9 sept 2015

A CASI 5 AÑOS DEL ASESINATO DE MARIANO FERREYRA




Mañana a las 10 am, en Comodoro 3,14, la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal dará a conocer la decisión en el caso por el asesinato de Mariano Ferreyra.

La Sala III está integrada, para este caso, por Catucci, Borinsky y Gemignani, dado que Riggi debió apartarse por ser imputado en el caso de las coimas de Pedraza.


Extracto de una entrevista a Maximiliano Medina




-¿Qué expectativas tienen de lo que pueda decidir Casación?

-Hay que destacar que la sentencia como hecho político y judicial es histórica. Nosotros valoramos mucho las condenas. No hay precedentes en la historia judicial argentina de una condena a un líder gremial por la muerte de un militante. También es histórica la condena a los policías, cómplices por no intervenir protegiendo a los manifestantes. Más allá del monto de las condenas, eso es algo que siempre rescatamos del tribunal. Las expectativas en Casación son muy grandes, porque consideramos que está probado el plan criminal que involucró a las patotas de la Unión Ferroviaria y la instigación de Pedraza y Fernández.

Un juez con “antecedentes oscuros”

Eduardo Riggi, integrante de la Cámara Federal de Casación Penal desde 1992, es el único hombre del Poder Judicial que figura entre los trescientos políticos y periodistas de la agenda de Pedraza. Integra la Sala III, la que revisará las condenas. La fiscal Wilma López descubrió maniobras del gremialista para Riggi decidiera sobre su destino. El camarista debía influir sobre sus colegas Liliana Catucci y Ana María Figueroa para garantizar la impunidad de los sindicalistas.

Pedraza recurrió al ex juez federal Octavio Aráoz de Lamadrid para llegar a Riggi. Ángel Staforini, el contador de la Unión Ferroviaria, fue detenido cuando llegaba a su estudio  con 50 mil dólares en un sobre. Luis Ameghino Escobar, un funcionario de la Cámara denominado “el señor de las teclas”, debía manipular el sorteo del expediente para que llegara a la Sala III.

-Más allá de que el juez Riggi no va a conformar el tribunal que revise la sentencia –será reemplazado por Mariano Borinsky para resolver este caso-, ¿qué consecuencias tiene que la apelación vaya a ser tratada por la sala que Pedraza quería?


-Siendo la misma sala uno tiene la expectativa de que no haya ningún tipo de contaminación en un caso de tanta trascendencia institucional como este. Confiamos en la buena fe de los jueces que van a intervenir. Esperamos que se vuelquen a las cuestiones técnicas con la seriedad y el compromiso que un caso de estas características requiere. Creemos que sería de suma gravedad institucional que esto se viera empañado por la actitud de un juez con algunos antecedentes bastante oscuros.







El caso es complicado no solo por las diversas cuestiones jurídicas que plantea sino también y especialmente por la cantidad de partes (ministerio público, querellas, defensores) recurrentes. Sin embargo, en eso consiste la función de la Cámara Federal de Casación: en dar la última palabra en casos complejos. Esperemos que estén a la altura de esa función.





1 comentario:

Anónimo dijo...

Dr. Alberto Bovino fui alumna suya, por ello un gran recuerdo y respeto por su sana crítica, estoy con ansias esperando su comentario sobre el voto de la dra. Catucci en el fallo.