CONVERSANDO CON MANUEL GARRIDO

EN EXCLUSIVA

NOS JUNTAMOS A TOMAR UN BUEN CAFÉ CON MANUEL GARRIDO. DE MODO INEVITABLE, SURGIÓ EL TEMA DE SU RENUNCIA. DADO QUE ALGUNAS DE LAS VAGAS CRÍTICAS ECHAS POR LA PROCURACIÓN NO FUERON COMPRENDIDAS NI POR ÉL NI POR MUCHOS DE NOSOSTROS, HABLAMOS DE ALGUNOS TEMAS DE ESOS QUE NO HABÍAN QUEDADO CLAROS.

DADO QUE MI AMIGO NO DIJO EN NINGÚN MOMENTO "OFF THE RECORD", AQUÍ REPRODUZCO UNA SÍNTESIS DE LOS QUE HABLAMOS.

1) El primer interrogante se refería a la insólita afirmación de que el Procurador "no tenía idea de por qué renunció Garrido.

En este sentido, sintetizando, Manuel nos dijo que trató de ser lo más explicativo posible. Righi nunca consideró importante la lucha anticorrupción, al extremo de desconocer no sólo el contenido sino hasta la denominación de las convenciones sobre la materia (ver sino su reciente resolución Nro. 25/09 del mismo día de mi renuncia, en la que olvida además que existe una Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, que es más completa y más reciente que la que cita mal).

2) A continuación le preguntamos cómo entendió la expresión del PGN sobre el "sabor amargo" que le había dejado su raid mediático de hace unas semanas, cuando según sus dichos, le fueron recortadas sus facultades investigativas y persecutorias en temas vinculados a la corrupción?

En este sentido, Garrido señala que el PG del la Nación nunca entendió que la trascendencia pública y la atención de los medios es inseparable de los casos de corrupción, acá y en la China. Tampoco que lo que llama “raid mediático” es una de las maneras usuales en un sistema democrático para promover el debate público y que no estaba dirigido a él, que ya había opinado, sino a llamar la atención del Congreso y de la ciudadanía, aunque con poca suerte, al menos en el corto plazo. Y que cuando uno tiene puesta la camiseta tiene que salir a la cancha y por lo menos parar a los once jugadores en la línea del arco para que no le hagan goles.

3) Finalmente, le preguntamos sobre quienes opinan que, de haber estado ellos en su lugar, no hubieran renunciado.

La respuesta fue contundente: "Vuelvo a insistir en la necesidad de generar un debate público sobre la cuestión. Pensé que era la única forma y, en todo caso, que tal como estaban las cosas la actual Fiscalía –sin modificaciones positivas a la vista- había dejado de ser el lugar para promover cambios institucionales y la sanción de la corrupción. Con la impunidad existente y los límites para actuar en las causas, el hecho de denunciar pasó a ser algo casi puramente mediático y –precisamente al revés de lo que entiende Righi- claramente ése no era mi rol. A mi me gusta abogar y también lo expliqué en la renuncia. No quería ser un 'denuncieitor' insustancial ni convertirme en un vegetal. Si quieren estar en mi lugar que se presenten al concurso. Ojalá que sean mejores y, sobre todo, más exitosos que yo.