POR LA COMISIÓN DE UN GRAVE DELITO,
TODOS SE ABREN DE GAMBAS
Si tuvieras un mínimo de decencia renunciarías, Falbo.
Alguien les puso freno a esas órdenes tácitas que logran cajonear expedientes, pero que no se escriben en fojas oficiales. Lo cierto es que hoy se cumple una semana de la estrepitosa denuncia penal radicada por un fiscal platense contra la procuradora general María del Carmen Falbo, en lo que denominó “un agravamiento que va de la habitual política del garrote sobre sus subalternos a una maniobra delictiva”.
El escándalo, además de la trama judicial, podría tener profundas implicancias políticas, dada la estrecha relación que mantendría Falbo con Aníbal Fernández, que se remonta a la época en que el jefe de Gabinete era intendente de Quilmes y, ante la requisitoria de la Justicia, tuvo que salir escondido en el baúl de un auto (ver aparte).
El encuadre legal de la denuncia que involucra a Falbo es “coacción agravada y tráfico de influencias”, en una presentación sin precedentes en la Justicia provincial, y que además sindica a tres altos funcionarios del Ministerio Público y a dos fiscales de La Plata. Sin embargo, ante la magnitud de la denuncia, la causa no tuvo trámite alguno.
Conscientes de estar ante un fierro caliente entre sus manos, jueces y fiscales comenzaron a excusarse aludiendo a distintos motivos: “Por amistad o conocimiento con el denunciante”, “porque el denunciante había trabajado en una determinada dependencia”, o porque “a la fecha del hecho estaba otra fiscalía o juzgado de turno”.
Así, la causa pasó su primera semana sin juez ni fiscal. Es decir, sin que ningún magistrado al menos dictara alguna medida para preservar u obtener pruebas, como documentos, archivos, grabaciones o pericias telefónicas. Es que semejante escándalo se conoció el lunes pasado, cuando el fiscal del Departamento Judicial de La Plata Leandro Heredia entregó a los medios de prensa cuatro archivos de audio y una filmación con cámara oculta, en la que aparecía un subsecretario de la Policía Judicial, identificado como Pablo Farías, como el enviado de altas autoridades de la Procuración con la propuesta de ofrecerle al fiscal Heredia que presentara la renuncia a su cargo, a cambio de no ir preso.
Fuente y nota completa: DiarioHoy
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