12 sept 2013

A MIS MAESTROS








Hoy quiero hablar de otros grandes maestros, de quienes nunca hablamos y a quienes nunca agradecemos. En todos estos años de ejercicio de la profesión y de docencia, es difícil medir lo que hemos aprendido de los estudiantes y de nuestros compañeros en el ejercicio de la profesión.


En primer término, resulta increíble la devolución que nos dan los estudiantes a los docentes. Recuerdo que cada vez que Paola Bigliani me agradecía algo, yo le explicaba que el que siempre salía ganando en el intercambio era yo. Y Paola no me creía, pensaba que se lo decía solo para que no me apabulle con su agradecimiento.


Hasta que un día le tocó estar a cargo de un curso a ella. No asistí a ninguna clase pero estoy más que seguro de que sus estudiantes habrán disfrutado de una docente de primera. Lo mismo le pasó a Mariano Bertelotti y a Bocha Campo. Todos ellos personas extraordinarias y docentes de lujo. Lo que aprendí trabajando con ellos es difícil de medir, pero estoy seguro de que recibí de ellos muchísimo más de lo que yo les pude dar.


Lo mismo puedo decir del resto de mis ayudantes permanentes u ocasionales y, por supuesto, de los estudiantes. Aún hoy estoy en contacto con muchísimos jóvenes que fueron mis estudiantes y les escribo continuamente para que me aconsejen sobre cuestiones de derecho penal y de derecho procesal penal.


En el ámbito del ejercicio profesional también he trabajado con muchísimos jóvenes y no tan jóvenes que me han brindado sus conocimientos con absoluta generosidad. Todos ellos también fueron mis grandes maestros. Desde mis compañeros del Centro de Estudios Legales y Sociales, pasando por compañeros de trabajo que tuve en otros países —como el grande de Willy Ramírez en Guatemala—, mis amigos del grupo de redactores de la extinta "No Hay Derecho" impresa, mi ex socio JP Chirinos, y tantos otros.


Sería imposible hacer justicia mencionando a todos aquellos quienes han sido mis maestros en este sentido siempre olvidado. Ellas y ellos saben quienes son. Por eso hoy brindo por todas esas personas y les agradezco por todo lo que me enseñaron.


Porque un buen maestro no es quien está a cargo de ciertas tareas docentes en sentido formal. Maestro es quien nos motiva, nos muestra caminos, nos formula buenas preguntas y comparte sus conocimientos con generosidad.


A todos ellos, ¡feliz día y gracias!

2 comentarios:

Nuria dijo...

cuánta gente querida! Más maestros míos que tuyos jajaja
Feliz día Maestro!

Anónimo dijo...

qué seleccionado, con todos esos ganamos el mundial seguro! muy lindas fotos, en particular la fotaza de mónica pinto, para tapa de revista!
abrazo desde chubut,
rodrigo.