FERNANDO CARRERA SIGUE ESPERANDO JUSTICIA
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Algunas cuestiones planteadas
... la Sala III, sin dar explicación alguna, mediante una lectura sesgada, reagrupó nuestros agravios como si fueran solamente dos. Los primeros cinco, además, fueron redefinidos como un planteo de sentencia arbitraria, con el ánimo de rechazar nuestro recurso sin ponerse en evidencia.
Ninguno
de esos cinco agravios fue planteado como un caso de sentencia arbitraria. Como
veremos, tampoco son equiparables entre sí para su análisis. Esta reagrupación
antojadiza e infundada de los agravios —ajena a la competencia de la CFCP—
distorsionó su alcance y contenido, poniendo al desnudo la voluntad del a quo de neutralizar las cuestiones
federales planteadas sin entrar a analizarlas, como debería haber hecho. Esto
permitió que la Sala III hiciera un análisis conjunto de cinco de los agravios;
análisis repleto de generalidades y de citas que podían ser aplicadas casi a
cualquier caso judicial, sin entrar a considerar los graves vicios de la
sentencia. Esta decisión invalida todo su análisis ya que —entre otras razones—
no logra fundar sus conclusiones al no considerar cada una de las cuestiones
federales individualmente.
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Nuevamente,
se puede apreciar cómo la cuestión federal no se ha introducido como —ni es— un
supuesto de sentencia arbitraria. En este sentido, la Sala III falta a la
verdad. Pero lo que más llama la atención es la serie de actos, omisiones y decisiones de la Sala III tendientes a
evitar que se escuche la versión de Fernando Carrera
y su defensa.
En efecto,
en el voto de Catucci se lee: “Sin tomarse como prueba en contra su negativa a declarar, pese a ser un acto de defensa, lo cierto
es que ese silencio no deja de llamar la atención, máxime frente al trágico
suceso que se le enrostraba. No pudo
deberse a su deteriorado estado de salud, porque la voluntad de hablar para
defenderse es ingénita al ser humano. En efecto por experiencia se conocen
situaciones, en las que aún con un mínimo aliento de vida, el inocente cuenta
lo sucedido” (p. 33).
Lo
más grave es que comienza diciendo “Sin
tomarse en contra su negativa a declarar…”. Este terrible atropello a los
derechos constitucionales del Sr. Fernando Carrera,
confesado y admitido por quien cumple funciones jurisdiccionales en el tribunal
penal más alto del sistema de justicia nacional, ha sido evaluado por los tres
votos de los miembros de la Sala III como una mera “discrepancia de criterios”.
Catucci agregó, además: “Que sin esfuerzo
se advierte que los recurrentes no rebatieron los argumentos esgrimidos por
esta Sala en el fallo que se cuestiona, errada línea de argumentación que
permite observar que los agravios traídos se relacionan fundamentalmente con
cuestiones de hecho y prueba, de derecho común y de dogmática jurídica”.
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