LA JUSTICIA EN TODA SU GLORIOSA MAJESTAD
FICCIÓN
En un caso penal, al ser elevada la causa a juicio, el imputado, por su cuenta, presenta un escrito que dice lo siguiente:
“Sres. Jueces:
Solicito su apartamiento del juzgamiento de esta causa por ser ustedes miembros del Poder Judicial. El motivo: ustedes, una vez que son nombrados por mecanismos de dudosa legitimidad para lograr una integración representativa de nuestra comunidad, pretenden hacer del privilegio un modo de vida.
Y decimos modo de “vida” porque encuentran el “tornillo” que todos creen que es sólo un mito, pero que yo he visto en más de una ocasión, con el cual se abrochan al sillón del despacho que se les asigna o del cual se apropian, y que es el ecreto del fracaso de todos los mecanismos de destitución regulados o por regularse.
Se colocan por encima de la ley, porque Uds. se creen la ley, toman como, regla, resoluciones arbitrarias e infundadas y, ocasionalmente, y probablemente por error, toman la decisión correcta —que, por lo demás, se convierte en una interesante disidencia—.
En síntesis, no sirven para cumplir la alta función que se les confía, y si tuvieran un poco de vergüenza y decoro deberían renunciar en masa. Pero esto es sólo mi opinión personal. Y se los digo con onda.
Atentamente, El imputado
El 20 de mayo de 2008, el juez federal Octavio Aráoz de Lamadrid, en la causa nº 11.645/2004 caratulada “Secretaría de Transportes de la Nación y otros s/delito de acción pública”, rechazó una solicitud de acceso a las actuaciones del caso.
Ezequiel Nino (por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia) y Pedro Biscay (por el Centro de Investigación y Prevención contra la Criminalidad Económica), solicitaron acceso a las actuaciones del caso.
Como era predecible, Aráoz de Lamadrid rechazó el pedido con argumentos casi jurídicos y poco convincentes. Pero lo más curioso es el hecho de que cuando le da el toque “personal” a la decisión se va de la pista pero mal…
En un párrafo desnuda su pensamiento diciendo:
“… quiero dejar sentada una observación muy personal. Dada mi experiencia en el trato con las organizaciones como las que representan los señores letrados peticionarios, considero que las mismas pretenden constituirse en una suerte de ‘controladores’ de la actividad de los jueces (sólo requieren intervenir en causas particularmente notorias; luego solicitan acceder a nuestras declaraciones juradas; y en ocasiones promueven investigaciones contra los jueces, que ellos entienden que han obrado mal, ante el Consejo de la Magistratura); con lo cual entiendo que se desnaturaliza absolutamente el sistema procesal y aun la independencia judicial. Los controles jurisdiccionales de los jueces de primera instancia, son las cámaras de apelaciones, no particulares que representan organizaciones de dudosa representatividad (valga el juego de palabras)”.
No es un libreto sobre la historia de la caída del Imperio Romano de Occidente, es el siglo XXI, y se insiste en expresar a costa de los contribuyentes los particulares puntos de vista medievales personales del juez.
Este buen señor es identificado por el diario “La Nación” como:
“Sres. Jueces:
Solicito su apartamiento del juzgamiento de esta causa por ser ustedes miembros del Poder Judicial. El motivo: ustedes, una vez que son nombrados por mecanismos de dudosa legitimidad para lograr una integración representativa de nuestra comunidad, pretenden hacer del privilegio un modo de vida.
Y decimos modo de “vida” porque encuentran el “tornillo” que todos creen que es sólo un mito, pero que yo he visto en más de una ocasión, con el cual se abrochan al sillón del despacho que se les asigna o del cual se apropian, y que es el ecreto del fracaso de todos los mecanismos de destitución regulados o por regularse.
Se colocan por encima de la ley, porque Uds. se creen la ley, toman como, regla, resoluciones arbitrarias e infundadas y, ocasionalmente, y probablemente por error, toman la decisión correcta —que, por lo demás, se convierte en una interesante disidencia—.
En síntesis, no sirven para cumplir la alta función que se les confía, y si tuvieran un poco de vergüenza y decoro deberían renunciar en masa. Pero esto es sólo mi opinión personal. Y se los digo con onda.
Atentamente, El imputado
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MUCHO PEOR QUE LA FICCIÓNEl 20 de mayo de 2008, el juez federal Octavio Aráoz de Lamadrid, en la causa nº 11.645/2004 caratulada “Secretaría de Transportes de la Nación y otros s/delito de acción pública”, rechazó una solicitud de acceso a las actuaciones del caso.
Ezequiel Nino (por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia) y Pedro Biscay (por el Centro de Investigación y Prevención contra la Criminalidad Económica), solicitaron acceso a las actuaciones del caso.
Como era predecible, Aráoz de Lamadrid rechazó el pedido con argumentos casi jurídicos y poco convincentes. Pero lo más curioso es el hecho de que cuando le da el toque “personal” a la decisión se va de la pista pero mal…
En un párrafo desnuda su pensamiento diciendo:
“… quiero dejar sentada una observación muy personal. Dada mi experiencia en el trato con las organizaciones como las que representan los señores letrados peticionarios, considero que las mismas pretenden constituirse en una suerte de ‘controladores’ de la actividad de los jueces (sólo requieren intervenir en causas particularmente notorias; luego solicitan acceder a nuestras declaraciones juradas; y en ocasiones promueven investigaciones contra los jueces, que ellos entienden que han obrado mal, ante el Consejo de la Magistratura); con lo cual entiendo que se desnaturaliza absolutamente el sistema procesal y aun la independencia judicial. Los controles jurisdiccionales de los jueces de primera instancia, son las cámaras de apelaciones, no particulares que representan organizaciones de dudosa representatividad (valga el juego de palabras)”.
No es un libreto sobre la historia de la caída del Imperio Romano de Occidente, es el siglo XXI, y se insiste en expresar a costa de los contribuyentes los particulares puntos de vista medievales personales del juez.
Este buen señor es identificado por el diario “La Nación” como:
2 comentarios:
A.B., espero que leas esto, y que otros lo lean así se conoce un poco más de este juez.
el mismo ocupa el sillo del cula -y saco palabras de otro post- desatornillaran a Galeano, pero la estructura del juzgado sigue incolume.
en un expediente que lamentablemente tramita ante este juzgado, presenté hasta el momento 17 nulidades, la razon es la misma se me notifica de todo (desde procesamientos, sobreseimientos, nulidades, resolucion sobre excepciones, etc) sin copias con lo que se me impide apelar.
demas esta agregar que lejos del derecho al recurso la nulidades siempre las rechazan.
Si te va, te sugiero una idea para otra linea de post como la de observatorio de resoluciones (O.d.R.), que seria un observatorio de practicas judiciales ilegitimas.
Un saludo. Atte. Rodrigo.
Rodrigo, es una buena idea, gracias. Pero este blog ya me ocupa demasiado tiempo, y eso solo da para otro blog.
Saludos,
AB
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