28 feb 2013

JUSTICIA LEGÍTIMA - ¿DOCUMENTO FUNDACIONAL?


Documento del primer día de Justicia Legítima

27/02/2013





Los que estamos aquí queremos ser parte de una Justicia más plural y más independiente, dispuesta a transparentar y a rendir cuenta de su actuación ante la ciudadanía entera. Nos une la convicción de que existe un modo diferente de ejercer la magistratura y la jurisdicción.


Rara vez en estos casi treinta años de recuperación del Estado de Derecho, y salvo honrosas excepciones, un número tan importante de jueces, fiscales, defensores públicos, funcionarios y empleados han firmado con nombre y apellido un cuestionamiento claro y enérgico como el que se expresa en los documentos de “Justicia Legítima.” Así se habilita el escenario de un debate público en el que sin desconocer la mayor responsabilidad que nos corresponde como integrantes del Poder Judicial, aspiramos a sumar  muchas voces y muy diferentes actores sociales para inaugurar mecanismos de participación ciudadana.


También es inédito y auspicioso que miembros de las justicias federal, nacional y locales elijan modos de encuentro y participación como el de esta asamblea nacida de una convocatoria en la que nadie se arroga la representación de otros, ni  apela a distinciones o jerarquías que no reconocemos ni aceptamos.


Es el primer paso de un largo camino que no se agota en la indignación y en el rechazo a una manera falaz e intencionada de “invocar independencia” para encubrir sumisión a grupos, intereses y poderes partidarios, económicos, mediáticos a cambio de ventajas y beneficios incompatibles con un servicio de justicia en un Estado de Derecho. Defendemos una noción de independencia que no ignore la trama de poderes formales e informales que atraviesa el espacio en el que trabajamos y el mundo en el que vivimos y somos concientes de los deberes que nos son propios y estamos dispuestos a cumplirlos sin claudicaciones.


Llegó la hora de mirar hacia adentro del sistema de administración de justicia y hacer pública nuestra autocrítica a fin de dar sentido a la diferencia entre el accionar corporativo y una “justicia legítima”. Para conformar otro sistema de justicia hay que partir de un núcleo irrenunciable de principios y prácticas que aseguren la vigencia plena e irrestricta del Estado de Derecho, la defensa y ampliación permanente de los derechos humanos y de las garantías consagradas en la Constitución y en los tratados internacionales y el rechazo de toda forma de discriminación por condición social, étnica, religiosa o de género. Sabemos que todavía hay que superar las marcas que la dictadura imprimió y que subsisten en la estructura y en muchos agentes judiciales de cualquier nivel.


Queremos discutir cómo se forma a los jueces, magistrados,  funcionarios y agentes; cómo y por quienes se llevan adelante los procesos de selección para ingresar y permanecer en la institución judicial en todos sus niveles; cómo se asegura que la postulación y elección de miembros de los consejos de la magistratura sea abierta y sin restricciones; cómo se conforma y se exhibe la gestión de los recursos, de la jurisdicción y de la administración; cuáles son las condiciones imprescindibles para efectivizar el acceso a la justicia para todos, protegiendo a los vulnerables y cuáles las posibles vías de intervención de la sociedad civil en la construcción de una Justicia fuerte, independiente y democrática. Y estamos dispuestos a persistir en este intento.


27 feb 2013

NO HAY CRISIS DE LA JUSTICIA: ¡LA JUSTICIA ES LA CRISIS!

DEMOCRATIZACIÓN DEL PODER JUDICIAL








Desde el mismo día en que CFK habló de democratizar la justicia, comenzó un proceso cuyo final es y seguirá siendo impredecible. Lo único cierto es que —más allá de las buenas o malas intenciones que se le atribuyan a la Presidente— sus dichos han generado una explosión de críticas a los aspectos estructurales del poder judicial.
 
