16 dic 2015

LAS DESIGNACIONES EN LA CORTE SUPREMA







Je suis Charly

El casi designado Carlos Manfroni pidió disculpas a Charly García, y decidió declinar su designación como Subsecretario de Asuntos Legislativos del Ministerio de Seguridad: “no quiero perjudicar al nuevo gobierno”, le dijo a Radio El Mundo

Gracias a la justificada indignación de Charly García, quien escribió una Carta Abierta, Bullrich dio marcha atrás y la designación parece no haber existido.

En el día de ayer, la red explotó con las críticas a la designación “en comisión” de dos ministros de la Corte Suprema de Justicia por parte del presidente Macri. Garavano debió dar la cara, pues Macri no habló con la prensa respecto a tales designaciones. Garavano, en este sentido, debió defender las designaciones con muy poco convencimiento, y Mario Juliano recordó que antes de que fuera ministro, Garavano había publicado un tuit en el que decía: “los jueces interinos son maleables al poder de turno”.

Las críticas arreciaron en la red. Tanto en Twitter, como en Facebook, hubo un fuerte rechazo a la medida tomada por el presidente con apoyo en el art. 99.19 de la Constitución Nacional. La crítica no solo vino del peronismo, sino también de asociaciones civiles, y hasta de los radicales, aliados del macrismo. Algunos juristas regularmente alineados al macrismo también impugnaron la medida, tales como Pablo Lanusse —quien parece ver en Macri a la personificación de la República— y el constitucionalista Sabsay, entre otros. Por supuesto que también hubo apoyo a la medida.

En una reunión en el Congreso con Monzó, Pinedo, Pichetto, Urtubey y Abal Medina, “los senadores opositores les pidieron a sus pares del oficialismo que le transmitieran a Macri el rechazo del bloque a la forma en la que se designó a los jueces Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz para el máximo tribunal y les informaron que en caso de que ambos juren gracias a este decreto, el Frente para la Victoria (que cuenta con mayoría en la Cámara) no aprobará el pliego una vez que llegue al Congreso”.

Quien generara la primera de las vacantes (Zaffaroni) ha agregado en sus declaraciones que la vacante que él dejó no ocurrió durante el receso del Senado. De suceder lo adelantado en esta reunión, en consecuencia, habría fallos de la Corte que podrían provocar graves problemas de inestabilidad jurídica. Todos estos aspectos, conjuntamente, generarán litigiosidad.

Habrá que ver, además, cómo podría justificar la Corte la validez de ambas designaciones luego de varios fallos que ella misma ha dictado, tales como el caso “Aparicio”, del 21 de abril de 2015. En ese caso, la Corte declaró la invalidez de la lista de conjueces del mismo tribunal elaborada exclusivamente por el ejecutivo y que no recibiera el acuerdo del Senado.



Es decir que la Corte, en caso de declarar válidas las dos designaciones por decreto presidencial, establecería mayores requisitos constitucionales para los conjueces —jueces que intervienen ocasionalmente en un caso— que para los jueces designados de modo definitivo, lo que resultaría absurdo.
Debemos tomar en cuenta, además, lo afirmado en el caso “Aparicio” respecto a las reglas y los precedentes del derecho internacional de los derechos humanos. Allí se cita, en el cons. 18, lo siguiente:


Es evidente que el procedimiento utilizado por el presidente no cumple con las exigencias del derecho internacional. Además, pone en cuestión el posible control de constitucionalidad que debieran realizar los designados sobre los decretos de necesidad y urgencia de Macri. Está claro que al aceptar la designación, prácticamente han expresado su conformidad respecto a la validez de los DNU presidenciales  —aunque su designación fue por decreto simple— que evaden su paso necesario por el Congreso de la Nación, pues en su caso particular también se evadió el acuerdo del Senado.


No somos Charly

No conocemos los verdaderos motivos presidenciales para firmar estas designaciones, tampoco nos interesan. Lo que sí sabemos es que las designaciones de los dos ministros de la Corte Suprema carecen del apoyo o el acuerdo de gran parte de las fuerzas políticas y de diversos actores sociales. Macri ha repetido hasta el hartazgo su vocación por el diálogo y el consenso.  La designación de dos nuevos ministros en “comisión” y por decreto presidencial representa lo contrario de esa promesa, y la posible invalidez constitucional del decreto de designación, con graves consecuencias para la institucionalidad. Nosotros no somos Charly García —lamentablemente—. Pero, como el músico, merecemos que el gobierno deshaga lo hecho.


La vocación presidencial por gobernar por decreto está a la vista. En este caso con particular énfasis, ha habido un gran rechazo de las designaciones por el modo en que se han hecho. El presidente no ha cumplido con las reglas que él mismo prometió respetar. Las reglas de juego básicas de nuestro pacto constitucional son un requisito indispensable para la vigencia efectiva del Estado de Derecho y de la democracia. A Macri se le está exigiendo, simplemente, que cumpla su reiterado compromiso con todos nosotros.









2 comentarios:

juaniosa dijo...

Impecable Alberto, lo comparto. Fuerte abrazo.Juan

Alberto Bovino dijo...

Me encanta esto, cada vez que uno critica a Macri, es un anti Macri, ¿no le recuerda a nada eso? Además, no soy anti-nada. Creo haber dado fundamento para mis críticas. Y también creo que usted cuelga muy rápido la etiqueta de "K". Me encantaría saber de dónde sacan tal certeza. Saludos y gracias por su comentario.

AB