1 ago 2009

DE ABOLICIONISTAS, REPRESORES Y CONVERSOS - FINAL



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OBRA TEATRAL REPRESIVA-ABOLICIONISTA EN TRES ACTOS Y UN EPÍLOGO
Por Cayetano Santos Godino y Martín de Neco




Ver el Primer Acto, el Segundo Acto y el Tercer Acto.


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EPÍLOGO
El final es donde partí...
Todos guardaban sus libros que seguían escondidos bajo los bancos, Giuseppe acomodaba el material de la exposición.

La lenta pero paulatina retirada del aula crispó un poco más mis nervios. Me moría por un cigarro —ya me habían advertido del Decanato porque la primera clase había fumado en el aula—, y mis alumnos se movían con esa parsimonia cuasiadolescente que caracteriza a la mayoría de los pibes de esta época. Ya con todos afuera, salí presuroso al pasillo, me puse el pucho en la boca y cuando tenía a dos centímetros el encendedor siento la voz de Guiseppe a mis espaldas:

- Profe, en la facu está prohibido fumar... mire el cartel...

Colgado en una de las paredes, rozagante, casi altivo y orgulloso por su leyenda rezaba

UNIVERSIDAD LIBRE DE HUMO

- Je... veo que es consecuente con su discurso...

Dije con el pucho apagado en la boca y apuré el paso hacia la salida, maldiciendo a la bendita Universidad Federal.

Por fin en la vereda logré prender el cigarrillo. Caminé unos pasos pitando fuerte y tragando espesas bocanadas de humo. El cerebro andaba a mil y necesitaba que el alivio subiera lo más rápido posible.

Saqué el celu del bolsillo interior del saco para llamar a mi socio. Quería comentarle como me había ido con Giuseppe porque conocía los pormenores de la historia. Me estuvo cargando varios días y disfrutaba con mi ansiedad. Él y nuestra secretaria hablaban maravillas de mi alumno, incluso intentaban convencerme de llevarlo como practicante al estudio. Sólo pensarlo me causaba arcadas.

- Hola...
- Juancho, ¿que hacés...?
- Y Teofilo, ¿sobreviviste?
- Andate al joraca... casi lo convenzo al niño mimado. Me dio la derecha en un par de cuestiones. En un par de clases lo tengo en un bolsillo.
- ¿No será al revés?

Fue un segundo y un dolor agudo en el oído. El golpe veloz y certero logró quitarme el celular. Un chico de no más de 15 años corría a mil esquivando personas y los clásicos obstáculos de las veredas porteñas. Fue una gansada, pero en ese instante me acordé de Macri. En el patio principal de la Universidad Federal hay una foto de él. Dicen que junto a su padre es uno de los mayores benefactores de la concheta casa de estudios.



Empecé a correr y traté de gritar. Ahí fue justo cuando el alcohol, el café y el tabaco irrumpieron obscenamente en mi organismo. A los diez metros comprendí que mis placeres tornaban imposible que mi físico emprendiera dos actividades al mismo tiempo: o intentaba correr otros diez metros, más de esa distancia sería imposible, o gritaba pidiendo ayuda.

Pero los avatares del universo, complotados en mi contra con la aparición de Giuseppe, me devuelven su gracia... el arrebatador se tropieza con una baldosa floja —volví a pensar en Macri—, voló por el aire y cayó pesadamente ante las miradas atónitas e impávidas de los ocasionales transeúntes. Cuando llegué a su lado le grité:

- ¡Dame el teléfono que me afanaste, negro de mierda...!

Como dije, no más de quince años, no muy alto, un tanto sucio y vestido con un jean y un buzo con una leyenda bastante cómica: “333 MEDIO BESTIA”.

- Si yo no le robé nada, don...
- “Don”, las pelotas, dame el teléfono o te cago a patadas...

La gente se arremolinaba en el lugar. Se escuchaban las primeras voces de incitación a la coacción y castigo directo:

- Pegale... son todos negros..
- Es de la villa de acá la vuelta...
- Chorro... hijo de puta...
- Hay que matarlos de chiquitos... rompele la cabeza...

Etcétera, etcétera, etcétera.

Lo agarré fuerte del cuello.

- Dame el teléfono te dije....

No podía ni contestarme. La experiencia con Giuseppe, el robo, el dolor en la oreja y el clamor de la gente fue como un rayo que me partió la cabeza. Perdí el control, tenía los ojos inyectados de sangre. Me erguí y le pegué la primera patada en la cara.

- Así, pegale, pegale...

Segunda patada. El pibe no respondía. Yo insistí a los gritos

- ¡Que me des el teléfono, carajo!

Tercera, cuarta, y pierdo la cuenta... mucha sangre en la vereda. Veo las caras de los presentes, fieras desaforadas que gozaban de la ejecución pública. Me río a carcajadas. Voces que me felicitan y manos que me palmean los hombros. Nadie me detiene. No escucho las sirenas, ya no escucho nada.

Estoy sentado en el patrullero con la mirada perdida. Sigo teniendo el vacío interior, todo pasa a mi alrededor, pero todo me es ajeno...

