9 nov 2009

ÉRAMOS POCOS... Y PARIÓ LA ABUELA (EL DEBATE CONTINÚA)

El Bioquímico Que Quiere Saber (EBQQS)

Por Darío Scotto




Darío es el de traje azul





Antes que nada, pido disculpas por inmiscuirme en tan ilustre y sobre todo, racional auditorio, ya que no pertenezco al mundo del derecho, sino al área de ciencias-exactas-biológicas (tengo el titulo de bioquímico, otorgado por una universidad nacional).


Conocí este blog a través de haber entrado en contacto con un ex-compañero de colegio, quien también forma parte de comunidades virtuales que nos incluyen.


Suelo leer algunas de sus presentaciones, no todas, ya que la terminología técnica supera mi comprensión en esos temas, y en una de ella encontré una frase que me disparó una espiral reflexiva: “Soy un abogado que da clase”.


Si bien a través de los aportes sucesivos, se pudo ver que la frase se utilizaba con diferentes acepciones, impresiona gratamente que subyace en ella una virtud que escasea en estos tiempos y en mis connacionales: la humildad (para ser sabio debo reconocerme ignorante).


Finalmente la acepción consensuada en los debates, parece ser la de un abogado que ejerce su profesión, y que además da clase, sin necesariamente tener las herramientas pedagógicas adicionales que proporciona la carrera de didáctica universitaria.


Si a esta clase de profesores los llamamos A, nos quedan los otros que llamaremos B, que serían los abogados que dan clase exclusivamente, o sea, que viven de la docencia.


Extendiendo el análisis a otras carreras, sucede lo mismo, son los profesionales los que dan clases.


En el área de salud, medicina, bioquímica, por ejemplo, hay un ciclo básico de materias que, perfectamente, pueden ser dictadas por profesores que no ejerzan; ejemplo, un médico puede ser erudito en anatomia sin saber como tratar alguna enfermedad.


Sin embargo, semiología, o medicina interna, no podría dictarla alguien que ejerció muy poco tiempo.


Y ahora pregunto, porque esto no pretende ser un aporte al debate, sino un medio para evacuar mis propias dudas que el debate ha generado, ¿en abogacía no ocurre algo similar?


Allá por los años 1983-1985, cuando estaba haciendo la residencia en el Hospital de Clínicas, un medico tucumano, recién recibido, me dijo lo siguiente: “lo peor que te puede suceder en medicina es recibirte, porque pasás de ser un alumno brillante, a un médico que no sabe nada”.


Vuelvo a preguntar, en abogacía, ¿acontece algo similar? ¿Se pasa de ser un alumno brillante a un abogado que no sabe nada? Si así fuera, es obvio, que es más valioso el aporte de docentes que estén imbuidos de los secretos del ejercicio profesional.


De todos modos, salir de un acto de colación, con un título bajo el brazo, implica un salto al vacío para cualquiera y en cualquier profesión, y tampoco se puede pretender que un egresado salga con el conocimiento que confiere la experiencia de años.


Deberíamos también evaluar hasta qué punto, a los 20 o 24 años somos receptivos de experiencia ajena, lo importante es, como decía un decadente periodista de TV, ya fallecido (perdón por acordarme de él): “ayudar a pensar”.


Finalmente quisiera agregar algo sobre las innumerables herramientas que la tecnología nos aportó en los últimos años, con aplicaciones didácticas.


Sin desmerecer los posibles méritos de estas nuevas herramientas, es muy común ver en congresos, charlas, etc. (me refiero a mi área de incumbencia), profesores “cañones-dependientes”, o “retroproyectores-dependientes” .


Todos los de mediana edad recordaremos algún profesor de secundaria, al que apodábamos “Adán” o “Eva”, dependiendo del sexo (se le cae la hoja y se queda en bolas).


Pues bien, las postmodernidad permitió, entre tantas cosas positivas, el advenimiento de la versión actualizadas de esos profesores, constituyendo una nueva clase de profesores, o disertantes: “Presentadores de power-point que dan clase”.


La siguiente, por favor, y con esto termino:


Gracias por el espacio. Saludos,


Darío


N del AQDC: Gracias, Darío. Lo de lo los Presentadores de PowerPoint... (PDPPQDC?), sencillamente maravilloso.


2 comentarios:

Agustín Eugenio Acuña dijo...

Contestando a Darío: creo que puede pasar algo de eso que vos decís...

Ejemplo: Historia, Filosofía, Lógica, Teoría del Estado, Teoría del derecho (hasta ahí nomás)y Teorías Económicas
son todas materias de primer año de derecho en la UNTucumán que podrían darla abogados que no ejercen.

Agregaría Filosofía del Derecho (hasta ahí nomás).

No sé si estarán de acuerdo.

Anónimo dijo...

La frase del médico tucumano es maravillosa. Se adapta a cualquier carrera