Uno de los grandes problemas que
tiene todo este proceso contra el Sr. Félix Donamaría
es la manifiesta parcialidad del Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito
Judicial Sur (Ushuaia). ¿Cómo resumirlo? Es realmente difícil, porque
prácticamente todos los actos de estos jueces son parciales, pero el que menos
lo logra disimular en las audiencias es Pagano
Zavalía. Solo un par de ejemplos.
Cabe resaltar respecto a Donamaría que su actitud de
intentar sembrar un manto de duda sobre algunas de las firmas de las órdenes de
pago, resultó pueril, pues en realidad no desconoció ninguna de las exhibidas,
sino que dijo que algunas le generaban dudas de que fueran de su autoría, para
inmediatamente desdecirse una y otra vez. Ello, naturalmente, le quita
cualquier verosimilitud a tal actitud, máxime cuando a simple vista y sin
necesidad de ser perito calígrafo se advierte que la totalidad de las firmas no presentan diferencias apreciables
entre sí, y al ser observadas con mayor detenimiento tampoco se advierte que
presenten temblores o inseguridades propias de una falsificación por imitación.
• Respecto de los proveedores del
Estado que fueron condenados como cómplices del peculado, Pagano Zavalía les impuso, entre otras
reglas de conducta, la siguiente:
3) Abstenerse del uso de estupefacientes y
del abuso de bebidas alcohólicas
¿Qué tiene que ver esto con el
delito por el cual se los condenó? Habría que preguntarle.
• Durante el juicio, Pagano Zavalía se dirigió a todos los
defensores e imputados a los gritos, haciéndolos callar cuando preguntaban algo
que le molestaba o decían algo que no era útil para cerrar el caso condenando
como ya lo tenía previsto.
• Cuando los defensores tenían
acorralado al perito Pedemonte
(contador del Tribunal de Cuentas) sobre cuyo dictamen se armó toda la
acusación, el juez PAGANO ZAVALÍA interrumpió el interrogatorio, a pesar de que
no era él quien presidía la audiencia, al grito de:
—Bueno, despues de todo no es un
experto, solo es un perito…
Pero esta vez se superó a sí mismo.
Saliendo en protección del Secretario Novarino,
contestó por escrito a nuestra solicitud requiriendo copias de los fallos
“Gualdesi” y “Berrone”, que no podía darnos dichas copias porque estaban
reservadas. Eso fue el viernes.
Pues bien, el lunes apareció el
fallo “Berrone” —el “reservado”— publicado en la red, en la página de Infojus. Es decir que rechazó nuestro
pedido porque porque se le ocurrió,esto es, porque se le dio la gana. Por ese
motivo, el martes interpusimos esta recusación.
Será interesante ver los argumentos
con la cual la rechazan, porque desde que asumimos la defensa el Tribunal de
Juicio no nos ha hecho lugar a una sola solicitud, independientemente de si
teníamos o no razón.
Así son las cosas por ahora. Este
Tribunal es abiertamente parcial y hostil con mi defendido. Como si ello fuera
poco, cuando uno menciona la palabra “imparcialidad” se enfurecen, confirmando
nuestra percepción sobre la actitud de estos tres jueces.
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