- Profe, Profe, he... Profe…

Del silencio que había invadido mi mente, surgió despacio la voz de Giuseppe. Pasaban muchas cosas más, pero yo sólo escuché la voz de Giuseppe.

- Profesor Manfredi, ¿me escucha?

Lentamente, giré mi cabeza y miré su cara desde el interior del auto.

- ¿Lo asaltó también a Usted? Pobre pibe. Intentó robarme el celular, pero no pudo. De todas maneras...

Lo miraba y lo escuchaba, pero mi expresión captó su atención. Me miró tratando de fijar aún más su mirada en mis ojos.

- Profe, ¿me escucha?

Asentí lentamente con la cabeza.

- Entonces le sigo contando. Bueno, hablé con él un par de segundos, un pobre flaco, me dió lástima y le tiré 5 mangos. ¿Usted está lastimado? ¿El pibe lo lastimó?

Ahí fue cuando Giuseppe vió las esposas que inmovilizaban mis manos. Su expresión pasó del interés en mi estado físico, a la incredulidad, hasta que finalmente comprendió.

- Pero, ¿que pasó Profe? ¿Qué hizo?
- Vos tenías razón, José; siempre la tuviste. A estos negros de mierda hay que matarlos a todos...

47 comentarios:

Agustín Eugenio Acuña dijo...

Gran epílogo para una gran historia.

Gonzalo Ramirez Cleves dijo...

Pucha me dejaste realmente sorprendido y sobretodo por la irracionalidad con que los acádemicos podemos actuar. Se dice que Voltaire por ejemplo que hablaba de libertad y de tolerancia, en su vida real era un ser uraño, histérico incontrolado que no dejaba en paz a sus vecinos con sus continuas muestras de mal humor y de intolerancia...

Lo mismo se puede decir de los acádemicos de ahora? Pregonamos los derechos sociales, la inclusión, la despenalización pero al parecer en nuestras propias vidas no ponemos en práctica lo que predicamos... El profesor es una muestra de esta irracionalidad cuando sufre una afrenta en carne propia en donde responde no solo de forma excesiva, sino de forma xenófoba e irracional... cuántos acádemicos se quedaron callados en la Alemania nazi teniendo en frente los guettos, los campos de concentración y las cámaras de gas, cuántos somos complacientes, cuántos decimos algo bonito en los libros y luego nos compartamos de forma animal en la práctica...

Alberto Bovino dijo...

¡A VER SI HAY MÁS LECTORES QUE DEJAN COMENTARIOS, POR FAVOR!

Gracias por lo comentarios, Agustín y Gonzalo. Gonzalo, más allá de la irracionalidad que señalás, una de las cuestiones que se intenta mostrar con el final de la historia es que los dos protagonistas actuaron de forma contraria a lo que sostuvieron teóricamente.

Saludos,

AB

Anónimo dijo...

Excelente secuencia, felicitaciones!

Una pregunta para AB: ¿Qué se te ocurre que plantearía el profesor, cómo forma de solucionar el conflicto que generó su conducta de apalear al pibe?

Saludos desde Mar del Plata!

Julián.

Gonzalo Ramirez Cleves dijo...

Tengo que leer el anterior post para contextualizarme. El patas arriba de los blogs lo deja a uno leyendo solo la última parte y sino tienes buena memoria ya no se acuerda uno cómo era la historia... Así suele pasar... En todo como te había dicho en el comentario del post anterior Giusseppe dejó en ridiculo a este profesor fumador... Esta caída del Acádemico a partir de sus discípulos suele ser una constante de la historia de la Academia: Platón superando a Socrátes y Aristóteles a Platón... Dworkin en contra de Hart y a ver quien le da la puñalada a Dworkin...

Perdona por no saber nada de derecho penal para poder opinar de forma especialida ¿Soy un dummie?... yo me iria por las causas del delito y no por el castigo o la penalización...

¿Responsabilidad penal del adolescente, pena perpetua para violadores y asesinos de niños, pena de muerte?

Porqué hay sicarios jóvenes en Medellín o en Bogotá y porque se cometen esos delitos contra menores... No siempre al matar el perro se acaba con la rabia que sigue polulando como pandemia ante caldos de cultivo como la pobreza, la exclusión y la marginalidad...

Alberto Bovino dijo...

Creo que esa pregunta la debe responder Martín de Neco, él fue el que lo transformó en violento en este epílogo.

Pero supongo que iría por el camino de una salida de contenido reparatorio...

Saludos,

AB

Agustín Eugenio Acuña dijo...

Comentario sobre comentario:

Los grandes maestros son los que enseñan de tal forma, que son superados por sus alumnos.

¿Están de acuerdo?

Alberto Bovino dijo...

Aclaración, mi comentario de la 16:11 es una respuesta al de Julián.

Gonzalo, la criminología etiológica (cuyo objeto es investigar las causas del delito) hace varias décadas que ha caído en desgracia. Ello no significa que no se puedan analizar las causas de la ocurrencia de cierto tipo de comportamiento delictivo.

