A continuación se reproduce la nota del periodista Ricardo Montacuto. La noticia se ha convertido en una “nota que pocos publican”, debido a la dependencia de los medios de la pauta oficial y los “aprietes” del poder.
Es un caso de corrupción del departamento de Guaymallén (Mendoza). La nota fue hecha por Montacuto sobre el enriquecimiento del intendente Luis Lobos y su séquito de familiares. Los abogados Carlos Varela Álvarez, Lucas Fallet y Pablo Moreno se han presentado ante la justicia mendocina en calidad de querellantes populares. Además, se ha hecho una denuncia por eriquecimiento ilícito y lavado de dinero ante la justicia federal. Agradecemos a Varela Álvarez el envío de esta información.
4 de diciembre 2014
Por Ricardo Montacuto
Ver una injusticia y no hacer nada es no tener valor
(Confucio)
Todo cuanto se escribe aquí está apoyado en testimonios de personas que han sido grabadas con su consentimiento, pruebas documentales y registros públicos a los que tuvimos acceso. Habrá una denuncia penal federal y otra provincial, pedidos de informes y de auditorias, de acuerdo a lo que pudo saber este diario.
Ayer a la mañana, el Concejo Deliberante de Guaymallén ratificó a Luis Lobos como presidente del cuerpo y —por lo tanto— intendente a cargo por un año más en el departamento más poblado de la provincia. En esta nota pretendemos contar cómo el intendente de Guaymallén Luis Alberto Lobos y su esposa Claudia Verónica Sgró lograron hacerse de una posición acomodada, podría decirse millonaria, en su paso por la función pública. Pasaron de ser empleados modestos a manejar grandes cantidades de dinero en efectivo, alquilar a precios altos, construir una vivienda de aproximadamente nueve millones de pesos, adquirir autos de alta gama, comprar dólares en otras provincias y mandar una misión a la cordillera para amoblar con clásicos antiguos la confortable vivienda en la que entran cinco televisores plasma de cincuenta pulgadas y artículos de lujo. Los Lobos-Sgró son generosos también. No dudan en hacer regalos de 20, 30 ó 40 mil pesos a sus amistades.
El intendente poseería lotes en distintos emprendimientos, departamentos y otros bienes difíciles de adquirir con un sueldo de concejal durante siete años, o como empleado del Senado años atrás. Su progreso personal le permitió hacerse de una firma en liquidación llamada Gerenciar SA, que preside su esposa desde 2012. No tiene empleados ni registra actividad, aunque paga las facturas de los trabajos que se hacen en el domicilio de Tirasso 4357 en Guaymallén, en el barrio privado Alto Portal del Sauce. Allí es donde Lobos levantó su lugar en el mundo en 500 metros cubiertos de construcción, sobre dos lotes.
Si no peleas para acabar con la corrupción
y la podredumbre, acabarás formando
parte de ella (Joan Báez)
El intendente a cargo confirmado ayer —ocho períodos presidente del Concejo— ejerce su jefatura política con firmeza en Guaymallén. Su influencia y poder crecieron con su fortuna, de la mano de una gigantesca operación clientelar que muchos conocen y en la que participan dirigentes de casi todos los partidos incluyendo a la UCR, la principal oposición. Hay empleados de la Municipalidad que no van jamás y que no cobran por sí mismos. Sus tarjetas de débito fueron entregadas a punteros de confianza que cobran los sueldos por ellos en los cajeros automáticos y les dan una mísera parte “más la obra social” por el favor de haberles dado un trabajo. La lista clientelar de Guaymallén ocupa unas treinta hojas tamaño A4. Allí se va tachando el nombre de los que van cumpliendo con su deber. Es imposible calcular el dinero que Lobos y su esposa habrían recaudado a través de este método. Testimonios recogidos en esta investigación, que serán aportados a la justicia, cuentan la operatoria con lujo de detalles: “Se recauda en el Concejo Deliberante. Cada uno lleva la plata en su sobre y lo entregaba. Estaban Claudia y su hermana… te tachaban de una lista” dijo una fuente. Claudia es —por supuesto— la señora Sgró. El testimonio que la involucra está grabado, y protegido.
