SOBRE LA
DEMOCRÁTICA
LISTA VERDE DE PEDRAZA
Por Alberto Bovino*
Por Alberto Bovino*
Hoy llegamos
tarde al juicio, alrededor de las 12 y media. Recién habíamos de realizar el
interrogatorio directo las partes acusadoras del primer testigo, Omar Esteban Merino. Estábamos en cuarto intermedio.
Pronto ingresamos a la sala y comenzarona preguntar las defensas. Serían las
12:30. Eran las 18:30 cuando terminamos con la audiencia y pudimos abandonar
Comodoro 3,14.
El Dr. Días dijo en un momento, con una
expresión inescrutable:
No le tengo
miedo a la muerte. Tengo miedo de envejecer acá adentro.
Quedaron
pendientes los otros tres testigos citados. Y así el juicio se va a alargando
más día a día. Al terminar la audiencia estábamos todos fusilados, incluido el
testigo, que respondió afirmativamente nuestra pregunta.
Torturamos a Merino alrededor de 8 horas. Algunas de
las defensas lo volvieron loco a preguntas mal formuladas, pidiéndole detalles
que nadie podría recordar de lo sucedido en unos minutos hace casi dos años.
Una de las
perlitas de la tarde fue, nuevamente, la Fiscal Yevalié. Uno de los defensores
preguntó, simplemente, si el testigo podía indicar si al momento de ver los dos
patrulleros, estos estaban estacionados frente a frente, con ambas trompas casi
tocándose, o si estaban estacionados paralelamente. Es evidente que para
contestar la pregunta bastaba con el lenguaje verbal o, a lo sumo, acompañado
de gestos.
Pues no, la
Yevalié se levantó contenta como perro con dos colas, y localizó los dos
autitos de juguete dignos de la Salita Azul que andaban por ahí. Su entusiasmo
por complicar lo que se podría haber respondido con una sola frase fue
incomprensible. Volvió loco al testigo hasta que logró que utilizara los
maditos juguetes, algo que el defensor que había formulado la pregunta no había
pedido.
En nuestro
caso, Maxi Medina formuló más
preguntas que de costumbre dirigidas a demostrar lo que el testigo corroboró,
esto es, que la conducción de Pedraza
y demás amigos de la “Lista Verde” presionaba de todas las maneras posibles
para neutralizar cualquier atisbo de oposición que les cuestionara el modo en
que ejercía el poder.
Cuando le
llegó el turno a Freeland,
defensor del “Gallego Fernández”, comenzó a interrogar de manera hostil al
testigo y, además, le preguntaba al testigo por la “legalidad formal” de las
elecciones a cargos políticos en la dirección de la UF. Era responder con
el texto del final del art. 18 de la
Constitución Nacional frente a un hábeas corpus por agravamiento de las
condiciones de detención:
No, eso que
el detenido alega no puede ser cierto, pues nuestras cárceles son sanas y
limpias.
Por último,
es interesante ver el resumen de esta nota de Página/12 sobre la declaración
del único testigo de la audiencia de hoy:
Durante una nueva audiencia del juicio oral por
el asesinato del militante Mariano Ferreyra, el trabajador de la línea Roca
Omar Merino aseguró que el delegado de la Unión Ferroviaria (UF) Pablo Díaz
hacía "tarea de inteligencia" durante la movilización de los
tercerizados aquel 20 de octubre de 2010 para saber quiénes iban a cortar las
vías. Y señaló que otra persona ordenaba por handy que "peguen debajo de
la cintura". Además, Merino fue el primer en mencionar al acusado titular
de la UF, José Pedraza, al indicar que es dueño de cooperativas a través de las
que "negrea a los ferroviarios porque los hace trabajar para otro convenio
con un sueldo menor".
Otro de los
defensores le preguntó al testigo si los trabajadores iban a sus asambleas, a
lo que contestó: “No, la Lista Verde no hace asambleas”.
* Soy Apoderado de la madre de Mariano Ferreyra y esta nota solo refleja mi opinión personal.
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