La diputada nacional Marcela V. Rodríguez anunció su renuncia a la Coalición Cívica. Brevemente expresó “este espacio político, gradualmente, ha dejado de representarme así como yo no represento a dicha Coalición. La legisladora anticipó que conformará un bloque unipersonal en el Congreso y cumplirá su mandato hasta diciembre de 2013, período para el cual fue elegida por la ciudadanía.
Adelantó que los ejes de su tarea legislativa continuarán siendo la promoción y defensa de los derechos humanos, en particular los principios de igualdad y no discriminación, la mejora del servicio de administración de justicia y la calidad institucional, y la garantía de una ciudadanía plena.
Marcela Rodríguez comenzó su carrera política, a los 20 años, integrando el equipo de asesores —coordinado por el Prof. Carlos Nino— del ex presidente Raúl Alfonsín. Es abogada (diploma de honor) de la Universidad de Buenos Aires y cuenta con una maestría en Derecho, Law School, Yale University (EE.UU.). Se desempeñó como Consejera del Consejo de la Magistratura de 2002 a 2006. Ocupó la Vicepresidencia Tercera de la Cámara de Diputados de la Nación durante 2008 y 2009. Fue asesora del Consejo para la Consolidación de la Democracia y de la Convención Nacional Constituyente de 1994. Es autora de numerosas investigaciones y publicaciones sobre reformas judiciales, acceso a la justicia y género, entre otros temas.
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Antes que nada, aclaro que soy absolutamente ajeno a cualquier partido político, que soy un animal político —esto es, que en política soy una bestia—, que soy escéptico, y que de vez en cuando, muuuuuy de vez en cuando, me identifico con las ideas, las propuestas o las decisiones de alguna política o político.
Marcela Rodríguez —con quien alguna vez dábamos el estereotipo de "archienemigos", a propósito de la reforma del título sobre delitos sexuales del Código Penal—, es una de esas personas que como regla, me hace creer que no todo está perdido. Es por eso que publicamos información sobre su trabajo.
AB
6 comentarios:
Hace ya tiempo me preguntaba qué hacía Marcela Rodríguez con la CC.
Bienvenida a la realidad y éxitos.
Elisa
Me duele porque aportaba una mirada interesante a las discuciones del partido. Es cierto, no se puede vivir en la nostalgia, y quedó muy atrás el tiempo en que Marcela admirada a Lilita siendo apenas una asesora más, y Lilita la protegía quizás viendo en esa chica inteligente y laborioso mucho de lo que ella misma fue, y tal vez hubiese querido seguir siendo.
Nunca hubiese pensado que haya diferencias tan grandes e irreconciliables como para motivar esta renuncia: estoy seguro que el afecto está y es mucho, y por lo tanto merecemos saber cuáles son los motivos de la renuncia. Esto, desde el momento en que sin duda son motivos políticos, que ayudarían a decidir al electorado.
Por ejemplo, Cinquerrui los dio, y más allá de que me parezcan bastante afectados y egoéntricos, o de las opiniones que le generen a cada uno, no dejan de ser políticamente útiles.
Además, y acá quizás este el punto más importante: merecemos saber si los motivos son sobreviniente a las últimas elecciones, para evaluar el oportunismo -o no- de haber ido como candidata, en un lugar privilegiado, en una lista que ya no la representaba.
Las diferencias ideologicas me parece que existirian desde hace años, si es que acaso . Lo cierto y comprobable es que la dejaron afuera de la lista de candidatos y que, luego de ello, viene la renuncia.
Me extraña que depositen la desonfianza en Marcela y que exijan algo que ya explicó: la distancia política.
También me cae muy mal el comentario infundado de un supuesto oportunismo de Marcela.
Si atendemos a las razones de Marcela, se refieren a su disidencia política con el grupo de Carrió. Y me parece claro que mientras Marcela ha mosrado coherencia en sus valores políticos todos estos aaños, Carrió ha mutado en una persona bien diferente a la de hace varios años atrás.
Saludos,
AB
SE FUÉ ANTES DEL DESASTRE DE LA INTERNA. LA COALICIÓN CÍVICA NO TIENE NINGUNA RAZÓN DE SER.
Percibo en muchos "ninólogos" cierta vergüenza de adherir a cualquier partido político. Como si acompañar un proyecto fuera sinónimo de perder independencia y ser cómplices del mal. Entiendo que la tarea "intelectual" implica cierta disidencia, pero no termino de compartir el "aclaro que soy absolutamente ajeno a cualquier partido político". Ese honestismo que percibo en muchos abogados, junto con un apenas disimulado gorilismo. En fin, es una discusión larga y compleja. Imagino que Marcela Rodríguez hará falta. Siendo honesta y capaz hubiese venido bien. Sin embargo, ser "ninólogo" y participar en un partido político, a la larga, parecen ser opuestos contrarios más que contradictorios. Sé que hablo desde el prejuicio... si están en desacuerdo y me quieren sacar de la ignorancia, pues adelante.
Saludos
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