Y por favor, esto no lo tomes a mal, pero Colombia es un caso tan particular que las respuestas y los marcos conceptuales que utilizamos para nuestros países no sirven allí (me refiero al derecho penal y procesal penal). Ell tampoco significa que no se puedan adaptar estas herramientas teóricas para realizar un diagnóstico serio de la situación, que es el primer paso a todo proceso de reforma para que pueda tener alguna probabilidad de funcionar.

Agustín:

En primer término, coincido con Gonazlo en utilizar el término "discípulo". Y respecto al núcleo de tu pregunta, no creo que sea así. Yo conozco varios casos en que no ha ocurrido tal cosa.

Saludos,

AB

Agustín Eugenio Acuña dijo...

Alberto:

Evidentemente le das un significado más importante a "discípulo" que a alumno. Yo simplemente los usé como sinónimos. Ni me di cuenta.

Obvio que hay casos que no son así. Pero yo digo ¿qué lindo qué sería? ¿no? ¿Suena muy idealista?

Alberto Bovino dijo...

Agustín:

No sé si es idealista o no. Lo que es seguro es que no es cierto.

Saludos,

AB

PS: Martín de Neco, ¡aparecé!

Tomás Marino dijo...

Excelente.

Josefina Minatta dijo...

BRI-LLAN-TE!
Brillante.
Lo lei mil veces completo, porque me parecio buenisimo.
Debo confesar que muchas veces pense desde mi propio lugar (garantista-abolicionista), qué pensaria o qué haria si la victima de un delito fuera yo misma. ¿no querria matar al infeliz?
¿Seguiria pensando en los mismos terminos humanistas en que pienso hoy?...

Me parece tambien interesante el 1º acto, porque refleja la idea cultural acerca de QUIEN ES EL DELINCUENTE: Un profesor no es asociado al delito. Sin dudas existe una cuestion cultural, de seleccion y rotulos. El delincuente es el villero, nunca el academico.
Y puede que en verdad seamos menos tolerantes de lo que creemos, lo cual personalmente me preocupa.
Mas alla de lo discursivo, tambien me fascinó como metodo de enseñanza.
Felicitaciones!

Unknown dijo...

No creo que el caso colombiano sea excepcional aunque cada país cuenta con sus particularidades.. ahora la violencia del narcotráfico esta en México y Centroamérica con ¨las maras¨ puede trasladarse a cualquier otra parte... lo que si tenemos en común en toda latinoamérica son las condiciones de pobreza y exclusión y el caso del villero es el mismo de la favela de Rio, así a los argentinos no les gusté que los comparen con los brasileros...

Recientemente se cerraron parte de las playas de Cancún no por la gripe porcina sino porque tienen el mismo problema de las playas de toda de la región que se cuelen bandas de atracadores y delincuentes y ataquen a los turistas... ¿puede pasar lo mismo en Mar del Plata o en Caminito? no lo sé... En cuanto al Derecho Penal realmente no se en qué va si cayó en desuso lo de la causalidad pues de verdad se quedó sin contenido y tendremos al menos que conformarnos con Beccaria para no leer a Lombroso o Ferri... ¿No es parádigmatico que en toda región se hayan dictado códigos de responsabilidad penal juvenil? Globalización del derecho y de las teorías... porqué no se globalizan políticas públicas para evitar que los jóvenes y niños caigan en redes de delincuentes o que los padres violen a sus hijas en condiciones de asinamiento en lugar de llenar las cárceles o fomentar el hacha del verdugo... ¿americanización del derecho penal?

¿Debe ser rentable hacer y administrar cárceles un negocio redondo?

Nicoleyo dijo...

Muy buen final. Una pregunta AB. Que hacemos con el policia del video de Giussepe que atropella al sospechoso ¿Le aplicamos poder punitivo u otra solucion?

Anónimo dijo...

¿Qué tal la pena del culleum?

Cuatri4

Anónimo dijo...

Gonzalo:

Hace ya varios años fui a Colombia invitado por la Universidad pública que está en Bogotá, y me llevaron a dar siete ciudades a dar el mismo curso de derechos humanos y garantías judiciales.

Anduve en Cúcuta, Quibdó, Bucaramanga, Popayán, y tres lugares más que ahora no recuerdo. En la gran mayoría de esos lugares, por lo que me contaban los operadores jurídicos (jueces y fiscales), ¡no había Estado!

Y cuando les informaba sobre las principales novedades de las instituciones propias del proceso de reforma de la justicia penal, ¡les parecía cómico! De acuerdo con lo que discutimos con varios de estos operadores, había razones específicas y propias del contexto local que hacían imposible el uso de instituciones como las que vimos.

No digo que en todo Colombia suceda lo mismo, pero en algunos de esos lugares, estaba claro que un modelo de justicia pensado para un sistema político que concede el monopolio de la fuerza al Estado resultaba inaplicable allí.

Es cierto que esto fue hace muchos años, pero no creo qeu algunas cosas hayan cambiado demasiado.