Sí, así ha sido, efectivamente. Lo que la justicia jamás logró por sus propios méritos —que, debemos reconocer, le sobran—, lo ha logrado una sola frase de CFK. De repente, no me siento tan solo y arando en el desierto. En este sentido, Irina Hauser escrib:

Fue como una palabrita “mágica”, que vino a remover el avispero, que alborotó los tribunales, las oficinas legislativas, las charlas de ascensor y de café. Cristina Kirchner dijo a mediados de diciembre que es imperioso “democratizar” la Justicia, y aunque nadie sabe exactamente qué tiene en mente, todo el mundo entendió que estaba hablando de cambiar la cultura y la lógica de la familia judicial –cerrada, vertical, burocrática, elitista–, ese poder del Estado que se ocupa de decidir sobre la vida y la libertad de la gente.
 
Esta exposición repentina de discusiones sobre los principios estructurales de la administración de justicia no les ha dado tiempo a reaccionar. Y esta falta de reacción, este quiebre de la defensa corporativa típica del poder judicial —que siempre termina atribuyendo responsabilidades a cualquiera menos a sí mismo—, ha terminado por poner sobre el tapete la necesidad de revisar todos sus presupuestos. En opinión de Mario Wainfeld:

La convocatoria es válida, aviva pasiones y motiva alineamientos, desafía a los sectores implicados. El hermetismo del PJ se sacudió en estos días. Organizaciones de magistrados se arrogaron la representación de todos sus pares y se rasgaron las vestiduras. Muchos de sus colegas reaccionaron contra la movida unanimista, instada por varios integrantes de la Corte Suprema que tiraron la piedra y escondieron la mano. Jueces, secretarios y fiscales les respondieron que no se reconocían en sus pretendidos representantes. El 27 y 28 de este mes se reunirán en la Biblioteca nacional, a plena luz del día. Una saludable rebelión contra una cultura del silencio (nota de Mario Wainfeld).

El hecho de que la legitimidad misma del poder judicial hay sido puesta en entredicho por la cabeza del Ministerio Público Fiscal es, en sí mismo, refrescante. Los dichos de la Procuradora General Gils Carbó no son tibios, precisamente:

Cuando los periodistas Paz Rodríguez Niell y Hernán Cappiello quisieron saber quiénes formaban parte de la "justicia ilegítima", la procuradora respondió: "Lo ilegítimo es un sistema donde predominan los sistemas corporativos antes que un servicio a la comunidad. El sistema actual es corporativo, oscurantista, de lobbies aceitados con agentes externos, de reacciones corporativas que quieren disciplinar a los magistrados que denuncian a jueces corruptos, como es mi caso", se quejó (nota).

Los dichos de CFK provocaron una respuesta por parte de la corporación judicial, que dijo sentirse atacada por el Poder Ejecutivo. Frente a esta reacción, "el texto llamado 'Justicia legítima' incorporaba otro elemento al principio republicano de división de poderes: la necesaria independencia de los magistrados respecto del establishment. Los firmantes incluso se manifestaban independientes de organismos que supuestamente los representan, como la Asociación de Magistrados" (nota de Martín Granowsky).
 
Los firmantes del movimiento "Justicia legítima", han comenzado su reunión hoy y culminarán mañana en la Biblioteca Nacional. Probablemente estos nuevos actores tengan mucho que decir. Sin embargo, no queda claro cuál son los parámetros aplicables pata calificar a un mecanismo, decisión de política-criminal o conjunto de reglas como democrático.

Lo auspicioso de esta circunstancia consiste en que esta indeterminación del término "democrático" ha permitido escuchar voces de lo más diversos sectores. No sabemos hacia dónde nos conducirá este proceso. Y eso es, quizá, lo que tiene de bueno. Una amplia variedad de opiniones sobre temas de lo más diferentes.

Pero lo que resulta mucho más importante es que, en esta ocasión, alguien, por  fin, gritó: ¡EL REY  ESTÁ DESNUDO".