Y además, están los negocios manejados por una “cooperativa” de confianza en la que ingresan o ingresaron en algún momento distintas personas: Omar “Chamaco” Funes, un amigo de toda la vida de Lobos, Juan Carlos Kohn, el abogado Alejandro Moreno y el ex concejal Leonardo Borgna entre otros. Con Borgna los Lobos-Sgró tuvieron algún tipo de pelea. Claudia era la encargada de hablar con el ex edil los asuntos de las escrituras de los lotes.
Lobos y Claudia Sgró tienen las espaldas cubiertas. Es lógico imponer gente de confianza en la función pública. Pero el matrimonio gobernante de Guaymallén le dio trabajo a por lo menos 18 familiares directos y algunos indirectos, incluyendo ex esposas y esposos, novias y novios de los hijos, y allegados.
Esta investigación es producto de muchos meses de búsqueda de datos y de reuniones para chequearlos. Comenzó cuando un abogado llamó a este periodista para contarle las primeras sospechas y presentar una fuente. Fue con los testimonios y los chequeos y el correr de las semanas más el entrecruce de datos, que fuimos construyendo conciencia de la información que allí había.
Tres abogados fueron los que llevaron la iniciativa de comprobar los testimonios, a los que se sumaban como fuente foristas de los diarios digitales que publicaron datos certeros. Muchos de esos testimonios escritos fueron chequeados y confirmados en numerosos registros públicos: propiedad, AFIP, automotor, Anses, y varios otros.
Los abogados buscaron que la gente de la política que aún tiene referentes nacionales y locales honestos se pusiera al frente de la investigación, como una forma de demostrar que de la misma función pública aún se puede esperar algo distinto. Por una u otra razón —miedos, desconfianzas, especulaciones electorales— algunos se bajaron y otros se mantienen expectantes. Pero los datos están allí, casi descarnadamente a la vista, como la vivienda del matrimonio:
Se presentarían una o más denuncias penales por este caso. La verdad será lo que la justicia pueda determinar si luego de esta publicación algún fiscal provincial y federal se anima a investigar lo que aquí se escribe. Hay sospechas de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y evasión.
El caso de Guaymallén es paradigmático y podría ser “leading case” de la matriz corrupta más habitual de la función pública. Esa que todos ven, sufren o perciben y que nadie denuncia.
¿Qué haremos? ¿Pasar a la otra noticia más liviana? ¿Dar vuelta la hoja? ¿Qué le vamos a exigir en materia de transparencia al próximo gobernador, al nuevo presidente —que lo habrá— o a los intendentes? De estas respuestas depende nuestro destino.
Primer paso: la casa propia
El principal problema de los funcionarios cuando son observados por la justicia o el periodismo es explicar las riquezas que poseen. En el caso de Luis Lobos y Claudia Sgró, sus propiedades, viajes y autos no se condicen con sus sueldos municipales. Aunque en algún punto son cuidadosos: sus gastos en tarjetas de crédito son casi modestos. Es mejor el dinero en efectivo.
La casa que construyeron en el barrio privado Alto Portal del Sauce en Tirasso 4357 de Guaymallén ocupa más de 500 metros cuadrados, sobre dos lotes de propiedad del matrimonio de 1.666 metros cuadrados de superficie. Por el tipo de construcción, las terminaciones y los espacios, el valor inmobiliario de la casa superaría los nueve millones de pesos, a cotización dólar oficial. Si es “blue”, el monto sube. Nada mal para un concejal y una funcionaria. El precio de construcción de primera calidad en un barrio privado de Mendoza cuesta como mínimo 1.200 dólares por metro cuadrado y promedia los 1.500 de la moneda norteamericana. Si hay mármol de calidad la construcción puede llegar a 1.800 dólares por metro.