Saludos,

AB

Unknown dijo...

Definitivamente las cosas han venido cambiando en Colombia y creo que para peor... la verdad en muchos lugares de Colombia no hay Estado o hay un paraestado, mafiaestado o guerrillaestado que puede incluso y paradójicamente actuar conjuntamente con el Estado oficial.

Sin embargo, no me gusta centrarme en nuestras miserias. No conozco toda la Argentina así que no replicaré sobre tu país, pero tampoco creo que ese Estado en donde todo funciona se vea reflejado en el Cono Sur de nuestra América. Tucumán no es lo mismo que Buenos Aires y tampoco debe ser lo mismo Mendoza que Guymallén... Es decir que de nada vale comparar contextos rurales con urbanos en el caso de qué tipo de Estado funciona y qué tipo de legitimidad hay...

Solo una anécdota cuando fui a Buenos Aires en el 2006 me robarón, y no reaccione a la manera del profesor fumador sino como un turista con miedo. La verdad fue el típico timo, un tipo parado en frente al Colón ya mayor me dijo que si quería una foto, dije que si, me la tomo, me dio un papel, me pidió 5 pesos o algo así y me dijo que volviera al otro día... Al otro dia cuando fui por mi foto el tipo se hizo el loco y no me dio ni foto ni vuelta de pesos... Me fui para la pensión molesto tratando de afanar mis pasos por la plaza de la Casa Rosada que estaba sola y con temor... Tampoco me recomendarón mucho que fuera por Villa Miseria cerca de donde queria apreciar un partido de fútbol al lado del matadero porque no se si alli también me podian robar pero de una manera más violenta...

No sé si allí haya Estado pero comprendi que la querida Buenos Aires a pesar de su aire afrancesado y sus habitantes de origen italiano o de europa central no era muy diferente del resto de Latinoamérica en muchos aspectos, que pesar, pero eso fue lo que percibí.

Bovino es tiempo de volver a Colombia. Tal vez la encuentres peor o mejor, pero eso es que lo tenemos... El derecho penal del enemigo, el derecho penal de autor, el derecho penal objetivo, el juicio abreviado, el principio de oportunidad pueda que sean importaciones norteamericanas o europeas que causan risa en contextos como el nuestro, pero creo que no somos estados no fallidos o fracasados como diría Chomsky, sino en un proceso de formación a veces doloroso y triste... ¿cuánto tiempo más tendremos que esperar para encontrar un poco de civilidad? no lo sé pero al menos tenemos que reflexionar y pensar sobre ello y no quedarnos revolcándonos en nuestras miserias.

Alberto Bovino dijo...

Gonzalo:

Voy a escribir un post ahora que se llamará "Desventuras de un penalista argentino en Bogotá" para sacarte la idea que seguramente expresé mal sobre tu país.

Alberto Bovino dijo...

Pregunta de examen, ¿en que consiste la pena del culleum?

Nicoleyo dijo...

El día 31 de julio del año 1826 fue ejecutado el maestro de escuela Cayetano Ripoll, acusado de profesar ideas contrarias al credo católico (HUERTAS, DE MIGUEL y SÁNCHEZ, 1996, 326-327).
La Audiencia de Valencia, en cumplimiento de la sentencia de la Junta de Fe provincial, dispuso su ahorcamiento.
Luego, el cadáver fue depositado dentro de un tonel pintado de culebras y arrojado al río (CARO BAJORA, 1996).
Este fue el último ajusticiamiento de la Inquisición española, abolida definitivamente el uno de julio de 1835 por decreto de la Regente María Cristina.
La puesta en escena recuerda a la antiquísima pena del culleum romano.
Al reo se lo introducía en un saco con cuatro animales impuros (un perro, un mono, un gallo y una víbora) que se lanzaba a la corriente.
Es un ceremonial de raíces prehistóricas mediante el que la comunidad anhelaba conjurar el maleficio del tabú quebrantado.
Se confiaba en que el líquido elemento fuese una barrera infranqueable para los malos espíritus (CARBASSE, 2000, 58-59).

Lo plagie de pensamiento penal.

Anónimo dijo...

Se me escapó la pregunta de Juliàn. El lunes la respondo porque estoy cenando en lo de mi suegro y mi esposa està a punto de reaccionar como el profesor con el pibe....
Saludos
Martìn de Neco

Anónimo dijo...

