En una nota aparecida hace apenas unos días (Un
juez llamó a un gato como jurado) se informó:
Un gato
conformará el jurado en un tribunal norteamericano al que fue convocado por un
juez de Boston, Estados Unidos, que no quiso escuchar razones y alegó como
motivo suficiente que el animal figuraba en el censo realizado en 2010.
Según el Daily Mail
on line, de nada sirvió que la dueña de Sal, Anna Esposito, haya explicado en
una carta que se trata de un error, que el convocado es un gatito y que incluso
tiene el certificado del veterinario que explica que es un "felino
doméstico castrado y de pelo corto" y que es "incapaz de hablar y de
comprender la lengua inglesa".
El tribunal
insistió en que Sal debe presentarse como jurado, y en caso contario será
denunciado al Suffolk Superior Crown Courtde Boston.
Anna Esposito
explica que en el censo de 2010 inscribió al felino como miembro de la familia
en el rubro "animales domésticos" anulando la casilla
"canes" y especificando que se trataba de un gato.
"Cuando le
pregunten por el veredicto, culpable o inocente, ¨qué esperan que responda,
miau?", preguntó la mujer con un dejo de ironía.
Guy, su marido,
dijo: "A Sal le gusta sentarse sobre mis rodillas y mirar conmigo
programas policiales, pero a pesar de ello no creo que esté a la altura de la
tarea que debe realizar un jurado".
El asunto no es tan grave, después de todo. Según
parece surgir de las noticias, el animalito ha sido convocad a integrar el pool de jurados del que serán seleccionados
los doce jurados que intervendrán en el juicio. Así, cualquiera de las dos
partes podrá recusarlo con causa.
Lo que sí resulta un caso de chaleco es que el
juez se haya emperrado —paradójicamente— en mantener su decisión, sin
importarle el terrible error que fuera cometido por quién sabe quién.
Más allá de ello, es muy probable que, aun en el
supuesto de que el gato deba intervenir como jurado del juicio, su silencio,
probablemente, resultará mucho más sensato que el de muchos jueces
profesionales.
Y descerebrados como éste después se molestan
cuando uno critica al poder judicial. Me
hubiera encantado saber qué habría hecho el juez si un abogado defensor se hubiera
presentado a un juicio con el mismo gato para que el felino interviniera como
co-defensor.
4 comentarios:
No sé si en Bostón se necesita la unanimidad del jurado para condenar. De ser así, y en el papel de abogado defensor, no dudaría un segundo en proponerlo como jurado. Quién le saca un voto de culpable al felino?????.-
Saludos
Martín de Neco
Confieso que me pareció medio "fishy" (aunque adecuado al sujeto involucrado).
Tenía entendido que los jurados son seleccionados del padrón electoral.
No es el juez, sino el funcionario encargado (Jury Comissioner) de citar a los jurados quien no aceptó la excusa del felino (¿no habrá entendido la letra?)
aquí el formulario que deben llevar los llamados a, potencialmente, servir de jurados
No sé cómo es en Massachusetts, dado que en los EE.UU. hay 51 sisteams diferentes. Nunca estudié si algún funcionario puede aceptar el pedido de excusación de un jurado, pero lo que se ve en las películas es que parece que debe ser el juez.
Sería bueno saber de dónde sacaste esos datos, amigo. Saludos y gracias,
AB
Es de suponer que el pobre animal no habrá de sentarse con sus once "compañeros" Es realmente grotesco y no ha sucedido aquí en Argentina.
Frente a tamaña ridiculez cabría pensar que dado que el gato está castrado, sería un excelente e imparcial jurado en delitos sexuales.
Por otra parte habría que recusarlo si el imputado es el Perro Santillán.
¿Y cómo hacer para influir en él? ¿Mostrándole algunas de las novias de Tom o Silvestre o prometiéndole que podrá comerse a Jerry?
Mejor pongan a un león, que con un poco de suerte se morfa al juez.
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