Por Leticia Lorenzo
Bovino
querido, algunos breves comentarios:
Antes que nada, gracias
por abrir el espacio de debate. Qué bueno sería que la discusión trascendiera y
el sistema judicial se convirtiera, seriamente, en un tema de discusión en la
agenda pública.
El sistema judicial es
un verdadero desastre y, como dijo Fernando Gauna
en su comentario, cualquier persona con un mínimo de sentido común se da cuenta
casi al instante de ello.
En ese desastre nuestro,
algo que me llama la atención es que cuando se abren las discusiones sobre el
punto (llámese "crisis", "problema", o como sea) es que el
debate se oriente siempre preferentemente a la aplicación del derecho y sus
métodos más que a quiénes aplican el derecho. O sea, soy una fervorosa militante
por la desaparición del expediente, la quita de funciones administrativas a los
jueces, la reorganización de los sistemas hacia la oralidad y, por supuesto, la
plena implementación de sistemas constitucionales en lugar de este enjambre de
papeles en el que convivimos en la actualidad.
Pero no puedo evitar
preguntarme si será posible, con estos aplicadores de la ley, tener algún día
los resultados que deseamos. Y es que más allá de la verdad sobre la
construcción cultural que se reafirma permanentemente al interior de los
sistemas de justicia, donde pervive el recalcitrante inquisitivo en las mentes,
los corazones y las prácticas de (casi) todos (incluso, muchas veces, aquellos
que luego se cambian el traje y se van vestidos de "respetuosos de la
constitución" a dar clase), me parece que uno de los factores que
contribuyen a la supervivencia de esa cultura, es que nuestros funcionarios
judiciales tienen procedencias similares, formaciones similares, ideologías
similares y disposiciones a adecuarse cómodamente a esta cultura judicial
actual similares también.
Creo que
cuando hablamos del "perfil del juez" (o fiscal, o defensor, o
funcionario judicial cualquiera que sea) debemos abandonar esa lógica de la
"listita de mercado" donde vamos poniendo todas las características
de lo que consideramos "un buen juez" (al estilo de "un buen
padre de familia") y empezar a pensar con más profundidad cómo queremos
elegir a esos funcionarios para que, una vez llegados a sus lugares de trabajo,
sean buenos no porque les entregamos la listita de mercado deseando que cumplan
con la misma sino porque saben que tendrán que rendir cuentas sobre sus
acciones.
Dos cosas
entonces: Por una parte, deberían discutirse mecanismos de designación
de los funcionarios judiciales que permitan ejercer controles ciudadanos,
democratizar un poco a esa casta y sacar a los integrantes de la "familia
judicial" de ese mundo aparte en el que parecen vivir y, por la otra
tendríamos que empezar a impulsar mecanismos de rendición de cuentas de estos
funcionarios a la sociedad.
Con relación a lo
primero (la selección de los funcionarios) me asombra el grado de
desconocimiento (y opinión desde la ignorancia y totalmente influenciada por
esa cultura inquisitiva que tanto criticamos, en algunas ocasiones) sobre los
procesos que se vienen dando en Bolivia y Ecuador, dos países que con
diferencias bien marcadas, a partir de sus reformas constitucionales más
recientes han establecido en su agenda de prioridades empezar a pensar e
implementar otras formas de selección de los funcionarios del sistema judicial;
seguramente no todo será color de rosa, pero al menos allí hay un intento serio
de variar estructuras.
Con relación a lo
segundo, si no fuera patético diría que es admirable la capacidad de los
funcionarios judiciales para darle la espalda a la sociedad ante cualquier tipo
de pedido de rendición de cuentas. Y no hablo de que den explicaciones por una
decisión en concreto, sino de que cuenten qué es lo que hacen. Seguramente si
la gente supiera qué hacen (o qué no hacen) más indignación causaría la
cantidad de privilegios que tienen.
Y en otro orden de
cosas, también creo que hay una carencia enorme de discusión política
sobre qué es lo que debe perseguir el proceso penal? La discusión acá
parece siempre más orientada a la disputa realización de juicios vs.
procedimientos abreviados, pero rara vez se pone la lupa sobre las porquerías
que llegan a ambas instancias. Un punto sobre el que hay tanto para decir, que
mejor dejarlo ahí picando para no aburrir a los lectores.