Disculpen, no entrò mi primer comentario. Trato de repetirlo: primero agradecer a todos los que se tomaron la amabilidad de comentar la obra y participar. Como cineasta fracasado siempre intentè que mis historias disparen distintas interpretaciones, sobre todo los finales. No quise equiparar la conducta del pibe que roba el celular con la temàtica criminològica de Amèrica Latina (tengan en cuenta que el primer conflicto, el fallido robo a Josè, se soluciona pacificamente). Nunca la soluciòn està en el derecho penal, màxime una conducta tan bagatelar como sutraer el celu a un profesor como Teòfilo. Una vez, a Lau, mi bellìsima esposa, tambièn excelente abogada, le roban la cartera en un local de comidas ràpidas (si McDonald, no me peguen) y empieza a los gritos ante la mirada atònita de un montòn de comensales. "Me robaron la cartera, me robaron la carte..., intentè calmarla. VOS CALLATE, QUE DEFENDES A ESTOS HIJOS DE PUTA...fue su respuesta. En definitiva, nadie sabe còmo puede reaccionar ante una situaciòn extraña y/o lìmite (discusiòn del tema de la culpabilidad). Mi pàrticipaciòn no es acorde con el nivel de los foristas que intervinieron, pero como dije anteriormente, estoy en plena cena en lo de mi suegro a punto de ser apuñalado por mi esposa.-
Muchas gracias
Saludos
Martìn de Neco

Alberto Bovino dijo...

Amigos:

No hay que mezclar cuáles son nuestras opiniones y nuestras propuestas de políticas públicas en el diseño de la políticaccriminal, de la posible reacción qeu tengamos si somos víctimas de un delito.

Un día, en un curso que estaba a cargo de Julio Maier en la UBA, para fiscales del MP de la Nación, a mí me tocaron dos clases.

La primera fue sobre el nuevo papel del MP en un proceso como el cordobés mal copiado por Levene (h), que nos llevó culturalmente al modelo político del Código francés de 1808. Con la reforma introducida originariamente de la posibilidad de delegar la investigación al fiscal, estaba claro que el fiscal —como regla, estaba menos pintado que en el proceso escrito anterior a la vigencia del CPP Levene (h).

Hasta ahí, todo bien, los fiscales hasta parecían quererme y todo. La clase siguiente que me tocó a mí era de encarcelamiento preventivo, y se pudrió todo.

Después de que casi me dejan terminar de exponer una breve introducción, recuerdo que mantuve una fuerte discusión —no fuerte porque fuera a los gritos, sino porque fue muy intensa, sobre cuestiones en las cuales nuestras divergencias eran demasiado amplias.

Con el primero que discutí fue con el Fiscal Pepe Campagnoli, por quien tengo un gran respeto, más allá de que ideológicamente no tengamos más que divergencias. Pero con él, nuestro intercambio fue fructífero, y cada uno incorporaba nuevos hechos y argumentos en la respuesta posterior. Estaba claro queambos estábamos discutiendo sobre política criminal.

La segunda interlocutora se tildó desde el principio con una especie de grito espasmódico que intentaba decir algo así como:

¿Y SI ME VIOLAN LA NENA?

Mi primera respuesta fue: "En el supuesto caso de que violarana su hijas, Ud. no sería la fiscal del caso".

Y allí empezó a gritar como una enajenada de que "esa cosa que yo citaba" sólo protegía a los delinceuntes". La dejé hacer catarsis por un rato, hasta que al final le dije:

"Esa cosa que yo cito se llama Convención Americanas sobre Derechos Humanos, integra el bloque de constitucionalidad, y Ud. debería conocerla".


Hasta ahí, todo bien, pero estoy más que segurode que si alguien se mete con uno de mis hermanos, amigos o sobrinos, me sale el siciliano y me transformo en algo mucgho peor que don Teófilo. Ello no dice nada a favor ni en contra de la razonabilidad pública que sustentemos.

Saludos,

AB

Unknown dijo...

Martin de Neco parece que estoy discutiendo la obra sin haberla leído integralmente. Pero los austricos dicen que ¨nada hay tan entretenido como la discusión de un libro que nadie ha leído¨, lo que quiero decir es ¿Podrían editar el texto completo con videos y todo para volverlo a leer integralmente y discutir sobre la obra? Realmente es difícil leer patas arriba es decir de abajo para arriba como son los blogs...

De otra parte una pregunta ¿En quién te inspiraste para el profesor fumador y para el alumno aventajadO? Mis apuestas son profesor, Alberto Bovino aunque no me lo imaginó pateando a un ladronzuelo que robo un pan como el caso de Jean Valjean y el alumno Tomás Marino por aquello del soy un abogado que enseño derecho. ¿Caliente o frio?

Alberto Bovino dijo...

Acuerdo con vos, Don Gonzalo. Hace mucho tiempo, después de que varios amigos discutían sobre esas películas inentendibles para mi gusto simple en materia de cine, se me ocurrió que uno de mis amigos, el que daba su opinión más vehementemente, no había visto la película.

Entonces le pregunté:

- Martín, ¿pero vos viste esa película?

- No, no la ví...

El resto de los involucrados los desaprobaron simultáneamente con expresiones argentinas varias [censura].

Y entonces mi genial amigo Martín dijo con toda dignidad:

- DIscutir sabiendo de lo que hablás es fácil; lo verdaderamente difícil es discutir sin tener la menor idea...

¡Maravilloso!

AB

Alberto Bovino dijo...

Gonzalo, voy a tratar de ordenar eso de una manera parecida a como la pedís.