El hogar del matrimonio Lobos-Sgró posee habitación principal y baño en suite, más otras cuatro habitaciones con dos baños, escritorio, living comedor, cocina comedor (mesón estilo imperial para 20 personas). Algunas antigüedades que fueron adquiridas en Chile y sillones de estilo. Además, quincho equipado a full con cocina, baño, y sala de estar. Muy cómodo, al punto que vivieron un tiempo allí mientras terminaban la casa. También tiene pileta. Hay en la vivienda al menos cinco televisores tipo plasmas muy grandes. El principal es de más de cincuenta pulgadas. Todos habrían sido adquiridos en un viaje a Chile del que participó uno de los hijos de Lobos. Los pagaron en efectivo y luego abonaron el impuesto al atravesar la frontera.
En mayo de 2013 hubo un extraño robo en la vivienda de los Lobos-Sgró. El entonces concejal y hoy intendente a cargo, confirmado un año más votado por el Concejo Deliberante, denunció que le robaron 20.000 pesos. Pero fuentes a las que tuvo acceso este diario dijeron que la suma habría sido mucho mayor. En la casa, donde se guarda el efectivo, aseguran que había “una fortuna”, aunque este dato no figura en la denuncia. Lobos declaró a la prensa que aquel era un “robo político”. Otro dato que se conoció es que el matrimonio tenía al momento del asalto dos empleadas domésticas para la casa. A una de ellas la despidieron el día del robo. En el video a continuación, se puede apreciar la magnitud de la casa de dos plantas, el parque, el quincho, y la pileta.
La evolución
Luis Lobos intentó radicarse en Canadá hace muchos años y desde allí volvió para vivir en los 80 en un inmueble en el Barrio Unimev de Guaymallén, en la calle Navarro 796 que era de sus padres. En aquel tiempo estaba casado con Gladys Contotanasi, con la que tuvo tres hijos. Ingresó a la función pública con Jorge Pardal como intendente gracias a su formación en Seguridad e Higiene, en el área de comercio e industria. Con el tiempo se trasformó en hombre de confianza del “Mono” Pardal, intendente y después senador. Más adelante fue asesor de la hoy senadora Marita Perceval en el Senado de la Nación. Por entonces manejaba un Renault 21 bastante destartalado. De aquella vida en pareja pasó al divorcio y se mudó con su amigo Omar “Chamaco” Funes, hoy importante miembro del “círculo rojo” de Lobos. Vivían —también— en una torre del Unimev. Cuando el intendente formó pareja con Claudia Sgró alquilaron una casa más grande en Estrada 1838 de Las Cañas, en Guaymallén. Y fue en aquel tiempo en que comenzaron a construir su mansión de la calle Tirasso.
Lobos fue electo concejal en 2007. Presidió la lista de ediles convencido de que no se podía ganar la intendencia, pero el cálculo salió mal y Alejandro Abraham asumió en ese año su primer período. Por un acuerdo político Abraham se fue al Congreso y Lobos lo reemplazó el año pasado. Ayer fue confirmado por un año más y aspira a su primera elección auténtica como intendente. Mientras avanzaba con su casa, el intendente a cargo iba aumentando su patrimonio. Él y su esposa tienen una camioneta Amarok (la segunda desde 2011), un Peugeot 308 modelo 2012, un Bora Negro y un cuatriciclo Can Am que es una joyita de por lo menos 250.000 pesos. A Claudia Sgró se la ha visto movilizarse en un Audi, además, de su propiedad.
En cuanto a inmuebles, a la vivienda en el country se agregarían un departamento en la calle Cangallo 3862, lotes en el complejo Nautilus Country, y sería socio de MCL Group en los emprendimientos inmobiliarios Sol Andino I, II y III, también en Guaymallén. Testimonios a los que tuvimos acceso hablan de “auto préstamos” en estas operaciones. También hay sospechas sobre terrenos adquiridos por Lobos por sí o por terceros en un fideicomiso de Bandera de Los Andes y Urquiza, en los que también se menciona al ex concejal Leonardo Borgna, propietario de varios terrenos.