Finalmente,
personalmente creo que la madre del cordero sigue estando en la incapacidad de
convocar a otros sectores, a sectores sociales, a discutir sobre la justicia.
Finalmente somos o judiciales desolados, o profesores bienintencionados, o
trasnochados románticos, pero siempre dentro del mismo campo los que estamos
discutiendo estas cosas. ¿Por qué no abrir el debate? ¿Por qué no empezar a dar
una discusión social sobre el robo que es un sistema judicial que puede
graficarse como un elefante en un bazar y que tiene como finalidad perseguir a
ladrones de gallinas?
Todas ideas sueltas, que
espero aporten a la discusión.
Saludos,
Leticia
3 comentarios:
Acceso a la magistratura en España: oposiciones, se presentan 4.300 candidatos a exámen para sólo 400 vacantes, la media para ganar el concurso es estudiar de 8 a 9 hs por día durante 5 a 7 años. Quienes hoy son magistrados, se han presentado entre 5 y 7 convocatorias. Una convocatoria por año, cabe decir. Gana la oposición y debe estudiar FULL-TIME en la Escuela Judicial por 2 años teniendo prohibido trabajar.
Acceso a la magistratura en Argentina: mientras se está en la facultad, hacerse amigo del profesor que trabaja en el Poder Judicial que lo recomendará para que ingrese a algún Juzgado/fiscalía/defensoría, luego él mismo se ocupará de encontrarle una vacante. Una cadena de favores.
Ley de Acceso a la Abogacía en España: a partir de octubre del 2011 quienes se graduen en Licenciatura en Derecho deben hacer un Máster de Práctica Jurídica. Una vez superado el mismo, deberá aprobar un exámen en el Colegio de Abogados que desee matricularse.
Reconozco estas diferencias y veo que en Argentina estamos como estamos porque lo permitimos.
Saludos.
Estimado A. Bovino:
Queda claro que nuestro actual sistema judicial, más que obsoleto, ha muerto: se ha transformado en una maquinaria de lenguaje encriptado,comprendido sólo por funcionarios y abogados, desarrollado en laberínticos pasillos de un Palacio enrejado y cercado de policías, a espaldas de la gente común, cuya finalidad es quitarse trabajo de encima, postergar decisiones y mantener privilegios.
La Nulidad debería ser el Norte abogadil ante la ineficacia procesal; pero sin embargo es la Prescripción quien vergonzosamente se yergue cual meta profesional ante una lentitud bíblica.
Poder contramayoritario no significa dar la espalda a la gente, sino trabajar por la gente y a pesar de las mayorías circunstanciales de la política.
Nuestra Constitución es sabia desde 1853: que en justicia decida la gente y no los técnicos enquistados en sus despachos. No le teman a los jurados; témanle a los funcionarios.
Cordialmente,
Juan Pablo Vigliero
(DNI 17.066.965)
Estimado Alberto: Muchos años han pasado, pero en fin, parece que el destino por uno u otro motivo se encarga de cruzarnos, en buena hora. Basicamente, era para decirte que en mayor o menor medida he seguido tu brillante crecimiento y accionar en el terrenp legal, pero fundamentalmente, tu valentia para decir y dejar decir MUCHAS cosas que molestan, cuestiona y hasta jaquean VERDADES ABSOLUTAS PERO OCULTAS, de nuestro poder Judicial en genera, por lo que te comento, en E. Rios NO somos la excpcion´PARA NADA-, y te agregaria que nestra C del U, TAMPOCO GOZA DE BUENA SALUDUD JUDICIAL, todo lo contrario, se termino un 2011 complicado y se avizora YA, un 2012 TORMENTOZO, no tengas dudas de ello. Nada mas por ahora, desearte lo mejor y que sigas por este camino, que mal que mal quine suscriber, intenta en "pequeñas dosis" en NUESTRA ciudad y en la Provincia tambien, y sabes que te lo facturan, no te lo perdona. Pero en fin, con un programa de radio con buena audiencia y ejerciendo la profesion a full, me he convertido un verdadero "dolo de huevos" para varios, morire renegado mi amigo, es mi destimo. Un fuerte Abzo.
CARLONCHO ACOSTA.-
P/D: t sigo en Twitter, @caviloncho.
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