Algunos argumentos falaces
de quienes se
oponen ideológicamente al juicio por jurados
Por Mirna Goransky y Alberto Bovino
• Es
caro: por supuesto que es caro. Como tantas otras instituciones del Estado.
Pero aun si fuera caro, se deja de lado que el modelo de juicio por jurados
representa una enorme simplificación y desburocratización de la primera etapa
del procedimiento, la investigación, que es el cancer de nuestra justicia, y que
consume recursos humanos y materiales de forma desmesurada.
•
Son ignorantes: Bonorino Peró dice: “Me ha tocado
reparar en el único juicio oral en que tuve que intervenir que se nos
presentara como una tarea ciclópea que los testigos entendieran al igual que el
procesado algunas de las preguntas que de manera por demás clara se les
formulara, pues y al margen del coeficiente intelectual de algunos de ellos…”.
Y, más adelante: “Se podrá decir que hay malos jueces y que hay ciudadanos con
un gran sentido común pero no es la regla…”.
• Fracasó
en los Estados Unidos: Eso no es un argumento, es un hecho. Más allá de
ello, muchos vicios del juicio estadounidense provienen de desarrollos
jurisprudenciales producidos durante siglos, y pueden ser evitados. Y además,
debemos tener en cuenta que se trata de dos sistemas jurídicos totalmente
distintos. Para poner solo un ejemplo, se ignora de manera harto simplista el
rol y la discreción casi ilimitada con que trabajan los fiscales
estadounidenses.
• Se dejan influenciar. Levene
declama: “el jurado es fácil de impresionar, o de caer en el cohecho o de ser
presa de la influencia exterior o de la dialéctica brillante, pero a veces sin
razón, de los letrados”.
• No
se pueden recurrir los veredictos condenatorios: esto es falso. En la
tradición anglosajona, el recurso que se interpone contra la sentencia
condenatoria (appeal, aunque no es un
recurso de apelación) permite cuestionar los mismos temas que son objeto de
impugnación en nuestro sistema legal. Por lo demás, ni la Convención Americana
ni el Pacto Internacional de Derechos civiles y políticos exigen la "doble
instancia", sino el derecho a recurrir la sentencia penal condenatoria.
•
No son siempre honestos. Petra Recabarren: “podrían eventualmente
llegar a serlo quienes no llevan una vida pública decorosa (personas de vida
licenciosa, ebrios o drogadictos) o ciudadanos que hayan sido penados siendo
que en ningún caso quien registre esos antecedentes puede llegar a desempeñarse
como juez de la Nación”.
• El
jurado es influenciable por los medios: cierto, al igual que los jueces.
Probablemente la única diferencia consiste en el hecho de que los jueces están
entrenados para esconder dicha influencia en la redacción de la sentencia.
Además, en el sistema anglosajón existen mecanismos para reducir tal
influencia; en el nuestro, no, pues se parte del axioma de que todo juez es
imparcial.
•
Cometen errores y son omnipotentes
porque sus decisiones son inapelables. Levene: “no fundamentan su
veredicto, lo que hace difícil la rectificación de sus errores, y en cambio
facilita su irresponsabilidad”. En todo caso, serían "irrecurribles", pero no lo son.
• Está desprestigiado en
los países donde existe. Petra
Recabarren: “… ajustarse a lo autóctono, en vez de pretender introducir
sistemas que, paulatinamente, van siendo reducidos, modificados o suplantados en
los mismos países de origen” (lo dijo en 1989).
• No tiene arraigo en
nuestras costumbres. Rivarola: “el jurado es una planta
exótica que no ha echado nunca raíces en nuestro país”. Martínez Vivot (h) “Cuando de legislar se trata, lo
importante es no dejarse llevar por sistemas que no se compadecen con la
realidad del país”. Claro, porque la Inquisición es bien gaucha...
• El pueblo argentino no
está preparado. De nuestra ignorancia dio cuenta Obarrio hace más de cien años cuando
sostuvo que el pueblo argentino es muy distinto del inglés pues carece de
educación y de hábitos de gobierno propios. Afortunadamente hoy somos
ciudadanos del primer mundo, pero allá por 1943, un inglés dijo lo mismo: que era
difícil encontrar en estas tierras un número suficiente de personas idóneas
para desempeñar tales funciones.
• No
saben derecho: precisamente ésa es la razón por la que se los convoca. Es
un mecanismo de control de la actuación de la justicia. Y si un tipo penal no
puede ser explicado de manera comprensible a los habitantes, la conducta no
debería estar penada. Para eso existen las instrucciones que se le dan al
jurado.
• Es
impracticable en procesos complejos y extensos: Puede ser. Pero el problema
no es la intervención del jurado, sino, en todo caso, la excesiva duración del
juicio. En cuanto a la complejidad, en un sistema de juicio por jurados, los
litigantes se entrenan especialmente para presentar de manera sencilla temas
complejos. Pero más allá de ello, lo que hay que corregir es el procedimiento
decimonónico que tenemos y no elegir la exclusión de los ciudadanos de la
administración de justicia. No es posible que un juicio dure varios meses. Eso
se debe al pésimo modelo de procedimiento que tenemos y no a la complejidad del
caso.
• La
Constitución Nacional no lo prevé de manera obligatoria: noooo... para
nada. Solo lo menciona en tres artículos que continúan siendo derecho
vigente.
• El pueblo argentino no está acostumbrado:
Obvio. Si nunca se instauró en todo el país. Tampoco los esclavos de la colonia
estaban acostumbrados a la libertad, ni las mujeres a votar las autoridades
políticas. Esto es como pedirle a una persona virgen que esté acostumbrada a tener relaciones sexuales.
• Los
jurados son fácilmente corrompibles: por
supuesto. Lo difícil es corromper a Oyarbide.
Estas afirmaciones carecen de evidencia empírica (la de Oyarbide no).
2 comentarios:
Es que nada puede superar a la virtuosa "Inquisición gauchesca"... ningún ciudadano raso tiene línea divina directa como los "iluminados" togados.
Buenísimo. Claro y divertido.
Poco lugar para comentar un tema tan complejo, pero vamos allá.
De lo leído: Son ignorantes, influenciables, no honestos, cometen errores, son omnipotentes, no saben derecho y son corruptibles.
Todo esto es sabido y probado. (Qué?.. Que se refieren a los jurados, no a los jueces? .. ah, sorry. Eso me pasa por leer rápido)
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