La esposa de Lobos, la funcionaria Claudia Sgró, también tiene propiedades a su nombre. Cuando ingresó a la municipalidad hace unos años se movilizaba en transporte público, era repositora de mercadería y promotora. Había regresado de Estados Unidos donde intentó radicarse con su hoy ex esposo Alberto Ruiz. La información registral a la que pudimos acceder da cuenta del departamento de la calle Cangallo, una camioneta Amarok 2014, el Audi ya mencionado y un Peugeot 308 que maneja uno de sus hijos, y que está a nombre del matrimonio.
Se sabe también que Lobos y su mujer manejan una cantidad indeterminada de dólares y de pesos, y que los gastos más grandes los hacen en efectivo.
Es muy conocida en la Municipalidad la
Historia de cómo el intendente hizo
Comprar dólares en la provincia de
Neuquén.
Es muy impresionante la red de confianza que Lobos y Sgró han tejido con varios parientes a su alrededor, a cuenta del presupuesto de la Municipalidad. No es ilegal, pero sí muy llamativo. El matrimonio encabeza el clan ocupando los cargos de intendente y secretaria del gabinete.
Facundo Lobos, hijo de Luis Lobos, trabaja en el Centro de Documentación Rápido del Registro Civil UNIMEV. Lucas Ignacio Lobos, nacido en Canadá e hijo de Luis Lobos, trabaja en una Subdelegación de la municipalidad. Laura Silvina Alcaraz es sobrina de Luis Lobos, ocupó el cargo de Subdirectora de Administración del municipio. Fue la Jefa de Personal. Alberto Ruiz, ex cónyuge de Claudia Sgró, es hoy jefe de la Unidad de Atención Integral (UDAI) de la ANSES en Guaymallén. Y además es hijo de Raúl Alberto Ruiz Soppe, actualmente con prisión domiciliaria, quien fuera uno de los más feroces policías represores a cargo de la Policía de San Rafael, condenado por delitos de lesa humanidad. Juan Carlos Sgró, hermano de Claudia Sgró, es el Subdirector de Servicios Públicos. Alejandra Sgró, hermana de Claudia Sgró, reporta en el cargo de Secretaria Privada de Intendencia de Luis Lobos. Facundo Ruíz, hijo de Claudia Sgró, es Jefe de Subdelegaciones del municipio. Adriana Ruíz, hermana de Alberto Ruíz (ex cuñada de Claudia Sgró) también trabaja en el municipio. Su esposo Daniel Alberto Calanoce también, en Rentas de la Municipalidad. Dos hijas de Adriana Ruiz y Daniel Calanoce se llaman Yanina Daniela Calanoce Ruíz y Carolina Calanoce Ruíz. Ambas trabajan en Rentas del municipio.
Hay más. Denise Alejandra Pena, quien fue o es novia de Facundo Ruíz, trabaja en la Tómbola Combinada y ha conducido como locutora diversos eventos sociales y culturales de la municipalidad de Guaymallén. Antonella Bavetta Funes, en algún momento también pareja de Facundo Ruíz, trabaja en la municipalidad. Renzo Emiliano Bavetta Funes, hermano de Antonella Bavetta Funes; Sandra Raquel Funes, madre de Antonella; forman todos parte del clan familiar y de relaciones a sueldo del municipio. Sandra Funes tiene una hija que es novia de uno de los hijos de Lobos. Logró hacer ingresar a gran parte de su familia a la comuna.
