LA REINA DE CORAZONES
El Reino del Revés
“Dejemos que el jurado considere el veredicto de
culpabilidad” dijo el Rey...
“No, no!” dijo la Reina. “Primero la pena-El
veredicto después”*.
Lewis Carroll,
Alice’s Adventures in Wonderland.
En el página/12 de hoy, sale una nota de
Horacio Cecchi titulada
"Defensas incomunicadas".
A continuación agregamos su texto:
Al
menos 66 defensores bonaerenses se quedaron de turno y sin línea de celular. La
empresa Claro cortó por falta de pago. Las defensorías dependen de la
procuradora Falbo. Las fiscalías también, pero ninguna sufrió cortes en sus
celulares.
Ayer, defensores
oficiales presentaron una nota ante la Procuración. Falbo regresa en febrero de
vacaciones. Todas las jurisdicciones, La Plata, Berisso, Ensenada, Saladillo,
Brandsen, deberán esperar.
No se trata del primer
paso hacia la autonomía de las defensas. Más bien, parece un síntoma de la
dependencia.
Los celulares de 66
defensores públicos bonaerenses se quedaron de improviso mudos. Tal como lo
señala en la nota presentada ante la Procuración, el defensor de turno en el
fuero juvenil Julián Axat se
dirigió a la empresa Claro, donde le explicaron que el corte se debía a una
deuda de $ 7.431,27 pesos. El deudor responsable es el Poder Judicial
bonaerense.
Axat informó que el segundo
celular con que cuenta su defensoría no funciona y no pudo ser reparado por la
deuda.
“Dependemos de la buena
voluntad de las fiscalías, que informen a los defensores de casos de urgencia.”
Urgencia viene a representar los casos de detenciones ilegales, apremios y
torturas que suele utilizar la Bonaerense, haya o no línea.
De este modo, Falbo demuestra una vez más su incompetencia y su falta de
voluntad para organizar una estructura moderna y eficiente para la Defensa
Pública. Los fiscales no se han quedado sin el servicio de celulares porque
utilizan los de la empresa Movistar.
Movistar también corta el servicio
ante la falta de pago, pero antes envía notificaciones y el corte del servicio
es paulatino.
Nos comunicamos con Julián Axat y nos aclaró algunas cuestiones. Ante
la falta de actividad alguna por parte de los responsables de estos temas de
contratación —claramente ajenos a la competencia de los defensores públicos—, Axat, por su propia inicativa, fue a la
empresa Claro. Allí le informaron
que había 66 líneas cortadas (de defensores público) debido a la deuda de $ 7.431,27 por esas líneas.
Luego de que se pusiera en
conocimiento de las oficinas correspondientes el problema, no se ha solucionado
el problema. Mientras tanto, la Falbo
continúa sus vacaciones como si nada sucediera.
Con la mejor buena fe, uno
podría afirmar que el corte de los 66 celulares de Claro pudo haber sido un error administrativo. Sin embargo,
según Axat, a él le habían cortado
el servicio en varias oportunidades este año. Es por esa razón que hace tiempo
se había dictado una resolución para que se reemplace los teléfonos Claro por Movistar a todos los defensores públicos —como sucede con
los fiscales—. Sin embargo, esa disposición no ha sido llevada a la práctica;
si se hubiera hecho, esto jamás habría sucedido.
Luego de enterada la
Procuración del problema, ya no puede invocarse más la posible negligencia, es
sencillamente un hecho escandaloso. Si bien a Julián Axat le dieron una nueva línea —ahora sí— Movistar, sigue incomunicado. Ello por
cuanto nadie conoce el nuevo número de telefóno.
Pero lo más patetico del caso
es la posición del funcionario que notificó a Julian Axat de la "solución del caso":
Aparentemente a la Procuradora le tiene sin
cuidado que 66 defensores estén incomunicados. Por su cargo y responsabilidades
funcionales, debería haber interrumpido sus vacaciones para solucionar el
problema. Lo podría haber hecho habilitando algún pago directo que se pudiera
hacer desde la Procuración e, incluso, poniendo dinero de su bolsillo hasta que
se regularice la situación.
Me gustaría saber qué habría hecho si el
corte del servicio de celulares le hubiera ocurrido a ella y a su staff más
cercano.
Pero no, ella sigue descansando y de
vacaciones. ¡Por favor no te estreses Falbo.
* El término “sentence”
no equivale a la palabra castellana “sentencia”, sino al pronunciamiento
judicial que impone una pena. En el sistema estadounidense, la pena es impuesta
por un juez profesional en una audiencia separada y posterior (sentencing hearing) a la del juicio
común en el que interviene el jurado (trial).
El jurado, con su veredicto (verdict),
sólo se pronuncia sobre los hechos, lo que en el juicio penal equivale al
juicio sobre la culpabilidad. En conclusión, el párrafo de Lewis Carroll citado significa que se debe
imponer la pena antes de que exista
pronunciamiento sobre la culpabilidad.