9 jun 2010

MALDITO CUESTIONARIO 004

CUESTIONADO DE HOY: JUAN PABLO (VASQUITO) IRIARTE






1. ¿Por qué elegiste esta carrera? Entre tu percepción de la carrera al ingresar a la universidad y tu percepción actual, ¿existen diferencias?

A los 18 años, no me resultó fácil elegir que hacer-el-resto-de-mi-vida, como creo que le pasó a la gran mayoría de los mortales (alivio). Durante 9 meses visité semanalmente en un pueblo distante 90 km. del mío a una psicopedagoga que trabaja en orientación vocacional. Mi primer viaje fui y volví como eventual Ingeniero Civil. En el último fui ya como futuro Licenciado en Ciencia Política, y volví como futuro Licenciado en Ciencia Política y eventual Abogado (sorpresa).

Durante los tres años siguientes cursé ambas carreras al mismo tiempo. En Derecho me aburrían mucho las clases de Teoría del Estado y Economía y en Ciencia Política me aburrió Derecho Constitucional. Pero amaba estar haciendo las dos, y no me sentía cómodo cuando me preguntaban cuál elegiría (¿otra vez había que elegir?).

Después de un breve recreo de 18 meses, en el que cambié los libros por la mochila, el Tube inglés y la Lonely Planet, volví a cursar las dos carreras, pero ya era probable que elegiría Derecho. Llegaba el momento de elegir la orientación y todas las fichas estaban en Derecho Internacional Privado, veía con buenos ojos Relaciones Internacionales en Ciencia Política y era pasante en el departamento comercial de una embajada.

Ni sospechaba que, en realidad, esas dos carreras tenían un punto de conexión más fuerte. Fue cuando descubrí, gracias al valioso mundo de la militancia universitaria, el derecho penal, sus discusiones y sus profesores, que finalmente elegí Derecho (triunfo). Y la elegí porque me brindaba las herramientas para intervenir en la realidad que Ciencia Política —por incapacidad propia— sólo me permitía analizar o pensar. Y no me equivoqué.

Por ello, mi percepción de la carrera al inicio no fue buena. Derecho era para mí algo tosco, mecánico y marcadamente conservador, por oposición a Ciencia Política. Hoy pienso que esa percepción no era del todo exacta, particularmente respecto de su tosquedad y mecanicismo, y sólo hacia el final pude comprender las –necesarias- relaciones entre Ciencia Política y Derecho (sí, la secundaria sarmientina y a-política me había sesgado).


2. ¿Cuáles son los aspectos negativos de nuestras universidades y qué cambios propondría?

Sólo conozco con cierto detalle a la UBA, y se me ocurren dos cosas, una antigua y otra, por así decirlo, reciente. Creo que nuestra universidad falla en no articular fuertemente no ya las distintas carreras sino, siquiera, sus diferentes facultades. Es realmente decepcionante y económicamente ineficiente, la imposibilidad de tomar materias en diferentes facultades de acuerdo a su especificidad de forma regular y sin mayores complicaciones, de modo que cada una de ellas sume para la carrera elegida. Es políticamente desastroso el aislamiento de las facultades entre sí, particularmente la de Derecho “y Ciencias Sociales” (en cuyo subsuelo en su momento se pensó en dictar Ciencia Política, que el positivismo logró expulsar para beneplácito del necesario cuidado del parque automotor y los comercios no necesariamente mecánicos).

Otro aspecto negativo es la forma en que se organiza la producción y transmisión de conocimiento y la manera en que la Facultad de Derecho va custodiando los cuadros académicos que produce. Si bien es necesaria y justamente defendida la vinculación de la universidad con la sociedad, de sus profesores con el ámbito de aplicación del derecho, creo que es imperioso conformar un cuerpo de profesores full time alrededor de los cuales se organice la producción y transmisión de conocimiento, de modo de contener cuadros propios que, por diferentes razones, perdemos, y que limita considerablemente las posibilidades de producción de conocimientos.


3. ¿Qué cualidades debe tener un buen profesor?

Debe ser capaz de incentivar a sus alumnos y de guiarlos en sus lecturas. Debe poder ayudarlos a comprender cómo es que funcionan esas lecturas y brindarles las herramientas que les permitan expandir sus capacidades tanto como les sea posible a cada uno. Un buen profesor tiene la obligación también de no favorecer el encasillamiento o facilitar un “seguidismo” de determinadas personas o ideas. Si hay algo que debe hacer un profesor es poner en duda todas aquellas ideas establecidas, reclamar una actitud crítica y advertir sobre las consecuencias sociales, políticas y económicas que tiene el conocimiento que transmite y que produce.


4. ¿Cuál fue el mejor profesor que tuviste durante tu carrera?

Gustavo Bruzzone. Por sus clases, pero más porque fue el profesor que despertó en mí la pasión por el Derecho; y por sus enseñanzas como persona.


5. ¿A quién jamás nombrarías en la Corte Suprema de la Nación?

A cualquiera que sostenga que alguien que nació en Calamuchita puede ser presidente de Estados Unidos por haber sido concebido en Estados Unidos, a menos que de razones por las cuales entender que estaría todo bien con que Messi no juegue la final contra Brasil porque fue concebido por el Barcelona FC.


6 comentarios:

Franco dijo...

Durísima condena a la prensa independiente. Renuncie, montonero Iriarte. Renuncie!
http://www.youtube.com/watch?v=V4wAP626KJo

Alberto Bovino dijo...

Grande Vasquito, pero me perdí con lo de Messi, y el Barcelona FC. Abrazo, Bovino

Juan Pablo Iriarte dijo...

¿Si? Yo también: con los constitucionalistas in the pendiente.
Abrazos,
V

F dijo...

Con Uds., don Badeni
http://www.continental.com.ar/nota.aspx?id=1305304

Anónimo dijo...

PREGUNTA INTERESANTE: ¿Quién es más pelado de la foto?

Anónimo B.

Juan Pablo Iriarte dijo...

yo. qué me gané?
v