Como bien dice el título soy un EEEJADC, esto es un Estudiante Empleado de Estudio Jurídico Ayudante de Cátedra.
En segundo lugar, me parece sumamente enriquecedor el debate que se está dando en el blog, que debe ser la piedra basal para que todos los actores que intervenimos en la educación universitaria, sobre todo en la educación pública, nos replanteemos que modelo de universidad queremos.
Ahora, sí, entrando de pleno en el debate, paso a dar mi punto de vista sobre el tema: La cuestión excede largamente si la clase está cargo de un AQDC, un FQDC, un JQDC, si se sigue enseñando el derecho como se lo hacía hace mas de cien años.
En el siglo XIX, o a principios del siglo XX; los afortunados que podían acceder a la educación universitaria eran estudiantes full time, asistían a cursos de muy pocos alumnos en los que el profesor a cargo del curso dictaba una clase magistral personalizada (basta con leer las memorias del Dr. Repetto "Mis primeros ochenta años de vida", donde cuenta que los estudiantes de medicina eran en total veintiocho), y una vez recibidos de abogados eran apadrinados por otro profesional, que les daba una mano para hacer sus primeras armas en el derecho. Hoy, la mayoría de los alumnos/as, además de ser tales; deben trabajar ocho horas diarias (por lo menos) para poder financiar su carrera, el sistema de dictado de clases sigue siendo el mismo, pero con cursos multitudinarios llevados adelante profesores que por lo general muestran muy poco compromiso con la formación de profesionales.
Sin contar que la inserción laboral es muy difícil, y en muchos casos en condiciones paupérrimas.
El producto de esto no es otro que la formación de profesionales, que en el mejor de los casos sólo son conocedores del derecho positivo, con serías dificultades para la práctica profesional, pero nunca van a poder analizar una cuestión desde el punto de vista lege ferenda.
También los estudiantes son corresponsables de esta situación (basta con ver que la gran mayoría solo va a la facultad a buscar un título, sin importarle si adquiere o no los conocimientos que lo respalden). Antes de terminar, creo que no está de más aclarar que si bien hable de una falta de compromiso por parte de docentes, y alumnado; hay afortunadamente muchas excepciones a la regla, plasmadas en docentes que teniendo todo en contra, fomentan la investigación y generan inquietudes en sus alumnos, y educandos que tienen inquietudes que van más allá de lo que les hace conocer su profesor, o los libros que estos le indican para su lectura.
En conclusión, y para no aburrir más a nadie, creo que es sumamente necesario plantearnos cuál debe ser el futuro de la educación universitaria, y en base a ello proponer acciones concretas. Se escuchan propuestas. Saludos.
Nicolás Vargas
¿¿CORRECTO?? ¿¿HAY DERECHO??
Por Matías CROCE
DIJO BOVINO (que de BOVINO no tiene nada):
Este blog es mi blog personal. No escribo ni opino en mi calidad de socio de un estudio jurídico, de profesor ni de miembro de ninguna institución (BOVINO DIXIT, o DR. JEKYLL y MR. HYDE: LA DISECCIÓN DE LA PERSONA O EL RETORNO DE LA DOBLE PERSONALIDAD DEL ESTADO LLEVADA A LOS SÚBDITOS… O ¡¡JANO SE PRONUNCIA Y SENTENCIA CON VOZ NIETZSCHEANA!!
¿En calidad de qué uno opina/escribe, entonces? ¿Los jueces podrían tener su blog bajo dicha inteligencia argumental para satisfacción de BÖHMER? ¡¡Pero no podrían dar clases!! Dos personalidades opuestas (JCs y/o ABs versus Ps) se disputan el alma (¿?) de un hombre (será el hombre nuevo? Será una reedición del mítico personaje representado por Luis Sandrini, el Profesor Hippie!!)
¡¡CORRECTO!!
La cuestión del tiempo es, entonces, crucial. Si los procesos fueran llevados adelante por JCs, si las audiencias que por ley deben tomar, las tomaran, si a las múltiples chicanas de los abogados y abogadas (ABs), en vez de recibirlas y responderlas por escrito un empleado del tribunal, las recibieran JCs en persona y, con mirada adusta interpelaran al letrado a comportarse como debe, entonces los casos serían muchos menos, la tardanza tendría alguna relación con la relevancia del pleito y la legitimidad del Poder Judicial no estaría en el lamentable nivel en el que se encuentra hoy (BÖHMER DIXIT).
Ahora bien, pregunto sin ironizar: ¿Quién habla aquí? ¿Habla el profesor o el abogado? ¿Quién litiga?
¡¡CORRECTO!!
Respecto del conflicto de interés que surge de compartir espacios institucionales en los que se desarrollan relaciones de poder con abogados que litigan o que pueden llegar a litigar ante sus estrados, la situación es clara… (BÖHMER DIXIT) Igualmente: ¿Resulta posible una asepsia valorativa? Los jueces son algo más que la boca de la ley a esta altura, no?
¿¿CORRECTO??
Cuando los JQDC discuten la interpretación de la ley están adelantando opiniones, discutiendo interpretaciones, recibiendo alegatos informales (BÖHMER DIXIT). No estoy de acuerdo. Los jueces pueden —y deben— tener posición tomada sobre cuestiones de alto voltaje social cuya sensibilidad no puede resulta ajena. No creo que el estrado sea una suerte de confesionario. Es inaudible pensar —por ejemplo— que Zaffaroni no exponga su postura sobre determinados temas sobre los cuales ha trabajado y se ha pronunciado. La honestidad intelectual impone que los jueces se hagan cargo de sus posiciones y que las tengan inclusive de antemano para evitar, precisamente, el efecto “pan-que-que”, al decir de Bilardo.
