4 may 2020

CORONAVIRUS Y CÁRCELES EN EE.UU.




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En el Washington Post del 1º de mayo, una nota de opinión de Radley Balko comenzaba del siguiente modo:

Detener el Covid-19 en las prisiones era un imperativo moral posible. Hemos fallado
El Covid-19 está arrasando las prisiones y cárceles del país. Desde la semana pasada, el Marshall Project documentó más de 9.400 casos de Covid-19 en las prisiones y cárceles estadonidenses, y más de 140 muertes. Una cuenta de Twitter (CovidPrisonData @dataprison) que rastrea los datos de las prisiones da una cifra aun mayor —más de 18.000 infectados entre detenidos y empleados penitenciarios— para los 45 estados que entregan la información. La tasa de contagio en cárceles y prisiones es 2 veces y media mayor que la de la población en general, y a partir de esta semana, 8 de los 10 mayores brotes en el país han sido en instalaciones penitenciarias.
El autor de la nota, además, apunta las siguientes consideraciones:
• Las cifras reales deben ser mayores dada la baja prioridad que se brinda a las personas encarceladas.
• En una prisión rural de Arkansas dieron positivo 680 personas de un total de 1.700.
• En una institución penitenciaria de Ohio dieron positivo más de 2.200 prisioneros y 93 empleados penitenciarios.
• En general, las prisiones estatales parecen tener un 60 % de personas contagiadas, y no es muy diferente en el sistema federal.
• En Florida se detectó que varias instituciones penitenciarias ocultaban la información sobre las muertes provocadas por el coronavirus.

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Al 3 de mayo, en 44 estados y en Washington D.C., en prisiones estatales y federales se detectaron infectados de Covid-19 (@dataprison):
16.865 prisioneros
5.205 empleados
—————————
22.070 personas
Según se informa, debido al contagio de los funcionarios penitenciarios, las instituciones se tornan más difíciles de gestionar. La prisión de Marion, Ohio, parece ser la más infectada del país, con más del 80 % de sus casi 2.500 prisioneros y 175 empleados contagiados. También se advirtió que:

El jueves, en el Centro Correccional de Lansing, en Kansas, el guardia David Carter renunció después de 15 años en la profesión, porque dijo que era mejor quedarse sin salario que arriesgar su salud y la de su familia.
"Ya no puedo trabajar más en un centro que es una bomba de tiempo", dijo en su carta de renuncia.

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Hay que tener en cuenta que los EE.UU. tienen la mayor cantidad de reclusos por habitantes del planeta. En total hay 2.300.000 personas privadas de libertad, con una tasa de 698 cada 100.000 habitantes (Rusia tiene 446 cada 100.000 y China 119 cada 100.000) (ver).

Además de esa inmensa cantidad de personas privadas de libertad, el sistema penitenciario estadounidense es complejo, pues está integrado por instituciones federales, estatales y locales, a las que se suman las prisiones privadas. De allí las dificultades para gestionar la pandemia y acceder a la información disponible.
Core Civic, una empresa privada que administra varias prisiones, realizó 2.725 pruebas entre detenidos y personal de una cárcel en Tennessee. Dieron positivos 1.299 reclusos y 50 empleados (ver).

Covid Prison Data, un grupo de expertos en justicia penal y datos, afirmó que, según información pública, 13.436 reclusos y 5.312 trabajadores de prisiones del país han dado positivo por coronavirus. Pero muchos estados, así como el sistema penitenciario federal, han realizado pocas pruebas. Cinco de los 50 estados ni siquiera ofrecen datos.

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En la revista "Health and Medicine" se publicó una nota que fue titulada:

Covid-19 y prisiones en los Estados Unidos. Una receta para el desastre
Allí se explican las desventajas de las personas privadas de libertad para enfrentar la pandemia: a) la sobrepoblación; b) el 400 % de crecimiento de la cantidad de personas detenidas mayores de 55 años desde 1993; c) las enfermedades crónicas que tienen los mayores de 55, que los ubican entre los grupos de mayor riesgo; y d) solo pocas prisiones tienen sistemas sanitarios como para tratar algunos enfermos.
Aun antes de la pandemia se abogaba por mejores condiciones de salud en las prisiones, y cuando estuvo claro que Covid-19 sería pandémico, se propusieron diversas medidas preventivas.
Muy pocas se llevaron a cabo. Investigadores de Harvard publicaron el punto de vista de la Asociación Médica Estadounidense en su prestigiosa revista JAMA, y explicaron que no importa lo que se haga, las prisiones están demasiado sobrepobladas para poder ser seguras ante una enfermedad como el Covid-19. Y agregaron:
El modo más efectivo de evitar un brote inminente es, como ya se ha sostenido, reducir drásticamente la población de cárceles y prisiones (ver).