26 feb 2013

ALEGATO DEL MINISTERIO PÚBLICO EN EL CASO FERREYRA

JALBERT ACUSARÁ POR HOMICIDIO AGRAVADO
A 5 FERROVIARIOS


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I
Serían las 11 de la mañana. Yo había llegado a Comodoro 3,14 media hora antes. La fiscalía había tomado casi todos los lugares de nuestra mesa en común. Solo había quedado lugar para Maxi allí, así que me senté al lado de Beatriz. La jornada sería mucho más larga de lo que había imaginado.

Y la inefable fiscal Jalbert largó con su alegato. Finalmente, nos enteraríamos si insistía con lo del homicidio simple o si calificaba los hechos objetos de imputación como homicidio agravado.

Empezó mal. Para informar quién diría qué cosa y en qué orden, fue confusa y duró demasiado. Lo que es peor, siguió con su discurso sobre la existencia de "dos causas" y nos contó que las analizaría separadamente.

Por supuesto, no dejó de señalar que ella era la "fiscal titular" y que Gamallo era el "fiscal coadyuvante". Volviendo a las "dos causas", su existencia fue uno de los primeros temas que se discutió cuando este caso fue elevado a juicio y ella se alineó con las defensas, que solicitaron que se realicen dos juicios: uno para los ferroviarios, y otro para los policías (algo así como un "fuero ferroviario" y otro "fuero policial"). Aquí se puede ver la respuesta conjunta de las querellas a ese planteo. 


II

Comenzó la acusadora pública, con su peculiar ritmo, leyendo la mayor parte de su alegato, con esa tendencia al exceso que la caracteriza (aquí un chiste[1] que parece imitar su estilo excesivo, reiterativo o redundante...). 

Afortunadamente, aprovechó su estilo para pegarle duro a Pedraza, Fernández, Díaz, Sánchez y Favale. Estos muchachos irán por la prisión perpetua. Los dos primeros acusados como instigadores, los últimos tres como caoutores del homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas (arts. 45 y 80, inc. 6, CP).

Recién alrededor de las 18 Yevalié le cede el lugar a Gamallo. A esa hora, toda la sala de audiencias tiene una sobredosis de Jalbert.

Gamallo, afortunadamente, comienza dando las razones de por qué resultaría imposible la calificación de homicidio en riña —créase o no, algunas defensas lo han mencionado—. En este audio se puede escuchar esa parte de su alegato.




 
Muy bueno lo de Gamallo.

• Pedraza y Fernández: instigadores de homicidio agravado.
• Díaz, Sánchez y Favale: coautores de homicidio agravado.
• Pipitó y González: participación primaria en un homicdio doloso simple.
• Alcorcel: participación secundaria en homicidio doloso agravado.

Al final de una agotadora jornada, la fiscal Jalbert pide la absolución de Pérez y Uño. Sus defensores piden la excarcelación de ambos inmediatamente. La fiscal no se opone. El tribunal la concede.

El viernes continuarán con los policías imputados, y para el final Yevalié se guarda los pedidos de pena. El mismo viernes comienza la defensa de Pedraza con su alegato.




[1] - ¿Por qué utiliza usted tres palabras para decir lo mismo?
- Pues mire, caballero: la primer palabra es para las personas con un nivel cultural muy alto, como poetas, escritores, filósofos, etc. La segunda es para personas con un nivel cultural medio, como usted y la mayoría de los que están aquí hoy. Y la tercer palabra es para las personas que tienen un nivel cultural bajo como por ejemplo, ese borracho que está allí, tirado en la esquina.
De inmediato, el borracho, se levanta y le dice:
- Postulante, aspirante o candidato . . (hic). El hecho, circunstancia o razón de que me encuentre en un estado etílico, borracho o en pedo... (hic) no implica, significa, o quiere decir, que mi nivel cultural sea ínfimo, bajo o jodido. (hic). Y con todo el respeto, estima o cariño que usted se merece (hic), puede ir agrupando, reuniendo o arrejuntando. .. (hic), sus bártulos, efectos o cachivaches. .. (hic) y encaminarse, dirigirse o irse, derechito: a la progenitora de sus días, a la madre que lo llevó en su seno, o a la puta que lo parió!


