1 oct 2007

ANIMUS RECAUDANDI, DERECHOS IGNORANDI


ME GUSTARÍA CONOCER AHORA LA OPINIÓN DE LOS FUNDAMENTALISTAS QUE TANTO HAN DEFENDIDO A LA LEGISLATURA PORTEÑA

Esta nota de la Nación da cuenta de lo poco que les importan los derechos de los no fumadores a los legisladores locales que se supieron conseguir. Se fuma en la legislatura, según informa La Nación. También se informa que "descubrieron" estudiantes fumando en la Facultad de Psicología de la UBA. Señores periodistas, se trata de una Universidad Nacional, donde afortunadamente las garras de la Legislatura no pueden entrar. Por supuesto que se puede fumar en ciertos sectores, no han descubierto la pólvora. En Derecho, por ejemplo, se puede fumar en sala de profesores, pero no en clases.

También se informa que ningún funcionario público ha sido sancionado. ¿Alguien esperaba que esto sucediera?

RECAUDANDI PARA LA CORONA

En los espacios privados de accedo público —que de privado cada vez tienen menos— al cumplirse CINCO MESES de la ley seca, según informó el Ministerio de Gobierno porteño, 600 inspectores antifumadores de la Liga de la Lucha contra el Vicio "Salud o Muerte!" demostraron un altísimo grado de eficiencia en su lucha contra los viciosos adictos: en esos cinco meses realizaron 14.134 controles, labraron 583 actas de infracción, imponiendo un altísimo número de sanciones por haber detectado viciosos consumiendo tabaco. LAS INFRACCIONES FUERON SIETE. Yo solito habré fumado varios atados de cigarrillos en esos sitios no en los cinco meses que se mencionan, sino en uno de los meses.

Esto demuestra que los NO FUMADORES FUNDAMENTALISTAS o FUMADORES PASIVOS (¿en qué quedamos, son o no son fumadores?) que se cansaron de alabar a la Legislatura deberían pedir cuentas a ésta y al Gobierno local, porque —independientemente de que la ley no se respeta ni en la propia Cueva de los legisladores—, la cuestión de las siete actas contra fumadores permiten arriesgar las siguientes hipótesis:

1) Al Gobierno le importa un rábano la salud de sus fundamentalistas defensores.

2) ¿Cuánto nos costó esta lucha incansable contra el vicio? Para ser más que simples, si pensamos que cada inspector gana $ 1.000 mensuales, el monto total de sus salarios durante esos cinco meses habrá sido de $ 3.000.000. Con lo cual, en su incansable lucha contra el humo de los viciosos el Gobierno local invirtió algo así como $ 428.571 para poder detectar a cada infractor. Esto sí que se llama una buena asignación de recursos.

3) ¿Es posible creer lo de los siete infractores? ¿No estaremos ante un nuevo foco de corrupción?

4) En cuanto a lo que sucede en las discos —en donde ni siquiera hay lugar para los fumadores no fumadores—, antes que de una teoría conspirativa, ¿no será más sensato pensar que a alguien medianamente lúcido del Gobierno —alguno debe haber— se imaginó que tratar de que se respete la ley en esos lugares es como luchar contra los molinos de viento?

¿Por qué en las discos los fumadores-no fumadores (decídanse así es más fácil de escribir) no buchonean, o no piden el libro de quejas? ¿O será que existen, mal que les pese a los demás, fumadores-no fumadores que no desean ser protegidos aun contra su voluntad?

Me fumo un cigarrillo y seguimos...

AB

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ESPERO ANSIOSO LOS COMENTARIOS DE LOS FUNDAMENTALISTA QUE TANTO APOYARON LA LEY -PECARON DE INGENUIDAD- Y "COMPRARON" LA "SOLUCIÓN ESTATAL".


SALUDOS,
SEBA

Anónimo dijo...

Como bien decís vos, acá la ley nunca busco proteger la salud pública, así que cabe la frase :"Cessante ratione legis, lex ipsa cessat"...aunque obviamente aquí no cesó, sino que no existió desde el comienzo.

Un abrazo,
Seba