NO ES JODA, ES UN CASO REAL
Titular de un diario
"PEDO HEDIONDO OBLIGÓ A SUSPENDER JUICIO ORAL"
... lanzado en la sala de juicios por alguno de los imputados, custodios, policías o guardaespaldas obligó ayer a suspender el juicio por el asesinato...
Éste fue el episodios más jocoso del segundo día de la etapa de conclusiones de la fiscal, quien ante esta situación expresó:
"Señores jueces, ya no aguanto más, ese olor tan putrefacto me tiene mareada".
Ante esto los jueces ordenaron desalojar la sala, abriri todas las puertas, encender los ventiladores y dar el tiempo necesario para que el olor se disipara. Media hora después todos se preguntaban con la mirada quién fue el "padre" de la maloliente ventosidad.
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Digo yo, ¿y por qué el "padre" debía ser, además de un hombre, uno de "los imputados, custodios, policía o guardaespaldas". ¿No pudo ser la fiscal? ¿Por qué?
8 comentarios:
Podría ser una buena causal para la recusación de jueces y fiscales también. A más de uno la "maloliente ventosidad" le suele rondar por la cabeza.
Recién llegado de las vacaciones... un abrazo, Germán.
Yo no tengo dudas, fue un juez que olvidó el manual de derecho penal en su despacho, y no sabía nada de lo que pasaba en el juicio...
Juajkauijkauijkauijkauijka
jkauiakjuiajkuiajkuiajka
El idealismo de la justica derribado por un maloliente pedo!
que tremendo!
jaujkakaiujkauijka
Esto puede ser un caso para los juicios insólitos que hablabamos con Gilberto Andrea... Nadie esta ausente de las ventosidades abrá que investigar que abrán comido los asistentes al juicio para ver de donde provenía este maloliente pedo...
Para mí fue la fiscal. El que acusa suele ser el culpable... ¿?
Dicen que un día en uno de los ascensores de Comodoro Py (para los extranjeros, es el edificio donde está la Cámara de Casación, las Salas de Apelación Federales, los Juzgados de Instrucción Federales y varios de nuestros ordinarios tribunales de juicio oral).
Dice la leyenda que un día una prestigiosa camarista subíó al ascesor acompañada por un prestigioso abogado del foro. En el medio del trayecto, un olor como el arriba descritpo casi asfixia a los pasajero.
En un momento la camarista se enoja y dice, ante tamaño olor. Mirá indignada al camarista y le dice:
Ud. es una maleducado.
EL abogado, tranquilamnete y le diece:
No se preocupe, hécheme la culpa a mí.
Bizarro, ¿no?
Las mujeres no hacen caca ni se tiran pedos Bobino. Es una presunción iuris et de iure.
¿Habrá que redefinir el concepto de “pedo-filia” e incluirlo como causal de suspensión del debate?
“Mas vale perder un juicio que una tripa…” si oyó decir por el lado de los imputados, antes que la atmósfera se tornara irrespirable. De ahí las sospechas Alberto.
Sin dudas, la oralidad y la publicidad tiene sus costos.
Maxi F.
Estimados: Tomad conciencia que este inusitado y no menos delirante y maloliente suceso de flatulencia digna de la pluma cervantina, ha sentado precedente.
Saludos.
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