22 feb 2013

DEMOCRATIZACIÓN DE LA JUSTICIA - ESCRIBE SEBASTIÁN NARVAJA




Sobre la Democratización de la Justicia en Argentina
Jueces y Capataces 
Sebastián R. Narvaja[1]




Si alguien se aproximara a un integrante de un tribunal de alguna de las experiencias históricas de Sistemas de Justicia Republicanos y Democráticos en el momento en que estuviera trabajando, probablemente notaría que no se trata de un burócrata, sino de un ciudadano llamado a cumplir una función de gobierno, de manera eventual o permanente. 

Si el mismo visitante desapercibido le preguntara: “Usted, ¿qué está haciendo, para qué está acá?”, seguramente recibiría como respuesta: “Para tomar una decisión, hay dos partes que no están de acuerdo y yo tengo que resolver quién tiene razón”. 

Ahora, llevemos a nuestro visitante a cualquier juzgado de cualquiera de los sistemas de justicia tradicionales de alguna de las jurisdicciones de nuestro país y sentémoslo delante del despacho de algún juez. Esta vez no será evidente ni constante, pero sin dudas será habitual que la persona será un burócrata, que  se inició en el oficio poniendo sellos en el mostrador de la entrada y que hoy ocupa la oficina más grande del despacho. Y si preguntara nuestro desapercibido viajero “Usted, ¿a qué se dedica?”, la respuesta más honesta que podría recibir sería “A firmar. Firmo muchas veces al día. Sentencias, pero también autos, decretos fundados, exhortos, rogatorias, mandamientos, oficios, decretos de mero trámite, diligencias, notificaciones, cédulas y actas. Pero también firmo autorizaciones para licencias, talonarios para suministro de hojas, cartuchos para impresoras, ganchitos para abrochadoras y de vez en cuando pido algún tubo fluorescente”.

- Pero, ¿no hay mucha gente que viene a su oficina a plantearle disputas?

- Si, las hay. A montones, cada uno de esos expedientes que forman las enormes montañas que vio en los pasillos al ingresar y también las de aquél escritorio, esconden alguna disputa.

- ¿Y quien las resuelve?

- Muchas de ellas, los burócratas a los que vio cuando entró, en esas oficinas más pequeñitas. Algunas yo, cuando son importantes. La mayoría de ellas, el tiempo, que todo lo resuelve.

Con matices y con dignas excepciones, construidas con dedicación y coraje por algunos pocos buenos funcionarios, cualquiera de los sistemas de justicia de nuestro país podría ser el protagonista de la historia del visitante perplejo.

Los jueces no toman las decisiones y las partes en disputa sólo pueden advertirlo a medias, espiando por entre las pilas de expedientes. La delegación de funciones es la regla. Este modelo de organización hace que, en los hechos, las decisiones sean tomadas por los empleados judiciales, sobre sus escritorios atiborrados de papeles.

En días que se discute sobre qué hay que hacer para avanzar con la Democratización de la Justicia, comienzan a oírse voces que opinan que una de las líneas de trabajo consiste en profundizar y volver más eficiente este sistema. Para que los que jueces que hoy sólo firman puedan firmar más papeles.

Para ello, se propone que los jueces sean líderes, que logren un manejo refinado de incentivos, indicadores, metas de producción, inputs de management y otras armas extrañas, para que los tomadores de decisiones, los empleados de la línea de montaje, trabajen más eficientemente.

Un juez sirve a la república y a la democracia si es capaz de garantizar el derecho de cada persona a que su razón valga, a que no gane el más fuerte, a que sus razones sean oídas y tomadas en cuenta cuando se tomen las decisiones. Y el lugar donde este trabajo se hace es una sala de audiencias, pública. Allí se escucha a las partes y a los testigos, allí se ve la prueba sin intermediarios y de frente al pueblo. Allí lo importante son las decisiones y no las firmas.

