La obsecuencia frente al poder ha sido en muchos casos la norma...
Para muchos jueces sólo existe la orden del Ejecutivo o la Ley del
Congreso, porque son cercanas, porque tienen poder actual, porque pueden
cesarlos en sus cargos o hacerles pasar un mal rato. Muchos magistrados ven la
Constitución como un documento histórico, cuyos autores no detentan hoy poder
alguno y que por lo mismo no pueden hacerlos cesar en el cargo en el caso que
se aparten de los dictados. Y por cierto, ven a los Tratados como si formaran
parte de una estratósfera jurídica cuyas posibilidades de incomodarlos en caso
de incumplimiento son totalmente remotas, inexistentes. Así las cosas, la
jerarquía de las normas no se da a partir de los valores [constitucionales],
sino sobre la base de una estimación de beneficios o perjuicios inmediatos que
se pueden obtener en el muy corto plazo de una manera totalmente personal.
Es por ello que es necesario rescatar en nuestro continente el
valor de la judicatura y de la función que debe cumplir...
Por cierto que ésto es lo que debe de cambiar, y en las
coordenadas axiológicas de nuestras sociedades está inscrita esta posibilidad.
Ya se ha dicho que todas nuestras constituciones encargan al Poder Judicial el
papel de contralor de los actos de los detentadores de otros poderes.
Alberto Borea Odría, El poder judicial y
la impunidad.
El timing de
los jueces para acomodarse frente al cambio de gobierno es realmente asombroso
—aclaro que no me refiero a todos, desde ya—. Me pregunto a qué se deberá.
¿Será un chip que les colocan cuando asumen el cargo? ¿Vendrá en el “kit del
buen juez”, que incluye un sillón con tornillo para usar en su despacho? ¿O
será como la imparcialidad, que les viene dada genéticamente?
A días del cambio de presidente, quizá se alinearon los
planetas, ya que:
a) Oyarbide citó a
indagatoria a Boudou;
b) Se cerró la investigación en el caso Macri;
c) Lijo clausuró la
investigación en el caso Boudou (para elevar a juicio).
Además, los casos “cajoneados” que
involucran a Gils Carbó parece que
han resucitado...
¿A nadie le resulta escandaloso esto? ¿Tan
acostumbrados estamos a nuestros jueces?
En esos expedientes “cajoneados”, si había mérito en la
causa, debía continuar su trámite, y el “cajoneo” implica un prevaricato. Si no
había mérito, el caso debería haber sido clausurado, y haberlos “cajoneado”
implica un prevaricato.
Como si con esto no alcanzara, nos parece terrible que
las fuentes del periodista hayan sido un juez y un fiscal federales, y que lo
informen como si nada extraño hubiere sucedido.
La verdad, me resulta increíble todo esto. Imagínense,
además, que si eso se lo hacen a la Procuradora General, qué no le harán a las
personas comunes.
2 comentarios:
Me pregunto a qué se deberá. ¿Será un chip que les colocan cuando asumen el cargo? Por supuesto que sí. Los nombra un proceso político.
Me acuerdo de un juez, cuya amante (¿y socia?) se tiró por la ventana en otro país. Nunca se efectivizó el juicio político, y siguió muy cómodo en su sillón supremo.
Recuerdo que a raíz de ese episodio, la agrupación "Desorden e injusticia", para las elecciones de la Facultad, había pegado varios afiches. Uno de ellos decía:
SHUT THE DOOR
OPEN THE WINDOW
BELLUSCIO
Saludos,
AB
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