El Sr. Félix Donamaría me
ha honrado con su confianza para que lo defendiera de la injusta persecución
penal en su contra.
He tenido la experiencia de litigar casos complicados en jurisdicciones
muy adversas y en las peores condiciones posibles. Sin embargo, el Tribunal de
Juicio en lo Criminal de Distrito Judicial Sur (Magraner,
Pagano Zavalía y García Arpon),
el juez de instrucción de Gamas Soler,
el Fiscal Mayor Guillermo Massimi
y, en el Superior Tribunal, el juez Sagastume,
han tenido un desempeño tan, pero tan, arbitrario que es posible afirmar que,
al menos en lo que al Sr. Donamaría
concierne, han pisoteado una y otra vez las reglas fundamentales del Estado de
derecho.
• Una denuncia bien intencionada de los legisladores
Manuel Rainbault y José Carlos Martínez que abarcaba toda una
gestión de gobierno (2000/2003) y al menos seis prácticas administrativas
irregulares presuntamente delictivas, y no señalaba al Sr. Félix Donamaría.
• El rechazo del Sr. Félix Donamaría de participar por invitación de Rubén Herrera —entonces vocal del Tribunal de
Cuentas— en el armado ilegal de expedientes para encubrir hechos delictivos.
• El castigo al Sr. Félix Donamaría por no involucrarse en el encubrimiento del
vocal Herrera: desprolijo e
irregular peritaje del contador Pedemonte
que se dedica casi exclusivamente a los últimos seis meses de gestión —el Sr. Donamaría solo estuvo a cargo de la
Contaduría General de julio a diciembre de 2003—, e involucra sin prueba
alguna a Donamaría.
• El Tribunal de Cuentas y el Fiscal Mayor Massimi realizan una investigación
claramente dirigida que solo cubre dos de las seis prácticas denunciadas, y
una de ellas, especialmente denunciada por toda la gestión, que se concentra en
seis meses.
• La investigación dirigida señaló pagos a cuenta de
expediente por un importe de un poco más de $ 8.000.000. Un listado de pagos a
cuenta de expediente de 2002 y 2003 indica un total de más de $ 190.000.000
pagados por ese medio. Por apelación del Sr. Donamaría,
la Cámara de Apelaciones de Río Grande ordenó al Fiscal Mayor Massimi ampliar la investigación, pero
nada se hizo.
• El juez de
Gamas Soler investiga un solo caso. Por una división administrativa
arbitraria, la causa se convierte en 26 causas. El juez procesa por las 26
causas, es decir, 26 procesamientos por un solo hecho cada uno.
• Massimi,
sin fundamento más que en su voluntad, elevó a juicio cada uno de esos
hechos multiplicándolos por la cantidad de cheques —en el caso de uno de
los proveedores, el procesamiento por un solo hechos se transformó en elevación
a juicio por 84 hechos autónomos.
• de Gamas
Soler elevó sin dudar. El Tribunal de Juicio integrado por Magraner, García Arpon y Pagano Zavalía aceptó sin chistar.
• Massimi
acusó por hechos con fecha en la cual el Sr. Donamaría
no estaba a cargo de la Contaduría General, sabiéndolo. Massimi acusó por hechos en los cuales
los documentos solo tenían el sello pero no la firma del Sr. Donamaría. Massimi acusó por hechos en los cuales no se obtuvo
documento alguno, es decir, sin siquiera analizar la prueba documental por cuya
firma se acusaba a Donamaría.
• Massimi
no sabe investigar ni acusar: las acusaciones son todas inválidas. Como hay
que condenar a toda costa, el Tribunal de Juicio consiente todo.
• El Tribunal de Juicio no permite defenderse a Donamaría: le niega la prueba, ignora
la denuncia contra Rubén Herrera,
hace callar a gritos a sus defensores, los documentos no le son exhibidos en
todo el proceso, ignora todos los argumentos de sus defensores.
• En el juicio se demuestra que Donamaría no conoce a los proveedores,
que el peritaje de Pedemonte es
claramente irregular y que la investigación fue dirigida. Nada importa, Donamaría es condenado una y otra vez.
• En septiembre de 2013 Donamaría es detenido preventivamente. A pesar de todos
los recursos, excarcelaciones y pedidos de detención domiciliaria, y con
peligro para su salud, permanece detenido. El Superior Tribunal consiente. Mientras
tanto, empresarios y ex-ministros acceden a la detención domiciliaria.
• Una psicóloga del servicio penitenciario denuncia que
hay precios tasados para determinar los estados de salud de los internos.
Pero Massimi investigará hasta las
últimas consecuencias (o sea…).
• El Superior Tribunal, con voto de Sagastume, rechaza el primer recurso de
casación de Donamaría,
confirmando una sentencia insostenible. También rechaza el recurso
extraordinario federal: no quiere que el caso llegue a la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
• Se denuncia ante el Consejo de la Magistratura,
presidido por Sagastume, firmas
falsas de los jueces. Sagastume
es recusado porque sabía de las firmas falsas y nada hizo. Se rechaza la
recusación y se archiva la denuncia por inicaitiva de Sagastume.
• El Sr. Donamaría
cumple un año y un mes de detención arbitraria. Con recurso pendiente
ante la Corte Suprema y denuncia ante la Comisión Interamericana, espera algo
de justicia. Mientras, de Gamas Soler,
Massimi, Magraner, García Arpon, Pagano
Zavalía y Sagastume siguen
“administrando justicia” tranquilamente.
¿Y el Estado de
derecho?
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