Un burócrata firmante no garantiza decisiones razonables. No garantiza que las partes en disputa sean oídas. No garantiza un juego justo. 

Para hacer funcionar líneas de montaje de expedientes en los que la razón pierde contra el burocratinaje, se necesitan capataces.

La República y la Democracia no necesitan capataces, necesitan Jueces.



[1] Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales INECIP

20 feb 2013

Y POR FIN ALEGAMOS... (PEDIDO DE PENA DE LA QUERELLA EN CASO FERREYRA)




Reproducimos el audio de los pedidos de pena a los 17 imputados por el homicidio de Mariano Ferreyra y las palabras finales del abogado del CELS Maximiliano Medina, apoderado de la Sra. Beatriz Rial.





Los acusados son Pedraza, Fernández, Díaz, Favale, Sánchez, González, Pipitó, Alcorcel, Pérez, Uño, Lompizano, Mansilla, Conti, Ferreyra, Echavarría, Garay y Villalba.









ESCUCHEN EL AUDIO HASTA EL FINAL.
MAXI MEDINA HACE HISTORIA


9 feb 2013

CASO FERREYRA: DECLARARON FAVALE Y LOMPIZANO

ÚLTIMA AUDIENCIA DE PRUEBA. EL 15 COMIENZAN LOS ALEGATOS.

LOS QUERELLANTES POR LA MADRE DE MARIANO VAMOS EN PRIMER TÉRMINO

MAXI MEDINA (CELS), MARCOS KOTLIK (CELS) Y ALBERTO BOVINO







Ayer viernes 8 de febrero se realizó la audiencia nº 57 en el juicio por el homicidio agravado del joven Mariano Ferreyra. Esta vez le tocó el turno a Cristian Favale, el imputado quizá más comprometido hasta el momento en su rol de tirador.

En el juicio se reprodujo en una de las escuchas lo siguiente:

El juicio que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº21 de Comodoro Py está en su etapa final. Durante las últimas audiencias de esta semana se reprodujeron escuchas telefónicas, entre las cuáles se pudo oír una conversación en la que Favale advertía desde la cárcel a su mujer: 


"¡Nadie quiere decir nada! Me quieren engarronar a mí, pero mejor que se hagan cargo porque, si no, esto va a ser una explosión. La jueza va a saber que no miento. Si yo quedo en cana todo se va a pagar... Ellos no me pueden dejar en cana. Pedraza sacó un montón de papeles de su oficina, se quiere desligar de lo que pasó. ¡Si fueron ellos! Me quieren pagar... ¿Para que me haga cargo de qué? Mirá si voy a cobrar ocho mil pesos por mes para comerme 25 años acá adentro. Estos giles me quieren engarronar, pero yo al número de Pablo (Díaz) lo tengo bien guardado. Que se curta ese puto, que fue él... Yo voy a hablar..." (ver nota). 


Sin embargo, Favale no parece haber quebrado el pacto de silencio con su manifestación:

“Después de haber estuchado este juicio, quiero hacer una breve manifestación de algunas cuestiones que recién me enteré acá. Yo ya declaré en tres oportunidades y me remito a su contenido, por eso voy a hacer solamente una breve manifestación”.

“Antes que nada, quiero dejarles algo claro; volver a decirles que no cometí el hecho que se me atribuye, que es cierto que estuve en el lugar de los hechos, que inclusive llevé un grupo de pibes que se ve junto a mí en los videos; que insultamos, tiramos piedras, alentamos, saltamos, pero jamás llevé armas”. (Durante la instrucción, sin embargo, había dicho que llegó a Barracas solo, desde Constitución, por motu propio).

“Como se sabe, estuve en actos ferroviarios. Era la manera de demostrar el interés en el trabajo que quería conseguir. Por eso, llevé gente, bombos, redoblantes, me puse la gorra y la pechera en los distintos actos. Era la forma de apoyar a los ferroviarios. Pero nunca hubo armas o disparos. Sí insultos, empujones, pero jamás hubo disparos, y me pregunto por qué en este sí. Y no lo entiendo. Ni lo voy a entender aún después de este juicio. No lo voy a entender”.