La independencia de criterio pasa por otro lado. Como juez no podrá hacer campaña política pero seguramente tendrá convicciones políticas, simpatía o empatía por alguna bandería política, tendrá ideología, etc. No podrá se objetivo porque sus veredictos siempre serán subjetivizados; nadie puede escapar de la novela autobiográfica que origina cada decisión tomada. ¿Tampoco somos el perro de nuestras ideas, no? Tenemos derecho a cambia, a pensar distinto hoy de ayer. O vamos a convalidar —en otro plano analítico-—que los periodistas deportivos no tienen simpatía por algún cuadro o equipo!! Seamos objetivos: somos subjetivos porque somos sujetos inmersos en una sociedad cuya derecho es manifestación directa de dicha sociedad (decadente, muchas veces) y sus componentes (jueces incluidos).
¿¿CORRECTO??
Ojalá todos pudiéramos ser profesores y nada más. Que pudiéramos vivir de la academia y listo (TEDESCO DIXIT y el Gobierno de los Filósofos).
La pelea por el alma de la Toga. Indudablemente la tensión pulsional devenida a raíz del primer disparo efectuado por BÖHMER contra los AQDC (aclaro que en mi caso ni siquiera llegué a ser un AQDC: Fui ayudante de cátedra —o algo por el estilo— cuando todavía no era abogado en Derecho Constitucional (UNL) y luego —ya como novel abogado— fui practicante —conforme la terminología acuñada vía reglamentaria— en Derecho Administrativo (UNL).
Actualmente soy un AQNDC; es decir, soy una suerte de PERELMAN padre —no el iusfilósofo— sino el personaje del film nacional –—ecomiendo verla— “Derecho de Familia”, tribunalicio de fuste sin apetencias académicas o, en palabras de TEDESCO, mutatis mutandi, que nunca devendría en profesor: en lo particular espero coer con mejor suerte y poder estudiar afuera, luego dar clases en posgrados en universalidades privadas (después de haber aprendido todo en la universidad pública!!), asesorar a alguna ONG –y/o elípticamente a algún gobierno- y ser un “clínico” del derecho, en fin, ser un becario (o becado?) por alguna embajada extranjera o alguna fundación de alguna multinacional filantrópica), ha causado un debate interesante que trasciende, a mi entender, la mera compulsa entre AQDC/JQDC vs. Profesores full-time.
Comparto la opinión de TEDESCO (el problema no es la base subjetiva) y de GUARIGLIA (en cuanto su postura de enriquecer la visión académica y tornarla más atractiva: en fin, la fusión por absorción entre los full-time y los input) y creo que sería oportuno añadir a la discusión la cuestión política que contamina el ingreso de los “profesores” al claustro y que termina convalidando prácticas que retóricamente hacen gárgaras con las palabras “excelencia académica” y luego, detrás de bambalinas, permiten la irrupción de oscuros personajes que no son ni una cosa (AQDC) ni otra (JQDC) ni mucho menos la otra (académicos), hibridez constante que pervive en nuestras facultades, lamentablemente, y que bastardean un espacio vital para la construcción democrática. Sugiero añadir al debate los (cómo llamarlos?) …QDC: Políticos universitarios: Líbranos Max Weber!!? Funcionarios universitarios (O funcionales, mejor)? En fin, invito al amigo BOVINO, cuya imaginación resulta frondosa y extremadamente convincente a la luz de su paradigmático blog, a bautizar con el mote que encuentre más políticamente correcto!!
Soy abogado y antes fui estudiante. En dicha lid siempre bregué por una enseñanza que privilegie la excelencia. Comenzando desde quienes deben impartir clases y generar en los oyentes una saludable crítica más allá de la memoria repetitiva y puramente exegética, generalmente de cuño privatista, subalternizando el derecho público y aquellas materias extacurriculares –o mejor, aquellas cuya razón de ser trascendía toda codificación y, en definitiva, nos hacía pensar al derecho como una práctica social discursiva, ideologizada, con incumbencia política, etc.). Hoy, desde el otro lado de la palestra, exijo lo mismo y percibo que los cursos de posgrado también adolecen de innumerables vicios. La cuestión política y comercial-universitaria también debería ser analizada y debatida más allá del tamiz romántico instalado, sanamente desde el blog, respecto del monopolio profesoral.
Breve conclusión: Alberdi decía que no eran las leyes las que debíamos cambia sino las cosas, los hombres. Quizás la clave de bóveda esté –siguiendo a TEDESCO- en generar ámbitos de responsabilidad suficiente y que cada uno realice su actividad con probidad y la dedicación necesaria para colmar íntegramente cada módulo que tenga que enseñar (para el caso de los AQDC). Creo que debería haber una mixtura y que el elenco de profesores reúna las distintas y complejas realidades que debe afrontar el Derecho y que los operadores del derecho no somos ajenos a los vaivenes que produce la cambiante materia prima sobre la cual versa nuestra disciplina.
2 comentarios:
Me encantó este extenso y genial post del amigo Croce.
Comparto totalmente sus ideas.
Saludos
Domingo Rondina
Hola Domingo, un gusto tenerlo por acá. Recuerdde lo que prometió que iba a escribir... Abrazo, AB
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