Y no es así como decís. Ni yo soy el profesor Teófilo, ni Tomás Marino es Giuseppe. Más allá de que Don Teófilo fume y sea un delincuente, no tiene mucho más en común conmigo —porque yo no bebo alcohol y hago deporte regularmente—. Y cuando empezamos creo que aún no lo había conocido a don Tomás, era el alter ego de Nicolás Laíno, que desapareció de la faz de la tierra.

ASÍ QUE EN CONCLUSIÓN, LAS CUATRO PARTES DE ESTE TOTAL, DE ESTA OBRA EN TRES ACTOS Y UN EPÍLOGO INTERRUPTUS, FUE ESCRITA POR NICOLÁS LAÍNO, VICTORIO MARTÍN DE LA CANAL, Y ESTE BLOGGER.

Reciban Uds. mis más cordiales saludos, es sábado y ya son las 11 de la noche, debo retirarme a descansar.

AB

Anónimo dijo...

Termine de cenar y Lau desistiò con eso que haga sobremesa con la familia y los sobrinitos cabalgando encima de uno. Entro al blog y leo el mejor chiste del mes: que Alberto un sàbado a las 23.00 se vaya a descansar...buenìsimo.-
MArtìn de Neco
P.D. Nico Laino no desapareciò, fue contratado como asesor jurìdico penal criminològico por Radio 10 y el canal 9

Anónimo dijo...

Para Gonzalo Andrès: hace unos años se discutìa, aunque cueste creerlo, la proyecciòn del film "La ùltima tentaciòn de Cristo" en nuestro paìs. En un programa de Tv. se debatìa porque una asociaciòn del Opus Dei habìa presentado un amparo solicitando que no se diera la peli. Increiblemente la justicia le diò la razòn (no recuerdo el nombre del juez)en primera instancia y la cuestiòn cayò en abstracto porque el dueño de la sala desistiò con la proyecciòn por miedo a futuras represalias. Cuando el conductor le pregunta a los miembros de esta asociaciòn si habìan visto la pelìcula al unìsono respondieron NOOOOOOOO....ante la mirada incrèdula del periodista, ensayaron este "argumento": "Nosotros no necesitamos tocar una serpiente porque sabemos de antemano que es peligrosa" sic.
Saludos
Martìn de Neco

Anónimo dijo...

Martín de Neco:

¿Por qué no me creés que voy a descansar, es absolutamente cierto.

Me duermo una siesta y después salgo a una hora apropiada para una persona de mi edad. Y después me acuesto temprano, es decir, 8 o 9 de la mañana, antes de que mi socio me pase a buscar para llevarme a misa.

Soy Cuatri4 desde la clandestinidad.

Gaviota dijo...

Para mí, se muestra claramente que la pasión y la razón no van de la mano, y que en ocasiones gana una o gana la otra.

Muy interesante ejercicio, y bastante entretenido. Me parece, sin embargo, que a ambos personajes les pasó lo del síndrome de "S7ven".

Felicitaciones a todos los que intervinieron en la obra.

Alberto Bovino dijo...

Martín de eco:

hombre de poca fe, aquí se reporta tu coautor de guiones teatrales recién levantado y desayunando.

Saludos,

Cuatri1

AB

Alberto Bovino dijo...

Hasta mañana,

AB

Anónimo dijo...

Al que madruga, Dios lo ayuda. AB, tomo nota de su reporte matutino. Les dejo picando otro punta de discusión: Qué función cumpliría la pena en un proceso contra el profesor, individuo altamente "socializado"?.-
Abrazo dominguero
Martín

Alberto Bovino dijo...

Querido Don Martín de [N]eco:

Entrevisté a los cuatrillizos y me dieron las siguientes respuestas a su pregunta.

Cuatri1: aplicaría las reglas vigentes del derecho penal. Un buen defensor quizá lo saque por alguna nulidad o, a lo sumo, abrevie por homicidio con emoción violenta.

Cuatri2: para protegerlo de que se haga daño a sí mismo, le impondría uan medida de seguridad y lo mandaría al pabellón de locos peligrosos y violentos de un psiquiátrico.

Cuatri3: lo dejaría en libertad y me iría de copas con él esta noche.

Cuatri4: ¡A mí, no me jodan!

Saludos,

AB

Anónimo dijo...

Esperé con intriga el desenlace del relato, en el mientras tanto, volvía a la página, que de alguna manera me perturbaba ofreciéndome un relato de ficción mesturado con unos videos "reales",y una subversión manifiesta y/o solapada de cada uno de sus personajes. Todos ellos me invitaron a la reflexión...me quedé pensando que tal vez el pibe que roba el celular no "es" delincuente, sino que "está" de delincuente. Es decir, el robo, la feroz paliza que propina el profe al ladronzuelo, el atropello descarnado del cana me hicieron pensar en el resultado de un proceso (a veces de minutos)que nos puede llevar a "estar de"...sencillamente me gustó y mucho. Felicitaciones a los padres de la criatura.
Mena. Residente de una isla

Alberto Bovino dijo...

Muchas gracias, querida Mena, una de nuestras más exóticas lectoras, que no reside en "una isla" más, Reside en una isla maravilosa, llena de personajes muchos más exóticos que los cuatro cuatrillizos al cubo.

