestos a decir cuanta brutalidad exista con tal de justificar la violencia estatal. Así, mientras sigan existiendo estos MALDITOS TRIBUNALES, seguirá existiendo la MALDITA POLICÍA.
Alberto, parece que tu mañana fue mejor que la mía.
La pasé detenido en una comisaría de la provincia de Bs. As. por resistencia a la autoridad.
Al respecto quiero hacerte una prgunta. ¿Cuál es el valor probatorio de los dichos de los policías que me detuvieron?
Me subieron a un patrullero sin testigos y nadie vio el hecho. ¿Se podría decir que son los únicos capaces de probar mi resistencia a la autoridad? La verdad me resulta aterrador que así sea.
Tengo un abogado, lo charle con él, pero en "Bovino we trust".
Después de estar un día en la comisaría y escuchar lo que escuché, prefiero hacer anónima la consulta. Éstas son garantías.
Estimado anónimo:
Los dichos de los canas bajo juramento valen como los de cualquier testigo, valorados según las reglas de la sana crítica, lo que significa como se les canta.
En caso de que te hayan detenido sin razón alguna, habrían cometido al menos un incumplimiento de los deberes de funcionario público, y si metés la denuncia se transforman en imputados y sus dichos valen lo mismo que los tuyos.
Con estos pocos datos, no es mucho lo que puedo decirte. Saludos,
AB