Así quedó el VW Bora del juez Muñoz
El 24 de septiembre de 2016, en los alrededores de la ciudad de
Neuquén, a las 18:30, el juez Marcelo Muñoz, a bordo de su VW Bora, chocó desde atrás al Renault
Sandero conducido por un joven que iba acompañado por su novia, que debido al
impacto terminó en la zanja de desagüe.
El juez Muñoz no se
detuvo y huyó del lugar, conduciendo 2,5 kilómetros en dirección a su casa,
hasta que su auto se detuvo por los daños sufridos. Allí fue abordado por la
policía, a quien le dijo que había chocado con un árbol y que ya había llamado
a la grúa. Posteriormente, se negó a realizarse el control de alcoholemia.
Luego del choque, el juez se comunicó por su teléfono con funcionarios
policiales y abogados, y también con la prensa.
El 1º de noviembre, el jurado de enjuiciamiento resolvió declarar
admisible la apertura del proceso de destitución contra el juez por mal
desempeño y lo apartó preventivamente de su cargo con la reducción del 50 % de
su salario (ver).
La destitución del juez fue solicitada por una asociación de familiares de
víctimas de accidentes viales, por el gremio docente ATEN y por el ex diputado
Ricardo Villar (Cambiemos) (ver).
La comisión especial que recomendara el inicio del jury había
concluido:
El informe
accidentológico indica que el siniestro se produjo de día, con “buena
visibilidad brindada por iluminación natural”, “calzadas compuestas de asfalto
seco y en buen estado de uso y conservación” y no hace “mención de la presencia
de fallas y/o desperfectos en el funcionamiento de los sistemas de seguridad de
las unidades protagonistas (los autos) que hayan contribuido en el desenlace
del hecho.”
“La conclusión a la que arriba el accidentólogo
es que “salvo que se genere prueba en contrario”, la causa deriva de la acción
llevada a cabo por el conductor del VW Bora (Muñoz)”, se señaló en la
resolución.
Leandro Córdoba, quien
conducía el Renault que fue chocado, declaró a la prensa:
"No tengo palabras para calificar a esta persona, lo único
que me queda es pelear para que se haga justicia. Este señor no tuvo compasión, nos
dejó tirados como bolsas de basura, sin saber qué nos había pasado",
expresó.
Y añadió: "Además de provocar el
accidente por exceso de velocidad se dio a la fuga, y después de que lo
agarraron se negó a hacerse el test de alcoholemia y tiene el descaro de decir
que no sabía lo que había pasado".
Muñoz, por su parte, alega que en caso de probarse,
los hechos denunciados no serían causal de remoción, que ocurrieron con total
falta de culpabilidad, que se trata de un incidente de tránsito fuera del
horario laboral, y que tienen una explicación médica que aún no tuvo
oportunidad de probar (ver).
La opinión del fiscal que interviene en el jury:
La opinión del fiscal que interviene en el jury:
Gerez marcó “si cualquier
persona hubiera merecido la repulsa social que se manifestó y continúa
manifestándose con respecto al “juez que chocó, huyó y se negó a hacer el test
de alcoholemia” (tal como es conocido por la opinión pública), cuanto
mayor debe ser el rechazo cuando se trata de alguien que debe mantener una
“buena conducta” para conservar la alta dignidad con la cual ha sido investido
por los representantes del Pueblo —con todas las responsabilidades, no
privilegios, que conlleva—. Máxime si, aunque precisa y cierta, la
descripción con la que se nombra al Dr. Muñoz
en la prensa no termina de abarcar la gravedad de su conducta, que además incluye
el desprecio por las víctimas y el recurso a la mentira como artilugio para
encubrir su responsabilidad y procurarse impunidad.”
Muñoz evidenció “un comportamiento totalmente
incompatible con el de una persona que sufrió un accidente isquémico
transitorio. Ciertamente, condujo un vehículo hasta que el mismo se
detuvo por un recorrido difícil de realizar; estuvo en todo momento orientado
en tiempo y espacio; tenía plena conciencia de lo sucedido; realizó llamados
telefónicos a las personas indicadas; intentó desde un principio controlar la
situación para que la misma no tomara trascendencia; y ensayó distintas
coartadas mentirosas con el objeto de eximirse de responsabilidad”.
Desagüe donde terminó el Renault chocado
¿Reincidente?
