¿VOS TE REÍS?
EL LUNES NOS PASAN A BUSCAR A LAS 6:30 AM
PARA HACER GIMNASIA
I. La
competencia
El fascismo saludable está logrando lo que pocos temas logran. En
la provincia de Río Negro, se pelean entre oficialismo y oposición para ver
quién sirve mejor a sus intereses.
Los radicales Cristina Uría
y Francisco González ya habían
presentado un proyecto de restricción de ofrecimiento de sal en locales
gastronómicos privados y públicos. Pero como todos sabemos, los radicales
suelen quedarse en la tentativa y les falta poder de consumación.
Y entonces el oficialismo ha tomado cartas en el asunto en la nueva
lucha de la OMS (Organización Mundial de
la Salud): la lucha contra los gordos y contra quienes podemos ser definidos
como personas con síndrome de HAL (personas con Hábitos Alimentarios Libres).
Veamos los motivos del proyecto oficialista según surgen de esta nota periodística:
Un rato antes, Cantoni se mostró predispuesto en avanzar en el
tratamiento de una ley que “concientice y regule el consumo de sal en las
personas”.
Cantoni explicó que “actualmente una persona consume entre 12 y 15 gramos de sal por día y la Organización Mundial de la Alimentación
(FAO) pretende disminuirla a 5 gramos, lo que igual significa el doble de
lo adecuado ya que con 2,5 gramos por día estaríamos ante un guarismo normal”.
Cantoni
informó a los legisladores que “es fundamental la comunicación y la
concientización de todos en un tema tan importante porque acá estamos hablando
de enfermedades a largo plazo, directamente vinculadas al sistema de
circulación sanguínea”.
Vale la pena aclarar que el
funcionario Cantoni no es médico,
sino veterinario. ¿No sería oportuno indicarle que una de las diferencias
relevantes entre animales en sentido estricto y animales humanos consiste en el
hecho de que en nuestro caso se reconoce en cierto grado la autonomía de la voluntad?
II.
¿Y a dónde vamos?
Y la lucha bajo el lema “¡Salud o muerte!” sigue avanzando. “O
hacés una vida sana o te cago a trompadas”, es el mensaje que surge de estos
proyectos.
En el largo camino de búsqueda hacia el homo saludable saludable queda la total aniquilación del principio
de autonomía del ser humano, y las terribles restricciones a la libertad de
expresión.
Pasemos y veamos:
La Comisión parlamentaria analizó el
proyecto de Uría y González “que prohíbe expresamente a
establecimientos públicos y privados de Río Negro ofrecer sal, en cualquier
tipo de presentación, debiendo poner a disposición de los consumidores sal
dietética con bajo contenido de sodio”, según mencionó el área de prensa de la
Legislatura.
Al prohibir el ofrecimiento de sal común “en cualquier tipo de
presentación”, se está restringiendo ilegítimamente la libertad de expresión,
pues un establecimiento privado no podría escribir en su carta algo similar a
lo siguiente:
“La casa cuenta con sal común
en cantidades ilimitadas para ofrecerle al comensal que así lo solicite”.
Es hora de que, al menos, los expertos en libertad de expresión y
los órganos del sistema interamericano de derechos humanos tomen cartas en el
asunto. Si tales personas y órganos mostraran un mínimo de preocupación por las
ilegítimas restricciones a la libertad de expresión propias del fascismo
saludable, aunque ello no resulte “políticamente correcto”, las cosas serían
bien distintas.
Y si a Ud. no le interesa la sal, igual debe preocuparse, pues por
este camino seguirán avanzando hasta lograr que se prohíba el consumo (o la
libre oferta) de huevos fritos, de choripán, de milanesas napolitanas, de la
pizza de “El Cuartito”, y de chocolate, entre otros productos. Y ese día,
probablemente, será demasiado tarde.
¡Ah! Me olvidaba… Y se me acuesta temprano, que mañana el Comité “Salud
o muerte” lo pasará a buscar por su domicilio a las 6:30 AM para hacer gimnasia.
¿Qué no le gusta la gimnasia? Jódase.
1 comentario:
Me uno a este movimiento pero propongo pasar a la clandestinidad y asumir grados militares proporcionales a los lípidos acumulados en la circunferencia abdominal.Subcomandante Gómez
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