9 jun 2020

USHUAIA: EL DEFENSOR ABANDONÓ EL JUICIO



En medio del juicio penal, el abogado defensor fueguino Raúl Paderne explotó y abandonó la defensa, saliendo de la sala de audiencias dando un portazo. Era un juicio ante el Tribunal Criminal nº 1 de Ushuaia.
Seguramente, a muchos les parecerá una conducta impropia. Eso porque no conocen a los jueces Maximiliano García Arpón y Alejandro Pagano Zavalía, personajes arbitrarios si los hay, que, para colmo, integran el único tribunal de juicio de Ushuaia. Yo también los sufrí...
Antes de comenzar el juicio el tribunal ya había denegado a la defensa la declaración de la víctima y la declaración de la pareja del acusado. Era un caso de abuso sexual.
Durante el juicio, un testigo dijo que el imputado conducía un remise de color verde. La víctima había dicho que el imputado la había llevado al camping municipal en un Toyota Corolla color gris.
Cuando unos minutos después declaró como testigo una perita psicóloga del Poder Judicial, Marina Zamar, Paderne pretendió preguntarle si la confusión entre los colores distintos del auto (uno gris, el otro verde) podía ser interpretado como un indicio de mendacidad en la versión de la víctima.
Ante ello, el presidente de la audiencia, Maximiliano García Arpón (los demás jueces eran Alejandro Pagano Zavalía y Rodolfo Bembihy Videla) le hizo saber al defensor que no podía realizar esa pregunta porque hacía referencia a datos no agregados al expediente. Paderne replicó que el dato formaba parte de la causa porque acababa de ser incorporado por uno de los testigos declarantes, y el juez se mantuvo en su decisión de no permitir la pregunta (destacado agregado).
Pagano Zavalía también intervino para "advertirle" al defensor que si se retiraba abandonaba la defensa, pero "a Paderne ello no le interesó y se fue de la sala dando un portazo" (ver).

La decisión de García Arpón es claramente arbitraria —independientemente de si nos gusta o no la línea de defensa—. Decir que el dato no estaba "agregado en el expediente" es una animalada; acababa de ser introducido por un testigo durante el juicio. Y eso es lo decisivo, no si está en el expediente. Además, le negó al defensor su derecho a que el rechazo de su pregunta quedara asentada en el acta del juicio. La decisión solo manifiesta la pura voluntad del juez de no permitir interrogar.
Advierto que la decisión no tiene nada que ver con una cuestión de género. García Arpón seguramente no sabe de qué se trata. No conozco al tercer integrante de ese tribunal (Rodolfo Bembihy Videla), pero tanto García Arpón como Pagano Zavalía hacen terrorismo judicial.
Maltratan a los defensores —oficiales y particulares— de tal manera que impiden el ejercicio efectivo del derecho de defensa, ya que sancionan formal o informalmente a los atrevidos que reclaman por los derechos de sus representados. Mientras yo estuve allí defendiendo a un amigo en un par de juicios, los otros defensores me pedían que yo realizara planteos varios que no se animaban a hacer ellos. En el caso, tuve que llegar hasta la Corte Suprema para que pusieran a mi defendido en libertad, a quien le habían dictado una arbitraria detención preventiva.
En ese caso, también se restringieron las preguntas al perito contador, quien interrogado por los defensores mostraba que no tenía ni idea del peritaje que supuestamente había realizado. El peritaje era la prueba central del caso. ¿Qué hizo Pagano Zavalía? Interrumpió el interrogatorio. ¿Por qué? Porque:

"Después de todo, él no es un experto, es un perito".
El abogado Paderne dijo al Diario del fin del mundo que quedarse "significaba convalidar una parodia de juicio que en realidad era un pelotón de fusilamiento".
“Y encima no permitió que esa negativa, que es una barbaridad, constara en actas. Yo le dije que entonces se sentara junto al fiscal, porque su rol no estaba siendo el de un juez”, explicó.
También contó que otro juez del Tribunal Oral de Ushuaia, Alejandro Pagano Zavalía, le advirtió que expresarse de esa forma era una falta de respeto, pero “yo creo que actitudes como la de este juez son las que nos faltan el respeto a nosotros, desde hace muchos años”, señaló Paderne.
Finalmente, afirmó que "tal vez sea la oportunidad de un debate más profundo. Estas cosas no pueden seguir sucediendo" (ver).

Entiendo absolutamente la reacción del abogado Paderne. ¿Por qué los litigantes debemos seguir haciendo “como si” estuviéramos actuando frente a tribunales integrados por jueces serios, idóneos e imparciales? ¿Por qué debemos realizar planteos fundados seriamente y luego someternos al poder arbitrario de señores que dicen ser jueces y resuelven lo que se les ocurre? Estamos hablando de la más pura arbitrariedad y de la degradación de los principios más elementales del constitucionalismo clásico y del Estado de derecho.
Se trata de hechos y prácticas del tribunal de juicio de Ushuaia por todos conocidos, pero el terrorismo judicial que hacen al menos dos de sus miembros tiene como resultado que nadie diga ni haga nada contra estos personajes.




1 comentario:

leo dijo...

Por eso es importante grabar los juicios, últimamente a costa de la defensa solicito la grabación al.mrnos en audio de los mismos en provincia de Bs. As. Y hacer constar en el acta los dichos de los testigos ya que los jueces y secretario anotan lo que se les canta .