El impulso universitario por la litigación penal.
hacia un sistema acusatorio y de enjuiciamiento por jurados
por Mauro Lopardo
Ya ha pasado un año desde
el primer informe que he realizado sobre la experiencia vivida como
alumno-integrante del equipo UBA en el tercer Concurso Nacional Universitariode Litigación Penal (CNULP) que fuera realizado el año 2011 en la ciudad de Bahía
Blanca.
En aquella oportunidad, resonó
gran expectativa y se concretó cuando finalmente se realizó la primera
audiencia de debate oral con participación de jurado popular, a modo de cierre
de dicho certamen.
Este año, gracias a la
propuesta, apoyo y confianza de parte de Leticia Lorenzo (Inecip)
y al impulso por parte de mis dos referentes universitarios —Ángela E. Ledesma y Alberto Bovino—, tuve la dicha de vivir la
experiencia desde otra perspectiva: como entrenador del equipo de la UBA.También debo agradecer especialmente a la decana, Prof. Mónica Pinto, quien accedió a financiar nuestro viaje, gesto que nos permitió participar.
Nuevamente mis sentimientos
fueron concurrentes: alegría, emoción y expectativa, pero lo cierto es que el
rol a desempeñar en esta ocasión hizo que, en parte, fuera diferente y
especial.
Pasados los primeros meses
del año, la organización del CNULP definió las particularidades de la 4ª edición
de este año, y así se supo que serían dos las sedes regionales de participación:
sur y norte. El objetivo, en esta nueva oportunidad, era la realización de dos
competencias, en simultáneo, en ambas sedes, para luego, los respectivos
ganadores de cada regional, enfrentarse y competir en la sede de la provincia
de Córdoba, en una final adicional.
La UBA tuvo su participación
en la sede regional del sur, junto al equipo local de la Universidad Nacional
del Comahue, y a los restantes participantes: Universidad Nacional de La Pampa,
la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco–Trelew, la Universidad
Nacional del Sur y la Universidad Nacional de Río Negro.
La conformación definitiva
del equipo de la UBA fue por tres excelentes estudiantes, comprometidos y
abocados al trabajo desde un comienzo: María Agustina Calabrese, Carolina Fiori
y Lucas Rovatti.
El trabajo así tuvo su inicio,
y gracias al compromiso, esfuerzo y disposición de un amigo personal, el Dr.
Pablo Rovatti, la capacitación día
a día se materializó, y juntos, con mucha dedicación, encaminamos el equipo en
miras de esta sana competencia.
Esta 4ª edición, si bien
fue apasionante e inspiradora como siempre lo es, resultó más intensa, no sólo
porque fueron menos equipos en la competencia por ser dos sedes regionales,
sino que también influyó que fueron tres los casos a litigar en dos días, con
posibilidad, sobre la base de los resultados, de litigar un cuarto caso en una
final con jurados.
Nuevamente debo poner de
manifiesto el alto nivel de formación académica en todos los alumnos
participantes de este cuarto CNULP, puntualmente, el grado de desarrollo y
preocupación sobre la enseñanza de técnicas de litigación penal. Es algo que
bien pude advertir, disfrutar y que ha enriquecido mi formación.
En lo personal, y quizá
siendo reiterativo, no puedo dejar de destacar mi felicidad y agradecimiento
por haber tenido esta maravillosa oportunidad como entrenador del equipo de la
UBA, y estoy seguro que así también lo han sentido y vivido los integrantes del
equipo de la UBA que tuvieron la suerte de participar.
Al respecto, y sobre estas
mismas bases, asumo el compromiso de continuar con el impulso de estas prácticas
en el ámbito académico, ya que estas cuestiones, que para muchos resultan
novedosas o quizá quiméricas, fueron implementadas con éxito en muchos
ordenamientos procesales del país, aspectos que, por lo menos en estas pequeñas
practicas estudiantiles, resultan fácilmente apreciables.
Los aires de cambio cada
vez están más cerca, lo cual requiere que cada uno de
nosotros tome conciencia y partido en esta vorágine funcional que pretende simplificar
e instaurar un sistema procesal para que el acceso a la justicia verdaderamente
sea público y transparente.
De una vez y desde ahora
debemos tomar conciencia en la lógica y en la dinámica del sistema que se
avecina, y sobre las respectivas técnicas en litigación, para de este modo
tener en claro cuáles son las practicas necesarias que harán a la capacitación académica
en dicha materia.
El trabajo que hace y que
hizo la gente de INECIP, en conjunto con la Universidad Nacional del Comahue verdaderamente
fue admirable, comprometido, dedicado, organizado y así debe de ser destacado:
Emanuel Roa Moreno, Leticia Lorenzo, Juan Pablo Chirinos, Francisco Marull, evaluadores de INECIP y más… mis agradecimientos y mis felicitaciones!!
Actividades de esta índole deben
ser parte de la currícula del plan de enseñanza de las Universidades del país,
pues la litigación es una herramienta indispensable para el abogado del futuro.
Pero no olvidemos algo: el
futuro se proyecta imaginariamente, pero para concretarlo, si así lo deseamos,
requiere de nuestro trabajo hoy.
1 comentario:
Me sumo a las sabias palabras de Lopardo... Simplemente gracias a todos, familiares, amigos y sobretodo, a quienes participaron activamente para que esto sea posible: a Mauro como coordinador (por motivarnos a cada momento), a Pablo (cuya ayuda nos fue fundamental), y a los Dres. Ledesma y Bovino por brindarnos su confianza en este certamen.
Creo hablar por todos cuando afirmo que somos felices por el desempeño, y por la experiencia vivida!
Muchas gracias a INECIP, y especialmente, gracias a los chicos de Neuquen por recibirnos con los brazos abiertos!
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