Agradecemos mucho tu comentario, tu opinión es más qeu valiosa para nosotros, y nos encantó eso de que no se trata de "ser" delincuente, sino de "estar de" delincuente.

Un beso grande desde le cule du monde,

MdN y AB

PS: cualquier tema, pregunta o video que te parezca interesante, sólo tenés que proponerlos.

Tomás Marino dijo...

No sería jamás Giuseppe. No tengo tanto valor (no por el contenido de su discurso pero si por el valor de imponerse molestamente). Pero admito que como alumno me sería mucho más fructífero vivir clases como estas que una típica clase de contenidos. Quiero decir, para mí no hay nada mejor que un alumno y un profesor que se ponen a discutir con respeto, aun cuando en el fondo, el uno se quiere comer crudo al otro. Toda discusión tiene una cosa bélica, pasional, muy ligada a la forma en que cada uno defiende sus ideas. Y está perfecto que así sea.

*

Párrafo aparte, rescato lo que dijiste AB sobre diferenciar el aspecto que cada uno tiene, irracional, pulsional, agresivo, vengativo y hasta amoral, de la persona reflexiva y crítica.

Nunca hay que pedirle a la víctima la racionalidad y capacidad de ponderación que debe de tener un profesional del derecho, un legislador o cualquier otro operador que ve al delito desde afuera.

Sólo hay que preocuparse cuando esa irracionalidad propia de la víctima se lleva ya a una acción concreta (sea un blumberg que llora a un hijo y le dan la voz legislativa, o un fiscal que "le tocaron a la nena" y sale a cazar negritos).

Por lo demás, creo que todos tenemos [o al menos yo ] un pequeño rincón irracional, discriminador, amoral, prejuicioso, injusto y arbitrario en nuestro ser (algo así como una sección más primitiva de nuestro carácter) que sale a flor de piel en situaciones extremas (como el grito de negros de mierda, o el deseo de que se mueran tales o cuales, etc.). Que alguien diga eso no lo define como persona, si luego —en la calma y la reflexión— sabe y reconoce lo disvaliosa de su postura y lo criticable que resulta.

Claro que si esa persona tiene esa forma de ver el mundo en todo momento y a toda hora, bueno. Tarde o temprano lo entrevistará el negro oro, o tendrá su columna periodística en C5N.


La radio está buenísima. Tomás, de Mar del plata.

Anónimo dijo...

Mena: mil gracias por tu lectura y participación. A los amigos del foro les comento que mi suegra es una incansable lectora de los más variados temas que se les ocurran. Esta característica la tornan una mujer ampliamente informada y culta, con el agregado de su gran inteligencia natural (asimismo, al ser la madre de Lau, es sumamente bella). Sin tener absolutamente ninguna relación con la cuestión técnica jurídica resumió en una oración lo que a muchos "juristas" les lleva libros enteros: el pibe que roba el celu no es un delincuente, sino que "esta de" delincuente...GENIAL.-
Besos, suegrita querida....

tinxo dijo...

Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago o... viceversa?

Me gustó el relato, y, aunque no le haya creído al profe lo de "negro de mierda", si me lo podía imaginar rompiéndole la jeta a uno que, por ej., le hubiera tocado el culo (con perdón) a la pareja.
De todas formas el profe me decepcionó, no tanto por lo que hizo, sino por el cambio de postura del final, ese "tenías razón, al final son todos...", porque ahí el tipo pasó realmente a ser contradictorio.
Ahora bien, si en vez de ese cambio de esquema de pensamiento final sólo hubiésemos llegado a ver cómo actuó el personaje (la golpiza), no estoy seguro de que su obrar hubiera sido "contrario" a lo que pensaba antes. Ya que seguramente ese profe consideraba que estaba bien que el derecho penal intervenga y reaccione ante las muy probables pasiones de las víctimas con posibilidades de reaccionar (si me validan la redundancia).
Pero bueno, no quiero cambiar el caso y en definitiva, estoy chicaneando un poco, pasa que creo que ese cambio de postura del final hace que no sólo haya obrado en contrario sino que, que haya cambiado de parecer y eso es lo que no me funciona.
Estamos hablando de un caso donde ambos personajes (alumno y profe) están convencidos de su postura teórica, y no de una hipocresía (al menos a nivel consciente).

Esto viene a cuento de que me pareció bien el dilema y me llevó a pensar en el hecho en sí de juzgar. Y, que, en todo caso es correcto que uno pueda juzgar moralmente por las posturas ideológicas y penalmente por los actos. Si el profe no me hubiera cambiado de parecer después del acto, yo lo hubiera seguido “bancando”, y él probablemente hubiera tenido algún gesto autocrítico que solidificado aún más su posición. Por otra parte, el hecho de que el alumno haya actuado bien no implica que por eso uno vaya a querer que sea un futuro jefe de policía o un flamante director de política criminal. En fin.. casi me pareció un lapsus del escritor el tema de que como el profe reaccionó mal cuando se vio afectado hubo la necesidad de etiquetarlo de facho ideológico haciéndolo decir que cambió de opinión, es decir, dejó de importar lo que había hecho (actor) para transformarse en un nazi (autor), el tipo es así, plop.