Los foristas son testigos
Hay una tendencia equívoca de despreciar judicialmente o como fuente de información a los foristas de los diarios. Es entendible, porque aquellos foros son fuentes de operaciones, ataques, y maniobras de todo tipo. Pero en ocasiones aparecen foristas que son testigos. ¿Se entiende? Los foristas son testigos. Hubo algunos que publicaron en diversos medios online información muy precisa, valiosa, que sirvió para ampliar la investigación en marcha. Allí aparecieron las pistas sobre el fideicomiso de Urquiza y Bandera de Los Andes, por ejemplo, de varios ediles y ex ediles que tendrían terrenos. Estos foristas tienen identidades reales verificadas por las empresas que se dedican a la certificación de datos. “Averigüen del complejo de departamentos construido por Lobos y el resto de los concejales a través de un fideicomiso manejado por otro ex concejal y funcionario: Leo Borgna” dice. Y agrega “Averigüen cómo se construye una fabulosa mansión con un sueldo de concejal como el de Lobos. Averigüen por qué la sobrina de Lobos es la Jefa de Personal: para tapar los contratos truchos y los ñoquis. Averigüen por qué hay más de 30 direcciones en el municipio: para que los parientes cobren 25.000 pesos por mes. Además de todo esto las gestiones son pésimas y Guaymallén es un asco y está destruido. Si hubiera Fiscales valientes que investigaran esto se denominaría Asociación ilícita” afirmó uno de ellos, que más tarde reapareció en ocasión del escándalo de las dietas. Allí escribió que la familia del intendente recaudaba por mes unos 375.000 pesos en sueldos más los “contratos truchos”.
El control de la información
Las fuentes relataron —en sintonía con lo informado por foristas en tres diarios digitales— como se realiza un fuerte control político de los empleados, que incluye desde censura explícita a sus comentarios y fotos en redes sociales, hasta llamados a altas horas de la noche para participar en encuestas de medios online. El control feroz incluye el traslado a las áreas más duras de la gestión a los empleados díscolos; o trabajo de obra pública y limpieza a empleados administrativos. Si alguno se le ocurre no pasar el “diezmo”, recibe el castigo inmediato. Pero lo más llamativo es el control político a otros dirigentes. Una fuente contó cómo Lobos enviaba rigurosamente una misión a las inmediaciones de la casa de Alejandro Abraham, en Dorrego, cada vez que se enteraba que había una reunión. Las personas que iban allí tomaban nota de las patentes y luego otros agentes de confianza del jefe comunal obtenían la titularidad de los automóviles, para saber quiénes se reunían con Abraham. El ahora diputado nacional nunca supo o decidió ignorar el hecho de que era espiado por su sucesor.
Los testimonios
Las fotos valen mil palabras. ¿Pero cuánto vale el relato de las personas que estuvieron o están en medio de esta trama? Uno de los testimonios más valiosos fue recogido semanas atrás, y realmente impresiona por la crudeza tanto como por la naturalización de la corrupción. Estos dichos están grabados a buen recaudo y serán entregados a la Justicia en caso de que algún juez lo requiera.
Una persona —el nombre, su condición y cualquier otro dato que permita identificarla está protegido— contó ante este periodista y otras dos personas, abogados, cómo es el método de recaudación del “peaje” que se cobra a las personas que ingresan a trabajar a la Municipalidad por relaciones políticas. En este caso se trata de alguien que atravesaba dificultades económicas. Por medio de un contacto llegó a Claudia Sgró. “Me dijo que iba a cobrar 500 pesos y que iba a recibir la OSEP para mi familia. Ella se llevaba el resto en un sobrecito. Después, cuando me fueron aumentando el sueldo, yo seguía recibiendo los 500 pesos y ella lo demás. Llegué a cobrar cerca de 5.000 pesos, de los que yo me quedaba sólo con 1.000 y la obra social” relató.
Es la primera vez que alguien cuenta algo
así de primera mano respecto
del poder municipal.
