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En una nota anterior decíamos que quienes disfrutamos de
nuestra libertad ambulatoria lo hacíamos de
puta casualidad. Eso pues muchos jueces, especialmente los jueces
federales de Comodoro 3,14, son capaces de resolver cualquier cosa, y ya
no aplican el derecho vigente.
Esta inseguridad jurídica generada por decisiones
judiciales pone en peligro la libertad de todos, porque los mecanismos legales,
constitucionales y convencionales que protegen nuestros derechos y libertades
son pisoteados diariamente por varios jueces. Habíamos dicho:
La degradación institucional
de la justicia penal —en especial de la justicia federal— resulta notable si
vemos que algunos jueces son capaces
de resolver prácticamente cualquier cosa, sin importar si existen
razones válidas para decidir como lo hacen...
Lo terrible es que los
litigantes debemos continuar tratando
a los jueces como si fueran jueces, mientras ellos ignoran las bases
mínimas del Estado de derecho...
... Lo más grave, además, es
que a nadie parece molestarle. El Consejo de la Magistratura no opera como
debería, pues no sanciona ni destituye a los jueces, aun cuando sus decisiones representen un claro e inequívoco abuso de
poder.
En este contexto, los
litigantes debemos seguir haciendo “como que” estamos actuando frente a
tribunales integrados por jueces imparciales, presentar escritos fundados
seriamente de manera respetuosa, para luego someternos al poder arbitrario de señores que dicen ser jueces y resuelven lo que
les da la gana.
Hoy hemos leído una resolución —que es más un exabrupto
que otra cosa— del inefable Bonadío. En ella no solo no se hace lugar al fondo de
los planteos presentados por la defensa. Hasta la propia forma de la resolución
es absolutamente inaceptable. Parece escrita por una persona bajo los efectos
del alcohol o de alguna sustancia prohibida.
De acuerdo con lo que surge de la lectura de la
notificación, la resolución dice, entre otras cosas:
... debe señalarse qeu con machacnona insistencia y evidentemente, echando mano de
cualquier proceer que pudiera
resultar un argumento para usspender
la audiencia señalda pra recibr declaración a su defendido, los letrados vienen uevamente...
Además, se pueden leer las palabras aduencia, cbo,
exspediente, documetnación, suponder, posibilida, declaració...
Todo eso en diez renglones.
Los abogados defensores Maximiliano Rusconi y Hugo
Gabriel Palmeiro habían planteado una incompetencia, la nulidad del llamado a
prestar declaración indagatoria y la postergación de la indagatoria porque los
dos defensores tenían una audiencia de juicio.
Bonadío no aceptó la postergación y, luego, tampoco
aceptó la solicitud de la defensa para que declarase por videoconferencia desde
el penal. Cuando se realizó la indagatoria con la presencia del imputado, para
sorpresa y estupor de los defensores, el inefable juez jamás apareció...
Además, si se lee la notificación, se puede ver que
Bonadío rechazó una nulidad in limine pues "resulta
improcedente", es decir, en dos palabras.
La falta de Iimparcialidad de juez es evidente. Calificar de
"machacona insistencia" a la actitud de la defensa es equivalente a
decir que no los soporta, que son pesados, molestos. No solo se trata de un
lenguaje impropio de un funcionario público sino que, además, manifiesta la
animosidad del juez contra los defensores.
Toda esta resolución es un acto claro de abuso de poder.
Dejemos de lado si los defensores tenían razón sobre el fondo de sus planteos.
El problema es que un juez debe dar
razones para rechazar cualquier solicitud de las partes. Pero eso a
Bonadío —y a muchos jueces más—, parece no molestarle y dicta sentencias
infundadas en las cuales, además, insulta a los defensores.
Esto sucede, entre otras razones, por la falta de control
de las cámaras de apelaciones. Recordemos que Bonadío tiene permiso de la Cámara para a) limitar el acceso de la defensa a las actuaciones; b) no notificar en tiempo y
forma; y c) no resolver rápidamente los planteos.
Con semejante tolerancia de la cámara de apelaciones, el
incentivo para que el juez ajuste a derecho su conducta es inexistente. Y se
nota.
1 comentario:
Si la "falta de parcialidad del juez es evidente", ¿eso implica que se trata de un juez imparcial? Quizá se trate de un error de redacción del autor. Creo que a todos nos pasa. Saludos.
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