30 may 2009

JUEZ Y ABOGADO QUE DAMOS CLASE

El 28 de mayo invitamos
al Prof. Gustavo Bruzzone a una clase "dialogada"


Una explicación de la clase dialogada aquí y aquí.



De izquierda a derecha: JP Iriarte, JP Chirinos, Esteban Chervin,
Gustavo Bruzzone, Cristian Penna y este blogger





Sacando una foto (en el medio) y JP Chirinos a la derecha




Después de la clase invitamos a cenar al Prof. Bruzzone.
De izquierda a derecha: Cristian Penna, Gustavo Bruzzone, Juan Pablo Chirinos,
Maxi "Cara de Niño" Medina, AB y JP Iriarte (¡qué cara la del Vasquito!).

4 comentarios:

Tomás Marino dijo...

¡No sos un abogado que da clase!

Qué cosa che.

t.

Alberto Bovino dijo...

Sí, Tomás, lamentablemente lo soy. Creo que hay algunas cosas que hago bien como docente, pero la limitación temporal y la falta de conocimientos pedagógicos y de recursos hacen que siga siendo un abogado que da clase.

Abrazo,

Alberto

Tomás Marino dijo...

No soy de los que creen que el conocimiento pedagógico en forma de curso/posgrado/materias sirvan o marquen una cabal diferencia.

Antes que Derecho, estudié un profesorado en música y como terciario que era, me inundaba de materias pedagógicas que en nada me sirvieron. Te puedo asegurar.

La falta de tiempo puede ser un impedimento para hacer "todo lo que te gustaría" hacer como docente; pero el abogado que da clase —a mi criterio— apunta a otra cosa. Ya hay un componente subjetivo claro y evidente: no le interesa. Y desde esa base se manifiesta en todas las demás: faltar, monologuear, que le pongan furioso las dudas de los alumnos, que se sienta atacado, que se vaya antes, que si desaprueba el 80% siempre es culpa de los alumnos y jamás se cuestiona, que no aporte material más que el necesario, que no diga nada diferente a lo largo de los años, que no se actualice,que no se pregunte por el verdadero aprendizaje que da en las aulas, que oculta datos para evitar futuros colegas más despiertos, y una lista que podría durar 54 comentarios.

Consejo de quien estudió 2 años de materias pedagógicas: no creas que en ellas está la solución.

La docencia es una cuestión de interés, pasión y un mínimo imaginación.

Bovino docente che!

Juan Pablo Iriarte dijo...

Tomás,

Leo habitualmente tu blog -que me parece brillante- por lo que creo entender por qué criticas al "abogado que da clases"; y concuerdo con todas tus críticas a la mayoría de los que dan clases en la UBA (y también con tu último post).

Sin embargo, no sé si estoy tan de acuerdo con que esa postura que nos deba llevar a reclamar/pensar/preferir la figura del docente pues, temo, nos acerca demasiado a esa imagen de maestro desligado de la sociedad.

Yo creo que, en todo caso, lo que debemos hacer es arrancarles la careta de abogado a los muñecos que dan clase y llamarlos sencillamente... muñecos.

Y, al mismo tiempo, revitalizar la figura del abogado que ama lo que hace, que labura día a día con las herramientas que da la profesión para modificar y torcer la realidad en pos de la igualdad y la libertad.

Por eso creo que Bovino, como muchos otros, son abogados que hacen con pasión su labor diaria, y que dan clase con el bagaje y la experiencia que eso les da, la que se preocupan por transmitir a sus alumnos.

En una de esas la estoy pifiando, o te entendí mal. Sólo quiero rescatar este punto, por las mimas razones que comenzás diciendo que no sólo el conocimiento pedagógico alcanza.

Slds,

Vasco