“Muchas veces escuché decir que los ferroviarios no mataban a nadie. Quizás era una manera de echarme la culpa a mí, el único imputado no ferroviario. Tienen su derecho. Como me explicó una vez la doctora (se refiere a su abogada), están en su derecho  de defenderse… pero quiero dejar algo en claro: yo no llevé arma ni hice disparos. Mi presencia ahí fue sumar presencia, hacer bulto, pero no matar”.

“El testigo encubierto, el testigo protegido… el `testigo protegido` -repitió, con sobreactuada indignación- me acusó de algo que no cometí. Era un ferroviario, señores… sí, un ferroviario. Alejandro Benítez, un testigo protegido… Él fue la primera persona que me acusó el 21 de octubre de 2010; me acusó falsamente, instaló mi imagen en todos los medios de comunicación, desvió y corrió la mirada hacia otra persona y evitó ser investigado él mismo” (del blog Justicia Por Mariano).

 


Previamente, había declarado Lompizano, quien actuó ese día como Director General de Operaciones en el operativo que se organizó para cubrir el posible corte de vías.

Tras repasar gran parte de su historia en la Policía Federal, Lompizano explicó que ante una situación de delito "el responsable es el comisario jefe de servicio", mas no la Dirección General de Operaciones (DGO).

Causa Mariano Ferreyra: indagatoria a ex comisario Lompizano

Lompizano era titular de la Jefatura de Seguridad Metropolitana de la Policía Federal y estuvo involucrado en otros episodios sospechados de delito, por los cuales fue quitado del servicio activo por el Ministerio de Seguridad.

Según el policía, la DGO "coordina los servicios" pero el poder de decisión final la tiene "el comisario que está a cargo del servicio".

Esa postura apuntó a mejorar su situación procesal y, al mismo tiempo, poner a salvo a sus subordinados también imputados en el juicio.

Además, el ex comisario explicó las razones "operativas" por las cuales en un momento determinado de la secuencia que terminó con la vida de Mariano Ferreyra, fue utilizado el sistema de comunicaciones POC, que -a diferencia de la radio policial- no deja registros sobre las comunicaciones (ver nota). 


Según se informó en Página/12:

Antes declaró el comisario Hugo Lompizano, procesado porque estaba en la Dirección General de Operaciones de la Policía Federal Argentina durante los hechos y desde allí partieron las órdenes a los uniformados para que intervinieron en el episodio. "Jamás pensé que iba a terminar procesado en una causa tan dolorosa como ésta", manifestó Lompizano al rechazar las imputaciones en su contra. "¿Para qué se iba a correr a los manifestantes si se estaba produciendo la desconcentración?", preguntó ante el tribunal.

"Me estaban informando claramente que se estaban desconcentrando", remarcó, en contra de lo que sostienen los querellantes, que aseguran que la policía permitió la agresión a quienes reclamaban por la incorporación de trabajadores tercerizados al plantel permanente de los ferroviarios.

Y aquí la opinión de otra de las querellas, la abogada María del Carmen Verdú:





Enric: gracias por avisar; ahí está el video que habíamos intentado reproducir en esta entrada.

5 feb 2013

LA INSPECCIÓN OCULAR EN EL CASO FERREYRA









En el caso estamos trabajando en los alegatos. Por eso es posible que me quede escribiendo o editando hasta las 6 de la mañana, como hice el domingo a la noche, es decir, el lunes a la madrugada. En mi sueño sentía un ruido insoportable, un "ring" de esos de los teléfonos que se marcaban con el disco con los números. Lentamente advertí que no era un sueño, que sonaba mi celular en el bolsillo de mi pantalón (tirado en el suelo junto a la cama).

