20 jul 2016

LA CORTE VUELA EN PRIMERA







A partir del viernes pasado a las 13:30 comenzó la feria judicial de invierno, esto es, dos semanas que tiene la justicia para bajar sus persianas y gozar de inmerecidas vacaciones invernales. Como pareciera que todos los tribunales nacionales y federales van adelantados con su trabajo y con sus casos, la justicia nacional cierra por “feria” todo el mes de enero y la mitad del mes de julio. La feria, una institución que, junto con otros privilegios de los jueces, sobreviven al paso del tiempo.

Como en tantas otras cosas, los jueces se guardan para sí la facultad de habilitar la feria discrecionalmente, es decir, trabajan si tienen muchas ganas. Y parece que en el caso del amparo colectivo contra el aumento de las tarifas del gas tienen unas repentinas ganas de trabajar.

En ese caso, el Centro de Estudios para la Promoción de la Igualdad y la Solidaridad (CEPIS), junto con dos asociaciones de consumidores, lograron que en primera instancia el juez Recondo ordenara la convocatoria a audiencias públicas, pero sin suspender el aumento tarifario. Impugnaron esa decisión y la Sala II de la Cámara Federal de la Plata, con voto de Álvarez, Schiffrin y Calitri, resolvió “con alcance colectivo anular los aumentos en la tarifa del gas”, y anular las resoluciones 28 y 31 del Ministerio de energía “por no haber sido precedidas de audiencias públicas” (ver).

Este lunes 18 de julio la misma Cámara Federal (esta vez con el voto de Álvarez, Lemos Arias y Reboredo) habilitó la feria para que se pueda decidir si se concede el recurso extraordinario federal presentado por el gobierno. Si el tema se resuelve durante la feria, intervendrá el tribunal de feria; si la decisión se tomara luego, intervendría el mismo tribunal que concedió el amparo colectivo (ver).

En caso de que el tribunal platense rechazara el recurso extraordinario, el gobierno deberá interponer una queja ante la Corte Suprema. De un modo u otro, el caso llegará rápidamente al cuarto piso de Talcahuano 550.

En el medio de todo este despelote judicial, al presidente se le ocurrió echar más leña al fuego otorgando un inoportuno privilegio a los ministros de la Corte. A ello debe agregarse la mala costumbre presidencial de reunirse con el presidente de la Corte Lorenzetti —esta vez tuvieron una reunión privada—. Pareciera que Macri y Lorenzetti no terminan de comprender que la Corte Suprema —en verdad, todos los tribunales— es igual que la mujer del César, que no solo debe ser honrada, sino además parecerlo.

Un grupo de diputados criticó la decisión del gobierno a través de Aerolíneas Argentinas, de concederles automáticamente a los ministros de la Corte Suprema el privilegio de subir a clase ejecutiva en cualquier vuelo de esa línea aérea.

La carta hace referencia a la nota del periodista Horacio Verbitsky publicada el domingo 17 de julio por este diario en la que se describe que “el 9 de julio el gerente de Aeropuertos de Aerolíneas Argentinas, Ricardo Lehmacher, envió por correo electrónico una circular a todos los jefes de Escala de la compañía aérea estatal comunicando el privilegio concedido”. “Mientras millones de compatriotas hacen esfuerzos desmedidos o se ven imposibilitados de pagar las facturas de gas, sobre las cuales esta Corte Suprema debe resolver, este beneficio personal por parte de Aerolíneas Argentinas a los ministros de la Corte avasalla la confianza popular en la Justicia y extiende un manto de sospecha social y en definitiva ofende el decoro que la división de poderes requiere en nuestro sistema democrático”, reza uno de los párrafos de la misiva de los diputados a los jueces.
“Nos dirigimos a ustedes a los fines de solicitar atentamente que en un gesto de respeto por las instituciones republicanas renuncien públicamente al beneficio dispuesto por parte de la empresa Aerolíneas Argentinas que otorga a los ministros de la Corte Suprema derecho upgrade a clase ejecutiva en los vuelos de dicha empresa, o bien aclaren las circunstancias que son de público conocimiento respecto del otorgamiento de tal beneficio”, sostienen los legisladores que firman la carta: Leonardo Grosso, Remo Carlotto, Silvia Horne, Lucila De Ponti, Andrés Guzmán y Araceli Ferreyra.

El momento elegido por el gobierno para conceder un nuevo privilegio a los ministros de la Corte Suprema no puede ser más inoportuno. En efecto, mientras el gobierno está haciendo fuerza para que el caso del amparo colectivo llegue cuanto antes a la Corte Suprema, se les regala este nuevo privilegio para que los ministros y la ministra viajen más cómodamente si deben hacerlo por vía aérea. ¿A quién se le puede ocurrir que un cortesano viaje con la chusma?

Lorenzetti ha declamado que la Corte está a favor del pago del impuesto a las ganancias de los jueces. Sin embargo, hasta ahora solo se le ha ocurrido pedirle su opinión a algunas asociaciones de jueces, con el resultado más que previsible. Seguramente, en un futuro próximo declamará que la Corte está en contra de los privilegios voladores que Aerolíneas Argentinas les ha concedido a los cortesanos.


¿No será más apropiado, antes que tanta declamación, que la Corte Suprema, ahora, haga pública su decisión de rechazar el nuevo y volador privilegio?


1 comentario:

Victor Hugo Portillo dijo...

Pareciera que tener ascensores privados en edificios públicos no es suficiente para vuestra prestigiosa corte. Ahora recibe dádivas legalmente.