8 jul 2007

PROMISCUIDAD

LA APLICACIÓN BASTARDA DE "LLERENAS"

La justicia no deja de asombrarnos. Desde el ombligo de este país, siempre pensamos que ese excelente fallo de la Corte que Silvina Manes supo conseguir sólo podía tener efectos positivos. Sin embargo, el poder judicial tiene una imaginación sin límites.

En muchas ciudades del interior, como sucede con la ciudad donde nací, Concepción del Uruguay, hay un solo juzgado federal. Sin haber pensado nunca en ese problema, hace unos días nos enteramos cómo funciona desde que la Corte dictó LLerenas en los procesos correccionales. Muy simple: el titular del tribunal se aparta de todos los casos cuando los eleva a juicio, y sólo quedan los abogados ad-hoc (conjueces de esos que la Corte declaró inconstitucionales).

Los abogados que litigan ante el juzgado no deben ser muchos, así que puede darse la siguiente escena, por ejemplo:

Entra el abogado García y se dirige a Mesa de Entradas, seguido por el Abogado Lima. Una vez en la mesa de entradas García pregunta: ¿"Podría ver los expedientes 888 y 999?"

El empleado le dice: "Están los dos a despacho".

García: "Ya sé que el 888 estaba a despacho, aquí le traje el auto que resuelve el incidente de prescripción". "Una pregunta: ya sé que el 999 está a despacho, pero ¿no sabe qué pasó con la recusación que presenté —soy el apoderado de la querella— contra el conjuez Lima?".

El empleado niega con la cabeza. García mira a Lima y le dice. "Dr. Lima, ¿cuándo va a hacer lugar a la instrucción suplementaria que presenté como defensor de José Lito?". Lima le dice: "En este momento no recuerdo, pero si pasa por mi estudio le contesto y, de paso, nos sentamos a redactar entre los dos la citación a juicio en esa causa de injurias en la que somos co-defensores, ¿le parece?".

¿Viva la imparcialidad!

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