Era Maxi Medina, preguntándome si ya estaba llegando al CELS...

—No —dije— voy directo hasta Pedro de Luján.

Era lunes 4 de febrero de 2013, había inspección ocular en el lugar de los hechos donde los ferroviarios de Pedraza habían disparado a los manifestantes y tercerizados hasta producir la muerte del joven Mariano Ferreyra.

Salgo a las apuradas de casa, muy cómodo con mi pantalón clarito y mi remera lisa color yema de huevo; demoro en conseguir un taxi libre; no sé qué calles estaban cortadas; el taxi me tuvo que dejar a tres cuadras; caminé apurado hasta llegar al lugar donde comenzaría el acto procesal.
Eran las 12:15, y el presidente Días estaba explicando cómo se realizará la inspección ocular. Había personal de prefectura y de gendarmería por todas partes, rodeándonos. Yo no estaba seguro de si nos protegían o nos llevaban presos. En algunos momentos me sentía parte de una comparsa, pues los gendarmes nos rodeaban con una cinta amarilla como si estuviéramos en el corsódromo de Gualeguychú —más allá de ello, muchos de nosotros parecemos miembros de una comparsa sin demasiado esfuerzo—.




Lo mejor del acto procesal: podíamos fumar. Lo peor: el sol. Ese maldito astro que no sé a qué idiota se le ocurrió coronar. Estuvo allí para amargarnos la mañana, incesante, firme, sin descansar un minuto.







Nosotros ya habíamos estado en el lugar del hecho, antes de que comenzara el juicio. La distancia desde donde comenzaron su agresión premeditada los ferroviarios empujados por Pablo Díaz y demás miembros de la patota de la Lista Verde de Pedraza (que parecía haberse reducido considerablemente durante el juicio) pudo ser vista a escala real. Esa impresión, junto a la verificación del hecho de que el follaje de los árboles impidió a los pocos manifestantes que intentaron subir a las vías ver al grupo de ferroviarios que venían por las vías, resultan, a nuestro juicio, sumamente relevantes.


En momentos, los periodistas nos rodeaban. Por una mera casualidad, la fiscal Yevalié coincidía con esos momentos para mostrarse hablando con el tribunal y señalando hacia dónde debía tomarse imágenes. Lo que se dice comúnmente "robar cámaras".







 
Hacia la mitad de la inspeccción, se decidió que quienes quisieran subir a las vías debían anotarse en una lista. El presidente del tribunal le dijo a una empleada del tribunal:
Anotá en la lista a todos los que quieran subir...
Y agregó:
Usted va a subir Dr. Bovino, ¿no? Anotá al Dr. Bovino.
Mi "sí" llegó tarde, pero ya estaba en la lista. Y entonces sucedió lo que todos estábamos esperando: la fiscal Yevalié también quiso subir. Solo lo logró porque a lo largo de todo el sendero del terraplén se habían ubicado varios gendarmes, que se la pasaron de mano en mano hasta depositarla sobre las vías. 
Seguramente algún malvado habrá deseado que se les cayera, pero no sucedió. A continuación subimos todos los demás.







De allí caminamos hasta la Estación Irigoyen, donde me comí un choripán, bajo la mirada envidiosa de muchos de los presentes, y de allí fuimos hasta la Estación Avellaneda, sin perdernos el exquisito aroma del Riachuelo. 
Ahí terminó la inspección ocular. Transpirados, maltrechos y aún bajo el sol, algunos nos fuimos con una sola imagen de allí. Ésta:







4 feb 2013

INSPECCIÓN OCULAR EN LAS ZONA DE CONFLICTO CASO FERREYRA





La esquina de Mariano





El MP subiendo al terraplén





Todo el tiempo con gendarmes y gente de prefectura que nos rodeaban







De espaldas, Florencia Hegglin y Maxi Medina




Con el Negro Gamallo




Los acusadores avanzan a paso firme (Gamallo y Kotlik)



















Allá está.. ¿?, dijo Maxi Medina