Otra fuente dijo que estuvo un largo tiempo como asesor de un organismo provincial al que ni siquiera le conoció el domicilio. Hasta que lo llamaron a cobrar. “Cobré varios meses juntos… y lo entregué todo…” aseguró. Ese testimonio también está registrado. Una fuente más soltó “Hay que mirar el Facebook de Facundo. Muchos de sus amiguitos son empleados” dijo de Facundo Ruiz Sgró, hijo de Claudia Sgró. Hay más testimonios de similar tenor. Y otros más relatan el uso de materiales del vivero municipal y áridos para la vivienda de Lobos-Sgró. “Una vez una camioneta que llevaba materiales a su casa chocó con un tren de carga en la Mathus Hoyos y fue un escándalo. Tuvieron que taparlo todo” dijo un informante.
Backstage y final
Mucha gente que contó hechos de corrupción que no fueron publicados en esta nota pidieron no ser filmados, ni grabados, ni citados. El miedo es el común denominador. Un miedo real que se podía palpar. Algunos dirigentes políticos de fuerzas que habitualmente no están metidos en asuntos raros prefirieron no acompañar la investigación en nombre de la seguridad de sus familias. La investigación, después de casi tres meses, se filtró. El intendente Lobos supo de ella hace varios días e incluso envió a uno de sus agentes de prensa a hacer un contacto con este medio, invitando a un desayuno de trabajo. La invitación fue rechazada. A cambio, le enviamos al jefe comunal —sabemos que lo recibió, nos consta— un cuestionario simple con las siguientes ocho preguntas:
1. ¿A cuánto asciende su patrimonio? 2. ¿Cuál es su última declaración jurada? 3. Las siguientes personas… ¿Son empleadas de la comuna? Facundo Lobos, Lucas Ignacio Lobos, Laura Silvina Alcaraz, Alberto Ruiz, Juan Carlos Sgró, Alejandra Sgró, Facundo Ruiz, hijo de Claudia Sgró, Adriana Ruiz, Daniel Alberto Calanoce, Yanina Daniela Calanoce Ruiz y Carolina Calanoce Ruiz, Denise Alejandra Pena, Antonella Bavetta Funes, Renzo Emiliano Bavetta Funes, Sandra Raquel Funes, Ariadna Silvina Álvarez Donatti 4. ¿Tiene relación comercial o propiedad de lotes en el fideicomiso de Urquiza y Bandera de los Andes, con MCL Group y los emprendimientos Sol Andino I, II y III o propiedad de lotes allí? 5. ¿Tiene locales comerciales a su nombre, y en qué lugares? 6. ¿Qué vehículos posee? 7. ¿De cuánto es la facturación anual de Gerenciar SA, la firma que preside su esposa? 8. ¿Puede explicar el incremento de su patrimonio en los últimos ocho años? ¿De cuánto es el valor de su propiedad en Alto Portal del Sauce?
Por supuesto, no hubo respuesta. El último acto de este trabajo fue filmar la propiedad de Lobos-Sgró en El Bermejo utilizando un drone, con la ayuda de CZ industrial Drones. Es muy impresionante ver la propiedad desde el aire. Por eso queríamos mostrarla.
Los casos de enriquecimiento ilícito se tratan de personas que no pueden explicar su nivel y tren de vida con lo que ganan. El caso de Lobos-Sgró es uno de esos en que las ganancias son indisimulables. Son muchos millones de pesos que el sueldo de una concejalía y de un cargo de funcionaria, más una empresa pequeña y sin actividad, no pueden justificar.
Por eso vale la pena hurgar un poco y que el intendente justicialista Luis Lobos —un hombre de la política y de la democracia— les cuente a los mendocinos cómo se llega de funcionario a millonario en un puñado de años. Apenas, una gestión y un poco más.
Los delitos de corrupción son los más difíciles de probar. Pero a la vez, los más evidentes porque las riquezas están ahí, a la vista de todos.
Sólo es cuestión de saber mirar qué se hace con la plata que circula en los sobres.
1 comentario:
Tiene varios lotes en Nautilus country . adquirido por favores al Sr. Antonio Fernández.
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