Bueno, estas son las cosas (perdón si redundantes) que me vinieron a la mente, de algunas estoy menos convencido que de otras (abre paraguas) pero igual las quería compartir.
Saludos y gracias.

tinxo

Alberto Bovino dijo...

Gracias, Tinxo, la idea de este ejercicio era precisamente ésta, que salgamos con más preguntas que respuestas. Y la idea inicial, que Martín cambió para bien a mi juicio, conistía en que ambos cambiaban de posición teórica luego de la discusión teórica.

En realidad, este final es más abierto, pues no podemos estar seguros acerca de si el Prof. Teófilo contestó eso para justificar su conducta irracional y violenta, o si sus dichos, igual que su comportamiento violento, fueron producto de una "justificarse". Saludos

AB

Anónimo dijo...

Igualmente gracias Tinxto. Tu observación es certera: la frase final del profe, dicha en un contexto más "reflexivo", denota una evidente contradicción ideológica o un cambio de su postura al verse en posición de víctima?.-
Asimismo, como se juzga al alumno: por su acérrima defensa de su ideología en la clase o por su conducta con el ladronzuelo?
Saludos
Martín de Neco

Alberto Bovino dijo...

Querido Martín:

El amor que sentís por Lau te altera el juicio sobre las relaciones de causalidad: Mena no es bellísima "por" o "al" ser la madre de Lau, sino en todo caso, Lau es muy bella por ser hija de Mena.

Mi comentario está muy relacionado con el debate de fondo, ¿no?

Saludos,

Cuatri4

Anónimo dijo...

Cuatri 4. El orden de los factores no altera el producto.-
Abrazo

Alberto Bovino dijo...

Martíncito:

No lo torees así a Cuatri4...

Cuatri1.

Vicky dijo...

AB, para su consideracion, sabias palabras de mi ex-profesor:

En cuanto a lo de garantista y no garantista, los extremos no son aconsejables, se debe encontrar ese necesario camino ecléctico que contenga el rigor en función de una realidad que no puede negarse y el respeto a las garantías consagradas en nuestra Constitución y en los pactos a los cuales hemos adherido.

Por último, señala el ex Profesor, que otros países, como Italia, Francia, Alemania y España, por citar sólo algunos han redactado modernos Códigos Penales, que contemplan las circunstancias antes señaladas. En ninguno de esos Códigos se avanza como lo proyectado inicialmente desde la Secretaría de Política Criminal de la Nación.

Julieta L. dijo...

Bovino, un poco tarde para comentar pero nunca habia encontrado el final de la historia, me tope con ella hoy de casualidad.
Y me dio un poco de pena.
Siempre pensé que Giuseppe iba a terminar la materia convencido de que la óptica planteada por Manfredi era racional, o que por lo menos iba a considerarla!
Cuando vi que Manfredi entró en una especie de catarsis psicótica, y que el alumno actuaba de manera mucho más madura, se me ocurrió que quizás Giuseppe siempre pensó como Manfredi, pero nunca se detuvo a analizarse a sí mismo, porque en su formación el mensaje que le impusieron siempre fue otro.
Mas allá del rencor que Manfredi le tenía, Giuseppe pensaba como él, sólo faltaba que alguien le abriera los ojos.
Yo tuve la suerte de tener profesores de penal que me abrieran los ojos.
Lo unico que me sigue dando pena es que Giuseppe se quedo sin profesor que lo obligara a cuestionarse, y que todo lo manifestado por su profesor pudiera quedar en el olvido por su exabrupto.
Todo esto, solo refleja mi muy mal gusto por las peliculas romanticas hollywoodenses con finales felices.

Julieta L. dijo...

Bovino, un poco tarde para comentar pero nunca habia encontrado el final de la historia, me tope con ella hoy de casualidad.
Y me dio un poco de pena.
Siempre pensé que Giuseppe iba a terminar la materia convencido de que la óptica planteada por Manfredi era racional, o que por lo menos iba a considerarla!
Cuando vi que Manfredi entró en una especie de catarsis psicótica, y que el alumno actuaba de manera mucho más madura, se me ocurrió que quizás Giuseppe siempre pensó como Manfredi, pero nunca se detuvo a analizarse a sí mismo, porque en su formación el mensaje que le impusieron siempre fue otro.
Mas allá del rencor que Manfredi le tenía, Giuseppe pensaba como él, sólo faltaba que alguien le abriera los ojos.
Yo tuve la suerte de tener profesores de penal que me abrieran los ojos.
Lo unico que me sigue dando pena es que Giuseppe se quedo sin profesor que lo obligara a cuestionarse, y que todo lo manifestado por su profesor pudiera quedar en el olvido por su exabrupto.
Todo esto, solo refleja mi muy mal gusto por las peliculas romanticas hollywoodenses con finales felices.