En varios estados ya se ha comenzado a reducir la población carcelaria. Y allí, a diferencia de nuestros caceroleros, las personas han reaccionado de manera mucho más racional:
Los estadounidenses están divididos sobre la conveniencia de liberar los presos, según las encuestas. A nivel nacional, un 50% de los estadounidenses favorece la liberación de presos cuyos delitos no sean contra la amenaza de la seguridad pública. Un 57% está a favor de liberar a presos que estén a 6 meses o menos de cumplir su condena. Un 58% está a favor de liberar a los más viejos. 63% a favor de reducir encarcelamientos innecesarios por delitos menores (ver).

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Afortunadamente, la situación en nuestro país es muy diferente a la de los Estados Unidos. Allí tienen 698 personas privadas de libertad cada 100.000 habitantes.
En nuestro país, a fines de 2018, teníamos 213 detenidos cada 100.000 habitantes, según informa la página de la Procuración Penitenciaria de la Nación.

Además, aquí la pandemia está muchísimo más controlada. En efecto, mientras los estadounidenses tienen 275 infectados cada 100.000 habitantes, nosotros solo llegamos a 7,6 personas cada 100.000 habitantes.
Estamos en esa cifra relativamente baja debido al gran esfuerzo de quienes están trabajando en actividades esenciales y al alto acatamiento generalizado del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Esto ha sido logrado por el gran sacrificio de prácticamente todos.
Sin embargo, en las condiciones actuales, el ingreso del coronavirus en las prisiones tendrá un efecto similar al que ya ha tenido en Estados Unidos. Aún estamos a tiempo de evitar un brote masivo de contagios dentro y fuera de las prisiones. No desperdiciemos todos los esfuerzos realizados hasta ahora.



6 comentarios:

Carlos E. Blanco dijo...

Gracias.

Buena data, buenas fuentes, buenas citas. Un gusto.

Ahora ¿a quién pueden llamar "dictadura", si la tasa que tienen de detenidos (imagino que en el desglose, además, se vería el sesgo racista de esos encierros) es por lejos, la más alta del mundo?

Cristina Derazenski dijo...

Es importante recordar (no se si lo menciona la nota de referencia) que no sólo hay cárceles sino centros de detención de inmigrantes, verdaderos "campos" con condiciones tan, o a veces más, abandonadas e inhumanas que las cárceles. Los últimos dos anios han sido especialmente nefastos en relación a las detenciones, traslados y confinamiento de inmigrantes, tanto de quienes ingresaban al territorio estadounidense como de aquellos en situación irregular residiendo en él, incluso con décadas de permanencia.
No he leído nada sobre estos centros y el covid-19. Hay incluso algunos donde se ha encerrado menores que fueron separados de sus padres (la mayoría deportados) y que han sido blanco de múltiples denuncias por violaciones a los ddhh. Hay un historial de causas penales, incluso a funcionarios de alto rango, por este motivo, algunas han llegado a la corte suprema.
Si a este reporte le sumáramos estas instituciones totalitarias, el panorama es aun mas terrible.
Así como (en mucha menor escala pero no por ello menos preocupante) nada se menciona aquí de los institutos de menores...

Gracias Bovino, un excelente post.

Alberto Bovino dijo...

En 2012, un 36,5 % de los presos eran negros, y son el 13 % de la población.

Un 33,1 % eran blancos, y son el 63 % de la población.

Un 22 % eran latinos, y son el 16,9 % de la población.

El racismo del sistema penal es tremendo. Saludos,

AB

Alberto Bovino dijo...

Las fuentes que consulté solo hablaban de "jails" y "prisons" estatales, federales, locales y privadas.

Cristina Derazenski dijo...

sí, después fui al articulo y lo leí y no menciona los centros de detención de adultos ni confinamiento de menores.

Cristina Derazenski dijo...

https://www.cpr.org/2020/05/07/prisoners-write-about-covid-19-who-cares-when-the-disposable-die/