OBRA TEATRAL REPRESIVO-ABOLICIONISTA EN TRES ACTOS
Por Cayetano Santos Godino
ACTO SEGUNDO
Fin de clase
Las últimas palabras que dije en esa primera clase que me habría de complicar tanto la vida, fueron:
- En cuanto a si yo sostengo estas ideas o no, esto es, si hablo con voz propia o ajena, tal hecho resulta irrelevante en esta discusión, así que no merece respuesta. Ahora, para continuar, le agradecería que dé su opinión cualquier estudiante que no coincida ni con Giuseppe ni conmigo.
- Y digan lo que realmente piensan —continué—, que esto no es una evaluación. Sólo intento que comencemos a discutir algunos de los varios interrogantes que plantea el mecanismo represivo típico de las sociedades actuales, y que es objeto de este curso, en el cual, con seguridad, no nos ocuparemos de temas tan trascendentes tales como “Definición. Naturaleza jurídica. Caracteres. Jurisprudencia” al desarrollar el programa.
Suena el timbre —porque en la Universidad Privada Federal se usaba el timbre— y entonces digo:
- Bueno... los salvó el gong...
- Antes de que se vayan... La próxima clase, antes de avanzar con otros temas, creo que sería bueno que comencemos precisando algunas cuestiones sobre el movimiento abolicionista. Giuseppe, sería bueno que leyera material sobre el tema para tratar de fundar su punto de vista, ¿le parece bien?
- Puede estar seguro de eso, Profesor.
- ¿Sabe donde buscar?
- ¿Buscar qué?
- Material sobre el tema, Giuseppe, material sobre el tema...
- No se preocupe que me las arreglaré solo.
- No se trata de que Ud. se las arregle solo. ¿No cree Ud. que alguna función debo cumplir yo acá?
- ¿Debo contestar con sinceridad?
- No, le agradezco, creo que por hoy hemos tenido demasiada sinceridad, y recuerden que algún día serán abogados... No es que seamos mentirosos, muchos de nosotros somos, de hecho, muy sinceros, es decir, no mentimos nunca, a menos que nos paguen honorarios... Bueno, pero volviendo al tema, le recomiendo que visite el blog http://soyabolicionistaymelabanco.blogspot.com, allí hay varios debates a favor y en contra del abolicionismo. Y allí encontrará enlaces de lo más variados que lo conducirán en su navegación represivo-libertaria. Es su decisión de qué lado se queda.
- Si algo tengo claro, profesor, es donde estoy; y mucho más donde me voy a quedar.
- Bueno, no esté tan seguro, Giuseppe, no esté tan seguro... —y ya dirigiéndome a toda la clase, agregué como cerrando el día— nos vemos la semana próxima.
Buscando para el enemigo
Terminada la clase, me fui a mi casa. Mi esposa, mis dos niñas y mis tres niños ya estaban dormidos cuando llegué. En mi ruidoso hogar reinaba una paz que invitaba a la lectura y a la reflexión.
Entonces decidí aprovechar la tranquilidad que reinaba en la casa para repasar material como para dar una buena clase de abolicionismo y, de paso, darle una lección a ese excelente alumno, el tal Giuseppe, y a sus teorías represivas.
Me puse a buscar tranquilamente en mi bliblioteca, que ya pedía a gritos que la ordenara nuevamente, es decir, como siempre. Afortunadamente, no había mucha nueva bibliografía sobre abolicionismo, así que ese estante permanecía inmutable con el paso del tiempo.
Entonces decidí aprovechar la tranquilidad que reinaba en la casa para repasar material como para dar una buena clase de abolicionismo y, de paso, darle una lección a ese excelente alumno, el tal Giuseppe, y a sus teorías represivas.
Me puse a buscar tranquilamente en mi bliblioteca, que ya pedía a gritos que la ordenara nuevamente, es decir, como siempre. Afortunadamente, no había mucha nueva bibliografía sobre abolicionismo, así que ese estante permanecía inmutable con el paso del tiempo.
7 comentarios:
SE PODRIA HACER UN CONCURSO EN EL CUAL LOS SEGUIDORES DE ESTA APASIONANTE HISTORIA PROPONGAN SU FINAL...
SALUDOS
MARTIN DE NECO
Que siga!!!! Que siga!!!!!!
MARTÍN, ME ENCANTO LA IDEA. PUEDEN ENVIAR SUS PROPUESTAS A BOVINO88@GMAIL.COM.
ABRAZO,
ALBRTO
Ok Alberto, cuanto tiempo tenemos?
Saludos
Martín
¿UN MES?
buenisimo!!
saludos
de un abolicionista
nicolas garcia
Ok.No prometo nada pero algo voy a intentar. Un mes.
Martín "siempre el malo de la película"
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