22 feb 2016

PROHIBIDO FUMAR AL AIRE LIBRE









Mediante un decreto del intendente y sin intervención del concejo municipal, la ciudad cordobesa de Laguna Larga prohibió que se fume en lugares abiertos y públicos, tales como plazas y paradas de colectivo. La medida declaró “libre de humo” (de fumadores) a todos los lugares públicos abiertos de esa localidad. Se informa, también, que se intentará extenderla a los bares (ver nota).

Una vez más, se avanzó contra los fumadores. La medida fue perpetrada por el intendente Federico García, quien cuenta que “la idea surgió por un planteo de miembros de un club local y de padres de un jardín de infantes”. García dijo:

“Creemos que fumar es un mal ejemplo para niños y jóvenes. Además, el humo del tabaco ajeno también afecta a los no fumadores, por lo que instamos a los vecinos a que tengan hábitos de vida saludables”.

Nótese el fundamento principal que brinda el padre de la criatura... evitar malos ejemplos para niños y jóvenes”. El eventual daño que los fumadores hacemos a los demás solo es mencionado en segundo término y agregado como si fuera un bonus que la medida acarrea.

En la nota se agrega que García “no cree que esto pueda enfrentar a la población. Según dijo, solo el 25 por ciento de los vecinos fuma, contra 75 por ciento que no lo hace”.

Realmente, la idea no se comprende, ¿qué relación existe entre el hecho de que sean el 25 % y su pronóstico de no enfrentamiento? ¿O se propone negarles todo derecho por ser “solo el 25 %” de la población?

Dado que el decreto no prevé sanciones, las autoridades planean contar con la participación social para realizar el control orientado a garantizar la prohibición de echar humo. Esta parte me encanta. En este aspecto, García se ubica como quien separa el bien del mal, y determina que todos los no fumadores (el bien; los buenos), deben recurrir al control social informal de los fumadores (el mal; los malos).

El Estado, de esta manera, redefine a los particulares no fumadores como parapoliciales encargados de la persecución de los malos ciudadanos. El intendente pretende formalizar, de este modo, el control social informal.


Usted, ciudadano:

¡sea un buen policía!



Asumo que a muchas personas este decreto cordobés no les molestará mucho. Ya estamos demasiado socializados en las medidas del fascismo saludable que se aplican contra los fumadores como para que sea de otra manera. Sin embargo, a mí, este decreto me parece absolutamente descabellado.


Si usted vive en Laguna Larga, no podrá fumar en la plaza, al aire libre. ¿Por qué? Porque a los papás de los nenes de la Salita Azul del Jardín Güinipú (turno tarde) se les ocurrió formular un planteo. Y porque a García le parece que si fuma, usted es un mal ejemplo para niños y jóvenes. ¡Fumámela, García!




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que vos sos fumador porque no hay nada más molesto que te estén tirando el humo en la cara es una falta de respeto, una falta de educación y claramente un mal ejemplo para la sociedad

Alberto Bovino dijo...

Anónimo de la 22:50:

Soy fumador, cierto. Lo que no entiendo es qué tiene que ver tu comentario. Desde ya que no estoy de acuerdo con tirarle el humo en la cara a nadie.

Saludos,

AB