El 1º de mayo de 2014 el juez Muñoz
ya había tenido otro accidente. Mientras circulaba por una ruta aún no
habilitada y, por lo tanto, sin cobertura del seguro, pasó por encima una
rotonda y destruyó todo el tren delantero de su auto. Con la complicidad del
jefe de policía, Muñoz se las
arregló para que no se asentara el accidente, y luego declaró ante la compañía
de seguros que el accidente había ocurrido en otra ruta, y así logró cobrarle a
la empresa aseguradora Zurich el dinero con el que se compró el Bora gris cero
kilómetro con el cual el 24 de septiembre de 2016 chocó al Renault Sandero (ver).
A raíz de la publicación de esa noticia, en diciembre de 2016 se abrió una investigación por la posible
defraudación a la aseguradora y, además, por peculado, ya que además de borrar
los registros, el jefe de policía le habría prestado un auto al juez que se
había quedado a pie (ver).
Las tres versiones de Muñoz
El juez Muñoz informó a la policía —en el lugar en el cual quedó
detenido su auto tras el choque— que él había chocado contra un árbol.
Luego informó a la prensa que se debía haber quedado dormido por
estar muy cansado luego de una extensa jornada de trabajo:
Venía de una larga jornada de trabajo y me quedé
dormido. Sentí el golpe, pero no advertí lo que había
pasado, por lo que continué manejando hasta que me detuvo la Policía y me
contó (ver).
Por último, en el marco de su defensa en el proceso de faltas y
ante el jurado de enjuiciamiento, introdujo una tercera versión de los hechos:
había sufrido, en el momento del hecho, un accidente isquémico transitorio.
En el juzgado de faltas, el juez Muñoz ya ha sido condenado a la
multa de $ 28.000 y ha sido inhabilitado para conducir por dos años.
El 26 de enero comenzarán las audiencias ante el Jurado de
Enjuiciamiento, órgano que determinará si Muñoz debe ser destituido. El 26, 27,
30 y 31 de enero, y el 1º de febrero serán las audiencias de prueba. El 3 de
febrero se dedicará a los alegatos finales de ambas partes, y la sentencia debe
ser dictada en los siguientes 15 días según la ley.
El acusado: Marcelo Germán Rubén Muñoz, Juez de garantías del Colegio de
Jueces de la Primera Circunscripción Judicial de Neuquén.
Los defensores: Juan Coto y Joaquín Imaz.
Los miembros del jurado: Evaldo Darío Moya, Ricardo Tomás Kohon y Alfredo Elosu Larumbe (miembros del Superior tribunal); María Laura du Plessis y Guillermo Carnaghi (diputados provinciales); y
Carlos Fazzolari y Luis Arellano (abogados de la matrícula).
La acusación: Marcelo Muñoz conducía su VW Bora y a las 18:30 del 24 de septiembre
de 2016 chocó en la parte trasera a un Renault Sandero con dos personas. Como
consecuencia del choque, el Renault terminó en el desagüe. Muñoz no se detuvo y con los airbags
activados y la parte delantera dañada, avanzó 2 kms. más, hasta que su auto se
detuvo. En ningún momento prestó asistencia a las víctimas. Allí fue
interrogado por la policía, a quien informó que había chocado contra un árbol,
que ya había llamado a la grúa y que él estaba bien. Cuando se presentaron los
de Tránsito se negó a realizarse el test de alcoholemia. Hasta aquí el contenido
de la acusación en el capítulo “II. Hechos”.
En el capítulo siguiente, “III. Fundamentos”,
se mencionan hechos adicionales. Se afirma, en este sentido, que el choque se
debió al manejo imprudente y temerario de Muñoz,
quien huyó deliberadamente del lugar. Posteriormente, Muñoz intentó ocultar lo sucedido. Había estado en un
almuerzo académico donde bebió alcohol, por lo que se puede presumir que al
momento del choque conducía bajo los efectos del alcohol. Mientras conducía y
con posterioridad, Muñoz conservaba
la facultad de tomar decisiones. Ello pues: a) antes del choque frenó y
maniobró para intentar esquivar al Renault; b) condujo 2,5 kms desde el lugar
del choque hasta que su auto se detuvo por desperfectos mecánicos, por un
camino con curvas pronunciadas que exigen el uso de facultades mentales
superiores; y c) estuvo hasta las 20 realizando llamadas y enviando mensajes
por su teléfono móvil, y se comunicó con abogados especialistas en accidentes
viales y funcionarios policiales de alta jerarquía.
En el blog Fuera del expediente hay una excelente cobertura del caso.
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