ES NO-FUMADOR Y JUEZ: ¿NO DA PARA HACERLE JUICIO POLÍTICO?
"Ayer pensaba en lo siguiente: ¿cuál es la razón por la cual los fumadores son quienes deben retirarse de determinados lugares cerrados para poder despuntar su vicio?
Me parece que es posible plantearse la cuestión desde una lógica diferente que de algún modo desentraña -a mi ver- cierta raíz autoritaria en algunos discursos antitabáquicos.
Digo: si a mí me molesta lo que otro está haciendo en un determinado sitio (en este caso, fumar), lo más razonable y tolerante sería que sea yo quien me aleje del lugar donde se realiza la práctica que me incomoda. Lo contrario (que todos los que me incomodan deban apartarse de mi presencia) implica que todos los demás deban bailar al ritmo que yo pretendo imponer, lo que me parece un tanto absolutista.
Se me podrá responder que la práctica de los fumadores (exhalar humo) perjudica a un número indeterminado de personas que en forma pasiva reciben esas influencias. A eso respondo que lo cierto y lo concreto es que vivimos en una sociedad plagada de riesgos, y no aceptar esa realidad es como querer tapar el sol con las manos. Y también puedo decir que en punto a los riesgos a los cuales nos sometemos diariamente, es probable que la recepción pasiva del humo de los fumadores sea una de las menos nocivas. Pongo por caso: permanecer en un sitio donde tengan encendida Radio 10 o Canal 9, escuchar la letanía del discurso de la inseguridad, estar sometidos a los caprichos de nuestros superiores (jefes, maestros, padres, gobernantes), comer (carne, pastas, salsas, pizza, empanadas, papas fritas, hamburguesas, pan, sal), beber (vino, cerveza, gaseosas, whisky, hesperidina, ginebra, séptimo regimiento), los rayos del sol que no son retenidos por nuestra debilitada capa de ozono, el frío, el calor.
Es probable que podamos acordar ciertas pautas de convivencia para hacer más placentero nuestro tránsito por esta vida, pero no me parece que esas pautas puedan ser impuestas autoritariamenbte por ley, generando una discriminación hacia una cierta porción de la población, que por el capricho de la otra parte de la sociedad, deben modificar sus costumbres y adaptarse a las conveniencias de los demás.
Con este mismo criterio yo mismo me sentiría autorizado a exigir que ante mi sola presencia se apague Radio 10 o Canal 9, que doña Rosa se deje de hablar boludeces, que los demás dejen de ser intemperantes, que los hinchas de voca acepten resignadamente que los de RIVER somos sus padres, y así sucesivamente.
Y para cualquier desprevenido aclaro que soy no fumador.
Muchas gracias".
¡QUE LO PARIÓ!
AB
"Ayer pensaba en lo siguiente: ¿cuál es la razón por la cual los fumadores son quienes deben retirarse de determinados lugares cerrados para poder despuntar su vicio?
Me parece que es posible plantearse la cuestión desde una lógica diferente que de algún modo desentraña -a mi ver- cierta raíz autoritaria en algunos discursos antitabáquicos.
Digo: si a mí me molesta lo que otro está haciendo en un determinado sitio (en este caso, fumar), lo más razonable y tolerante sería que sea yo quien me aleje del lugar donde se realiza la práctica que me incomoda. Lo contrario (que todos los que me incomodan deban apartarse de mi presencia) implica que todos los demás deban bailar al ritmo que yo pretendo imponer, lo que me parece un tanto absolutista.
Se me podrá responder que la práctica de los fumadores (exhalar humo) perjudica a un número indeterminado de personas que en forma pasiva reciben esas influencias. A eso respondo que lo cierto y lo concreto es que vivimos en una sociedad plagada de riesgos, y no aceptar esa realidad es como querer tapar el sol con las manos. Y también puedo decir que en punto a los riesgos a los cuales nos sometemos diariamente, es probable que la recepción pasiva del humo de los fumadores sea una de las menos nocivas. Pongo por caso: permanecer en un sitio donde tengan encendida Radio 10 o Canal 9, escuchar la letanía del discurso de la inseguridad, estar sometidos a los caprichos de nuestros superiores (jefes, maestros, padres, gobernantes), comer (carne, pastas, salsas, pizza, empanadas, papas fritas, hamburguesas, pan, sal), beber (vino, cerveza, gaseosas, whisky, hesperidina, ginebra, séptimo regimiento), los rayos del sol que no son retenidos por nuestra debilitada capa de ozono, el frío, el calor.
Es probable que podamos acordar ciertas pautas de convivencia para hacer más placentero nuestro tránsito por esta vida, pero no me parece que esas pautas puedan ser impuestas autoritariamenbte por ley, generando una discriminación hacia una cierta porción de la población, que por el capricho de la otra parte de la sociedad, deben modificar sus costumbres y adaptarse a las conveniencias de los demás.
Con este mismo criterio yo mismo me sentiría autorizado a exigir que ante mi sola presencia se apague Radio 10 o Canal 9, que doña Rosa se deje de hablar boludeces, que los demás dejen de ser intemperantes, que los hinchas de voca acepten resignadamente que los de RIVER somos sus padres, y así sucesivamente.
Y para cualquier desprevenido aclaro que soy no fumador.
Muchas gracias".
¡QUE LO PARIÓ!
AB
4 comentarios:
¿Quién es este buen hombre?
Saludos
Es juez, gordito, gauchito, escribió un muy buen libro sobre contravencional...
A buen entendedor, pocas palabras...
Fantuschka
Sr.Juez:
Que pensaría Ud. si paga 350 pesos por una platea en el teatro, viene un tipo, se sienta atras suyo , prende un puro, y le sopla el humo en su nuca,antes que empiece la función y Ud. porque no lo soporta, y aparte es conciente del daño que le produce,y además es "respetuoso" del vicio ajeno, tiene que irse, perdiendo su dinero?
Los fumadores tienen todo el derecho de fumar,deben asumir que es una adicción, como hay tantas otras,pero la gran diferencia, es que en esta, se involucra a terceros, en contra de su voluntad.
Si Ud. entra a un bar, y está lleno de borrachos, no le afecta en absoluto, pide un agua mineral y el diario del día.
Cordialmente. Bioq. Dario Scotto
Sí, Darío, los borrachos peuden ser agresivos, y en muchas ciudades al instalar la ley seca bajó drásticamente el número de muertes en accidentes de tránsito.
AB
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