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Desde el 18 de este mes, el juez Gallardo (Juzgado nº 2
en lo Contencioso Administrativo y Tributario) ordenó a Metrovías que deberá
dejar viajar sin pagar el pasaje a aquellos pasajeros que suban o desciendan en
una estación en la que no funcione el acceso mecánico (escalera mecánica o
ascensor) (nota Página/12).
El juez señaló que en agosto de 2018 la Cámara había
resuelto "Metrovías SA acredite en el plazo de diez días,
ante el juez de grado el regular funcionamiento de los ascensores y escaleras
mecánicas”. Según su resolución,
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“Tal es el marco involutivo en que nos
encontramos. Pareciera que pese a haber transcurrido más de dos años del inicio
de la causa, las decisiones jurisdiccionales, las sanciones conminatorias, las
necesidades de los usuarios, y las obligaciones contractualmente asumidas por
el operador del servicio de transporte, Metrovías SA resultaría desinteresada
en asegurar un eficaz funcionamiento de los ascensores y de las escaleras
mecánicas instaladas en las estaciones de subterráneo”, expresó el juez.
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En síntesis, lo que el juez señala
es que a Metrovías no le preocupa demasiado ni el estado de los accesos
mecánicos ni el problema del acceso de las personas con movilidad reducida.
Conforme lo demuestra el siguiente
cuadro, el estado de los accesos mecánicos empeoró notablemente a pesar de las
intervenciones judiciales.
Como se puede ver, en septiembre de
2018 los accesos mecánicos que no funcionaban eran 42, y en febrero de este año
el número ascendió a 51, lo que representa un incremento del 21 %.
Pues bien, Metrovías (que es quien
tiene a su cargo el mantenimiento de los vagones y estaciones) parece mostrarse
repentinamente interesada, y junto con la empresa estatal Subterráneos de
Buenos Aires, apelarán el fallo del juez Gallardo.
La "justificación" dada
por la empresa estatal porteña resulta bastante ridícula... Así, aclararon que
"en ningún lugar del mundo" funcionan el 100 por ciento de ascensores
y escaleras mecánicas. También "aclararon" que lo que no se recaude
por la orden judicial lo terminarán pagando los vecinos. Y, por supuesto,
defendieron a Metrovías, señalando "que está trabajando para tratar mejorar el índice de mejoramiento
de escaleras y ascensores”. Será por eso que se pasó de 42 a 51 accesos mecánicos
que no funcionan en los últimos cinco meses.
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Según un informe del Observatorio de
los derechos de las personas con discapacidad (2014) solo 32 de las 83
estaciones eran accesibles. Lo cierto es que los problemas de accesibilidad
solo parecen resolverse sobre la base de acciones judiciales.
Un estudio más reciente indicó que se
intentó viajar en silla de ruedas en 59 oportunidades desde estaciones que
cuentan con ascensor, y en 39 casos el viaje no se pudo realizar por falta de
funcionamiento de los ascensores (60 %).
La lógica de Metrovías es la mejor
muestra del conflicto entre intereses públicos e intereses privados. A la
empresa le sale mucho más barato pagar un equipo de abogados carísimos que
chicaneen para frenar la aplicación de la decisión de Gallardo, antes que cumplir
con ella. La
única manera de que Metrovías cumpla consiste en el hecho de que le salga más
caro no cumplir que cumplir. Solo de ese modo la empresa tendrá un incentivo
real para cumplir.
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Es por eso que la afirmación de que
Metrovías "está trabajando
para tratar mejorar el índice de mejoramiento de escaleras y ascensores”
es falsa, tan falsa como decir que a Metrovías le interesa el bienestar de los
usuarios, discapacitados o no.
Me recuerda a ese gobernador
brasileño que prohibió que se utilice el gerundio para hacer promesas del tipo "estamos trabajando para
usted":
Esta medida significa que los funcionarios
públicos de la administración regional tienen prohibido emitir expresiones como
"estamos planificando", "estamos preparando" o
"estamos estudiando", que, según el gobernador, son usadas como
excusas para esconder la ineficacia.
